Economía

El control estatal de la economía venezolana

Cada día avanza el dominio del Estado sobre la economía y sobre los venezolanos y todavía hay quienes se resisten a ver lo que es evidente. La toma por la fuerza, violando la ley, de empresas, viviendas y fincas es la norma. El Estado ahoga la economía porque le sobra el dinero pero con ello asfixiará al país, tarde o temprano. Pequeñas, medianas y grandes empresas son el blanco de la regulación del Gobierno. Mientras más crece el poder del Estado más difícil será el manejo de la economía.

El sistema económico

La economía funciona como un engranaje suizo. Las piezas fundamentales de ese mecanismo son los precios, los cuales indican las condiciones en que se está produciendo los bienes y las remuneraciones percibidas por quienes producen. Así, la fuerza de trabajo tiene su precio: el salario, el esfuerzo empresarial tiene su precio: la ganancia, el dinero tiene su precio: la tasa de interés, la divisa tiene su precio: el tipo de cambio y los bienes de consumo o materias primas también tienen su precio. No existe fuerza humana ni entidad gubernamental que pueda regular a su voluntad, sin incurrir en costos enormes, el sistema de precios, por la sencilla razón de que los precios están relacionados unos con otros, porque algunos bienes y servicios son insumos para la producción de otros bienes y servicios y además porque en la economía tienden a suceder eventos que afectan la producción y que no se pueden anticipar cabalmente, como por ejemplo, una mala cosecha o un huracán. En la época de la Unión Soviética, se desarrolló el sistema más formidable de control de precios. Los precios de todos los bienes los determinaba el Estado. El resultado fue bienes baratos pero inexistentes o de mala calidad. Y el precio más caro es el del producto que no existe en el mercado. Ello no quiere decir que el Estado no debe intervenir en el mercado. Debe y tiene que participar en la regulación del mercado entre otras razones porque hay situaciones de monopolios u oligopolios, como en los casos típicos de la electricidad y las comunicaciones. La idea es que el Estado promueva la competencia y no que la obstaculice.

La inflación

Hay que repetirlo, no todo aumento de precios es inflación. Un proceso inflacionario ocurre cuando los precios aumentan de manera sostenida. Si el precio de los fósforos sube una de una sola vez, en la economía no hay inflación. Ahora, si los precios de buena parte de los bienes aumentan todos los meses, entonces la economía si padece la inflación. Ello remite a las razones del alza permanente de los precios. En Venezuela no hay manera de probar, utilizando técnicas estadísticas y económicas, que la inflación se genere por la especulación de comerciantes e industriales. Ningún comerciante podrá aumentar sus precios sin que otros hagan lo mismo, con lo cual se disuelve su ganancia momentánea. Además, cuando ha habido baja inflación, se trata de los mismos comerciantes que antes vendían caro, por tanto, la causa del aumento de los precios no puede hallarse en quienes comercian. Vender caro o barato es el reflejo de otros factores. La inflación en Venezuela tiene cuatro determinantes: el déficit fiscal financiado con emisión de dinero, la devaluación de la moneda, las presiones salariales y el efecto del aumento de los precios que ocurrieron en el pasado inmediato. La práctica de los controles de precios con la ilusión de contener la inflación se agudizó con el primer Gobierno de Carlos Andrés Pérez, se exacerbó cuando Lusinchi y reencarnó con el presidente Chávez. El control de precios no sirve para abatir la inflación, lo que hace es acumular el aumento de precios. Cuando Luis Herrera liberó los precios en 1979 después del control de Pérez, los precios saltaron, Cuando en 1989 Carlos Andrés Pérez eliminó el control que estableció Lusinchi los precios se dispararon y finalmente cuando Caldera en 1996 relajó el control que él estableció dos años antes, la inflación llegó a niveles desconocidos.

Lo que caracteriza a la economía mundial actualmente es la reducción de la inflación, la cual se ubica en el entorno del 4,0%, contrario a lo que sucedía dos décadas atrás cuando se situaba en 15,0%. Esa caída de la inflación obedece a un aumento de la productividad y al efecto de la globalización que está produciendo el abaratamiento de los bienes producidos, principalmente, por China y la India. Los diez principales socios comerciales de Venezuela mantienen tasas de inflación cercanas al 5,0%, sin que ninguno de ellos tenga controles de precios. La razón estriba en que esas economías tienen disciplina monetaria y cuentan con bancos centrales independientes, centrados en el control de la inflación, en lugar de estar preocupados por financiar a los Gobiernos. A pesar de los controles de precios y de cambio que se instituyeron en enero de 2003, la inflación de Venezuela es tres veces mayor que las de sus vecinos.

