El Jeque Yamani tiene años enterrando la OPEP

Hace cuatro décadas se reunieron los principales países exportadores de petróleo para fundar la Oraganización de Países Exportadores de Petróleo (%=Link(«http://www.opec.org/»,»OPEP»)%). En el marco del mes aniversario de esta organización los mandatarios de sus países miembros se darán cita en Caracas. Pocos días antes de que se celebre la (%=Link(«http://www.opecsummit.org»,» II Cumbre»)%) de Soberanos y de Jefes de Estado (27 y 28 de setiembre), el experto petrolero Mazhar Al-Shereidah avaló la decisión de Venezuela de “convocar la voluntad de los países miembros de la OPEP —cuando reina un ambiente de total normalidad, y se observa una sana recuperación de los precios y de la demanda— con la finalidad de buscar las vías que le proporcionen al mercado el mayor grado de estabilidad”.

A juicio de Al-Shereidah la OPEP no tiene capacidad para fijar los precios del petróleo, y está haciendo su mayor esfuerzo al respecto al garantizar el suministro al mercado. Está más en manos de los principales consumidores aliviar la situación de los precios, al facilitarles las condiciones a aquellos países con reservas muy ricas y que actualmente se encuentran bajo embargo para que regresen al mercado con plena capacidad y contribuyan con las necesidades de los consumidores.

VA – Hay analistas que señalan que esta segunda Cumbre de Jefes de Estados no es conveniente en estos momentos. Algunos argumentan que la Opep es una institución anacrónica y otros que al introducir temas políticos perdería relevancia la Cumbre, ¿cuál es su opinión al respecto?

Venezuela tiene el mérito de haber diagnosticado el momento oportuno para convocar en Caracas las voluntades de los países miembros de la OPEP y de otros importantes países exportadores de petróleo, con la finalidad de buscar las vías y modalidades que le proporcionen al mercado el mayor grado posible de estabilidad y de predictibilidad. En esta Cumbre no se va a plantear ninguna temática política. Se realiza cuando se celebra el 40 aniversario de la OPEP y se produce, además, en circunstancias muy distintas a la primera Cumbre. En ese momento los recuerdos de la guerra árabe-israelí de octubre del 73 y el subsiguiente embargo petrolero árabe —que ocasionó un brusco incremento en los precios— difiere enormemente del ambiente actual. En aquellas circunstancias, la Cumbre se celebró en medio del antagonismo característico de la Guerra Fría, del enfrentamiento de las ideologías y de los sistemas políticos. Hoy en día nada de eso está sobre el tapete. Observamos una sana situación de recuperación de la demanda y de los precios, en un ambiente de total normalidad, en el cual están funcionando las fuerzas del mercado y no las motivaciones político-militares.

VA – A pesar del aumento que acaba de decidir la OPEP de 800.000 mil barriles, los precios no han bajado y, entre otras razones, se argumenta que países de esta organización petrolera tenían una sobreproducción, y que ya había 700.000 barriles en el mercado. Esto nos hace pensar, en primer lugar, que la OPEP ya estaba produciendo por encima de la cuota que ellos mismos han fijado y en segundo lugar que no tienen credibilidad los acuerdos de la OPEP, ¿qué opina usted?

Pienso que a lo largo de la historia de la OPEP y del mercado en general, una leve sobreproducción dentro de ciertas dimensiones no es tan preocupante. No era ningún secreto que efectivamente la OPEP estaba produciendo aproximadamente 600.000 barriles por encima de la cuota establecida. Sin embargo, eso no afecta la credibilidad y la mejor demostración de ello es que el precio estaba subiendo simultáneamente con el incremento de la oferta por parte de la OPEP, lo cual es un signo sano. De no haberse anticipado los países de la OPEP a esta situación las cotizaciones de los precios estarían en un nivel más alto y entonces habría mayor preocupación en el mercado. Vale la pena recordar que esta circunstancia dista mucho de otras anteriores, como, por ejemplo, cuando Venezuela sola estaba sobreproduciendo 600.000 barriles o cuando Venezuela, nada más, estaba sobreproduciendo aproximadamente 900.000 barriles por encima de la cuota. Eso explica aquellas bajas, bruscas y viles del precio.

Es un insulto a la teoría económica decir que la OPEP es un cartel

A juicio de Al-Shereidah la OPEP no tiene capacidad para fijar los precios del petróleo, y está haciendo su mayor esfuerzo al respecto al garantizar el suministro al mercado. Está más en manos de los principales consumidores aliviar la situación de los precios, al facilitarle las condiciones a aquellos países con reservas muy ricas y que actualmente se encuentran bajo embargo para que regresen al mercado con plena capacidad y contribuyan con las necesidades de los consumidores.

VA – A la OPEP siempre se le califica de cartel aunque la propia OPEP rechaza esta denominación. En su opinión, ¿esta organización petrolera carteliza los precios?

Un cartel domina, controla los mercados y reparte los mismos entre sus miembros. El mercado está constituido por productos refinados y la OPEP lo que exporta son crudos. Además, la OPEP tiene una participación en la producción mundial del 37%, alguien que tiene el 37 % no puede controlar. Un cartel acuerda inversiones conjuntas para que no haya capacidad excesiva. Pero la historia de la OPEP demuestra todo lo contrario. En los últimos 20 años, la mayoría de los países miembros de la OPEP nacionalizaron sus industrias petroleras. Por consiguiente, cada compañía nacional planifica sus inversiones en exploración independientemente del resto de la OPEP, y esto es lo que explica por qué en un país existe una capacidad de producción cerrada de 3.000.000 y el otro está produciendo a “full” capacidad. Es un insulto a la teoría económica más elemental decir que la OPEP es un cartel.

¡Larga vida a la era del petróleo!

A diferencia de lo que declaró recientemente el jeque Ahmed Zaki Yamani de Arabia Saudita -sobre el final de la era del petróleo, Al-Shereidah descalifica esta posición y por el contrario sostiene que el petróleo, en la medida en que su precio permita incrementar las reservas para ponerlas a la disposición de los consumidores, será un importante organismo energético mundial. En otras palabras, ahora es cuando tiene vida por delante la era del crudo.

VA – Leímos recientemente unas declaraciones del jeque Yamani en las que decía que la era del petróleo está por terminar, pero no por falta de crudo. De ser esto cierto, ¿cree usted que los países productores se están preparando para el momento en el que el petróleo no sea el motor fundamental de la sociedad?

El jeque Yamani y su prestigioso Instituto de Estudios Energéticos Globales en Londres organizaron un evento internacional muy concurrido, hace unos cinco años, cuyo título era “¿Sobrevivirá la OPEP?”. El Jeque Yamani viene enterrando a la OPEP desde que fue despedido de su cargo de ministro y se enteró de sus destitución por radio, después de haber servido durante casi 25 años. Creo que Yamani no está en condiciones de predecir la demanda mundial futura. Por otra parte, hay que tomar en cuenta que la mitad de la población mundial actual, aproximadamente tres mil millones de personas, no tienen acceso al petróleo como fuente de energía. En el momento en que los países más desarrollados tengan unos cuantos millones de carros funcionando sin gasolina, también existirán millones de nuevos consumidores en los países en vía de desarrollo que estarían incorporando el kerosén como combustible para cocinar y utilizando la bicicleta como medio de transporte. Ahí está el futuro de la demanda del petróleo. El petróleo, en la medida en que su precio permita incrementar las reservas para ponerlas a la disposición de los consumidores, será un energético mundial.

VA – ¿Es bueno para la OPEP que se incorpore Rusia como miembro?

Yo pienso que sí, siempre y cuando Rusia expresa directamente y formalmente su decisión. Creo que es bueno porque Rusia es el segundo país productor de petróleo del mundo. Esto aumentaría la importancia de la OPEP ya que contaría con más barriles. Hay que recordar, ahora sin los problemas ideológicos y políticos de antes, Rusia se asemeja a cualquier país de Europa, aunque quizá con indicadores socioeconómicos cercanos a los del Tercer Mundo.

VA – Enfocándonos en Venezuela, ¿usted cree que es conveniente la apertura petrolera para Venezuela?

La apertura, independientemente de mi opinión, es una decisión que el Estado ha tomado, tanto en la V como en la IV República. Lo que sí me preocupa es que en la administración anterior el Plan Petrolero tenía previstas inversiones en el orden de los 65 mil millones de dólares, con el principal propósito de descubrir 40 millardos de barriles de crudos livianos y medianos. Esta suma de las inversiones fue reducida en el actual plan a 55 millardos de dólares con el objetivo de descubrir 20 millardos de barriles de crudos livianos. Es decir, la meta se disminuye en 50 por ciento, pero los recursos se reducen solamente en un pequeño porcentaje. De manera que, ahora descubrir un barril de petróleo cuesta casi el doble que en el pasado. Así que esto hay que verlo muy de cerca para verificar la pertinencia de este plan.