Control integral

En Venezuela el Estado controla los precios fundamentales del sistema económico: los salarios mínimos, la tasa de interés, el tipo de cambio y el precio de los bienes y los servicios, con ello regula indirectamente la tasa de ganancia. La inflación se mide utilizando el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que calcula el BCV. Ese índice está compuesto por artículos que representan el consumo de una familia típica. El aumento porcentual de ese índice mes a mes es lo que se conoce como tasa de inflación. La cifra más reciente, correspondiente a agosto de 2005, muestra que Venezuela tiene una tasa de inflación de 14,9% a pesar de los controles de precios y de cambio existentes. La manera que el Gobierno ha encontrado de bajar la inflación es acudiendo a los controles ante la imposibilidad de instrumentar una política macroeconómica coherente. Como se ilustra en el cuadro anexo, del total de 352 bienes y servicios que conforman el IPC que calcula el BCV, 42,0% están controlados y ese control se extenderá hasta 55,7% si se acepta la propuesta del Ministerio de Industria Ligera y Comercio.

(%=Image(4789289,»C»)%)

La regulación de precios como la que se pretende aplicar puede hacer que el aumento de los precios disminuya y si ella va a acompañada de mayores importaciones, como ha venido ocurriendo, es probable que a corto plazo la tasa de inflación se reduzca. Pero esa disminución será el preludio para que los precios vuelvan a aumentar con más fuerza en el futuro porque se está atacando el síntoma del problema y no la causa. Los analgésicos alivian el dolor pero no combaten su origen. Así sucede con los controles. Se podría entender que autoridades con buenas intenciones intenten bajar la inflación mediante el recurso de los controles de precios si no hubiese experiencia mundial y nacional sobre su ineficacia. Pero en Venezuela, que ha sido laboratorio donde se ha experimentado con todo tipo de regulaciones las cuales han fracasado estrepitosamente, el establecimiento de un control integral de la economía sugiere que se tiene otro propósito.

El plan se ha venido perfilando y consiste en minimizar al capital nacional, pequeño, mediano y grande para que sea sustituido por el Estado como productor y distribuidor, en vista del poder económico que ahora detenta debido al aumento del valor de las exportaciones petroleras. Para ese propósito, controles como los aplicados y los programados resultan adecuados, al menos en el corto plazo. Ya se verá la pugna entre industriales y comerciantes tratando de que sus negocios sobrevivan y en esa pelea, en lugar de producir y mejorar la calidad de sus productos, se desgastarán procurando convencer a los burócratas de que sus costos han subido y que hay que ajustar los precios. Los funcionarios, por su parte, exigirán más requisitos. Entre tanto, se destruye la base para producir riqueza permanente y aumentará el número de quienes viven recostados del Estado y de nuevos buhoneros, porque las empresas donde antes laboraban quebraron. Pan para hoy hambre para mañana. Así fue y así será.

Se reduce el crecimiento económico del mundo

Cada vez se aumentan los analistas que consideran que la economía mundial va a experimentar una disminución de la tasa de crecimiento económico al fines de 2005 y durante 2006. El economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que agrupa a las principales economías desarrolladas del planeta, Jean Phillip Cotis, advirtió que esas economías pueden experimentar un menor crecimiento como resultado de los altos precios del petróleo. Alemania, la economía más grande de Europa, crecerá solamente 1,0% en 2005. Para 2006, probablemente la expansión económica sea menor. En el caso de los Estados Unidos, se estima que el efecto Katrina se exprese en una disminución de 0,5% en la tasa de crecimiento del PIB en el segundo semestre de 2005. Los expertos en proyecciones económicas indican que cada vez resulta más difícil prever con cierta certeza el aumento del nivel de actividad económica. En una encuesta reciente, realizada por The Wall Street Journal, a 56 economistas arrojó que el ritmo de crecimiento económico de los Estados Unidos disminuirá en el segundo semestre de 2005, lo cual coincide con las estimaciones del banco de inversión Morgan Stanley. Similarmente, la tasa de inflación repuntará ligeramente y se espera que la Reserva Federal no siga aumentando la tasa de interés por lo pronto. Con Europa y los Estados Unidos desacelerando su crecimiento, el impacto en América Latina será igualmente contractivo, especialmente para aquellos países cuyas exportaciones se dirigen a esas economías. En medio de todo, afortunadamente la inflación está bajo control a pesar de los altos precios de los hidrocarburos. Un descalabro económico en Europa o los Estados Unidos tiende a propagarse en la economía mundial y afectar en mayor medida a los países más pobres.

La caja negra de PDVSA

Algo muy grande debe estar ocurriendo con las cuentas de PDVSA por cuanto hasta la fecha la empresa no ha entregado el informe financiero correspondiente a 2003, a la Comisión de Valores (SEC) de los Estados Unidos. En la Asamblea de accionistas de PDVSA realizada el 26 de agosto, el superministro Ramírez se comprometió a hacer la entrega “la semana que viene”. Se sabe que la firma KPMG hizo su trabajo al consignar ante el Directorio de PDVSA el documento de la auditoria. Si se ha demorado la entrega del informe de 2003, con más razones se retardará la de 2004 y 2005, porque en esos años proliferaron las irregularidades, comenzando por la distracción de fondos (US$ 3.515 millones) que debieron ser vendidos al BCV y cuyo destino se desconoce. Afortunadamente para la dirigencia de PDVSA, con el lema “un solo Gobierno”, en Venezuela no existe la Contraloría ni el Ministerio Público, porque todos ellos son parte del Poder Ejecutivo.

(*): Lea también, (%=Link(8344602,»Todo el poder para el Estado»)%)

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba