Economía

El uso óptimo de las reservas venezolanas de hidrocarburos

AR presenta una síntesis libre del artículo de Saúl Guerrero, Luis A. Pacheco e Ignacio Layrisse, ex ejecutivos de PDVSA, aparecido en la revista Midlle East Economic Survey (MEES) el 14 de Junio 2004. El artículo se refiere al uso de la Orimulsión y la explotación de la Faja del Orinoco. Es una respuesta a uno sobre el mismo tema del Dr. Bernard Mommer, actual Director Gerente de PDVSA en Londres, donde se propicia la eliminación de la Orimulsión. Según el presente artículo, no existe ninguna razón valedera para haber eliminado la Orimulsión. Las reservas naturales venezolanas son muy amplias, la Orimulsión está fuera de las cuotas de la OPEP, es un negocio auto-sustentable que generaba ingresos y ganancias adicionales, y no competía en el mercado de crudo o fuel oil.

Saúl Guerrero
Ex Gerente Comercio y Suministro de Bitor
Luis A. Pacheco
Ex –Director Ejecutivo de Planificación de PDVSA
Ignacio Layrisse
Ex –Director de Producción de PDVSA
MEES, 14 Junio 2004

Cualquier país bendecido con una cantidad de hidrocarburos, sean estos bitúmenes, petróleos extra-pesados, o pesados, que alcanzan la cantidad de 276.000 millones de barriles, tendría que preguntarse constantemente sí es posible transformar – en forma exitosa – esta fuente potencial de riqueza en un flujo de ingresos sostenido que optimizase el valor total de mercado de estas reservas dentro de un lapso temporal viable. Este es el caso de Venezuela, miembro fundador de la OPEP, cuyas reservas de crudo, gas y bitumen son el reservorio de hidrocarburos más grande del hemisferio occidental.

Enfrentados con este reto sobrecogedor, esperaríamos que en una compañía internacional de energía la visión de un alto gerente fuese la de promover:

a. Creatividad tecnológica que conduzca a la diversificación de los productos energéticos de manera tal que pueda satisfacerse la demanda presente y anticipar el futuro del mercado de la energía (transporte, industria, y generación de poder).
b. Una defensa vigorosa de la participación de mercado y la creación de nuevas oportunidades, y finalmente,
c. Una política cuidadosamente diseñada destinada a atraer el capital necesario para mantener la dinámica de la inversión.

Aun en las condiciones expansivas más agresivas, un país como Venezuela tardaría cuando menos 150 años para explotar las reservas de crudos extra-pesados que supuestamente existen en la Faja del Orinoco, sin tomar en cuenta las otras actividades relacionadas con el desarrollo de la explotación de los crudos convencionales, gas e hidroelectricidad. El hecho de que Venezuela es un país en desarrollo indica que debería tener sus opciones abiertas con relación al potencial económico de sus distintos tipos de reservas de hidrocarburos.

En un artículo reciente (MEES, 15 Marzo), el Dr. Bernard Mommer analiza las opciones que a través de los años fueron adoptadas por la industria petrolera venezolana para desarrollar las sustanciales reservas de la Faja del Orinoco. Escogió la opción más reciente, la Orimulsión, como el blanco de un análisis crítico y sesgado, y por tanto dedicaremos la mayor parte de este artículo a revisar los argumentos que utiliza para cuestionar el papel de la Orimulsión en el uso óptimo de las reservas venezolanas de hidrocarburos.

Orimulsión-Una opción estratégica

La Orimulsión, una emulsión de bitumen en agua desarrollada por INTEVEP, el instituto de investigación de PDVSA en los ochenta, se introdujo comercialmente al mercado al comienzo de los noventa como un combustible para la generación de poder. Desde entonces ha generado ventas por más de US$ 1.200 millones para un tonelaje total de más de 50 millones de toneladas.

En toda su historia, la tecnología y la I&D venezolanas nunca han producido otro producto tan exitoso comercialmente como la Orimulsión. La decisión reciente de PDVSA y del Ministro de Energía y Minas de Venezuela de virtualmente eliminar esta invención venezolana a pesar de ventas sostenidas por US$ 200 millones anuales desde 2000, plantea el interrogante de cuáles son las verdaderas motivaciones de una decisión intemperante, que ya ha generado una demanda de US$ 2.000 millones contra PDVSA por no haber cumplido con la obligación de suplir Orimulsión a una planta en Canadá, la primera de este tipo de demanda en toda su historia.

Un hecho muy importante sobre el cual descansa la mayoría de los argumentos relacionados con la Orimulsión es que ella no se cuenta dentro de la cuota venezolana de la OPEP. Ello no es una decisión arbitraria. Desde el inicio del desarrollo de la Orimulsión, los estrategas en PDVSA reconocieron que la Orimulsión estaba orientada a un mercado totalmente diferente al de la OPEP, específicamente a la generación de electricidad a carga base, opuesto al mercado de transporte que es el objetivo al cual el petróleo crudo y sus productos están dirigidos.

El nivel astronómico de las reservas de Venezuela fortalece esta línea de razonamiento. El hecho cierto es que la Orimulsión no compite ni desplaza ninguna otra opción dentro de las cuotas de la OPEP para Venezuela. Lo que si hace la Orimulsión, es ampliar la presencia de Venezuela en el mercado de energía con un producto único, y abre nuevos canales ampliando los muy necesarios ingresos por ventas fuera de los techos de la OPEP, que podrían ser utilizados para combatir la pobreza endémica de nuestro país. ¿Por qué entonces, ese rencoroso y defectuoso ataque contra el producto?

La Orimulsión como negocio

Habiendo aclarado que la Orimulsión es un bitumen (lo cual se define por su grado de viscosidad y está en concordancia con su clasificación en el Código Aduanero 27.14.90), el cual no está sujeto a las cuotas de la OPEP y el hecho de las amplísimas reservas venezolanas, pasaremos a los dos argumentos fundamentales que utiliza el Dr. Mommer para criticar el negocio de la Orimulsión.

1. La Orimulsión no pueda pagar el mismo nivel de regalía o de impuesto sobre la renta que una mezcla o un crudo mejorado.

Este argumento es falaz puesto que la Orimulsión, como el gas o el carbón (ambos producidos por Venezuela) no es petróleo tradicional, y en consecuencia se estaría comparando cosas diferentes. Es más, como argumentamos anteriormente, la Orimulsión no está dentro de las cuotas OPEP. Las reservas extra-pesadas de hidrocarburos venezolanas son para propósitos prácticos infinitas y en el año 2000 la Orimulsión era un negocio que se auto-sostenía, generando suficiente flujo de caja, contratos y compromisos de largo plazo e interés de los inversionistas en módulos futuros de producción.

Nadie cuestiona que en la situación actual del mercado las mezclas y los petróleos sintéticos o mejorados sean buenas opciones de negocios. Lo que el Dr. Mommer deja de lado es que Venezuela, u otro país de la OPEP, al llegar a su nivel de cuota, no debería producir por encima de la misma y por tanto la regalía o impuestos de este exceso tienden a cero. En otras palabras, la Orimulsión puede generar ingresos adicionales al país, sin límites en su producción debido a las restricciones de las cuotas de la OPEP.

Desde el 2000 los ingresos reportados por Bitor promedian alrededor de US$ 200 millones por año con ventas de 6 millones de toneladas anuales. Con la eliminación de la Orimulsión esta fuente de valiosos ingresos para Venezuela desaparece, y también el plan de negocios que habría incrementado los precios en 50% y hubiese llevado la producción total, gracias a la inversión extranjera, a superar las 24 millones de toneladas anuales (más de 400.000 barriles por día). Se debe enfatizar que la afirmación del Dr. Mommer según la cual el costo de oportunidad para PDVSA 2002 de vender Orimulsión en vez de mezclas era de US $ 290 millones es algebraicamente correcto, pero que así mismo refleja una terrible incomprensión del término “costo de oportunidad”, y del contexto del negocio.

Si se hacen tres supuestos simples:

a. La Orimulsión se vende fuera de los techos de la producción de los crudos.

b. PDVSA estaría en la posición de cumplir completamente con su cuota OPEP desde el punto de vista operacional.

d. Orimulsión en el 2002 era un negocio auto-sostenido focalizado exclusivamente en el mercado de generación de poder.

Entonces se puede concluir:

a. Sí la Orimulsión no hubiese existido en 2002, los ingresos totales obtenidos por PDVSA de los volumenes bajo la cuota OPEP en 2002 no hubiesen sido diferentes, y mucho menos habrían aumentado en US $ 290 millones tal como afirma el Dr. Mommer.

b. Gracias a la existencia de la Orimulsión, la economía venezolana se incrementó durante 2002 en US$ 200 millones de exportación, fuera de las cuotas de la OPEP, y PDVSA pudo reportar una ganancia adicional de US$ 60 millones.

La verdad simple es que la Orimulsión es un buen negocio, pagando una tasa impositiva como todos los demás negocios no petroleros en Venezuela, y además capaz de pagar una tasa de regalía de 16,66%. No existe ninguna razón financiera sólida para eliminar el negocio de la Orimulsión. Uno está tentado a preguntar cuales son las verdaderas razones detrás de la campaña en su contra.

2. La competencia entre la Orimulsión y el Fuel Oil socava el valor general de los crudos.

Es imposible dar algún crédito a este argumento. La Orimulsión no es sino una gota en el océano en el mercado de crudo o fuel oil, y permanecerá así, sin importar cuanto se expanda la producción en Venezuela. El mercado de la Orimulsión está separado del mercado de PDVSA para el crudo o el fuel oil, tanto geográficamente (Asía, Canadá e Italia versus USA, Europa y Sur América) como con respecto al usuario final (generación de electricidad versus el transporte y la industria). Sin embargo, PDVSA y el Ministerio de Energía y Minas deberían ser vigilantes en que el usuario final de la Orimulsión no lo use para fabricar asfalto o alimento para las refinerías. Con esta precaución, no existe campo para la competencia entre la Orimulsión y los crudos o el fuel oil, y en consecuencia que ella pueda producir debilitamiento de los precios en el mercado petrolero.

Para Venezuela la Orimulsión es una opción, un bono fuera del tradicional techo de producción de las cuotas

En su primera década la Orimulsión estableció un registro exitoso, tanto técnicamente como desde el ángulo ambiental o comercial, como producto en mercados energéticos Premium. En el año 2002 su expansión debía llevar la producción de 6 millones de toneladas a más de 24 millones por año, con especial énfasis en el mercado Asiático. Su penetración fue exitosa en países donde la generación de electricidad estaba dominada por la importación de gas y turbinas de gas, y la importación de gas y carbón. Y la nueva generación de motores Wartsila en el rango de 75-300 mw ha confirmado sin ninguna duda que la opción de la Orimulsión fue una vision que dio en el blanco.

Pareciera que la Orimulsión se ha transformado en un blanco ideológico que necesita ser derribado porque ha sido incorrectamente identificado por el Dr. Mommer como un instrumento creado por la gerencia de PDVSA antes de 1999 para debilitar la OPEP, y destruir el valor de las reservas de la Faja del Orinoco. La ideología y los negocios no son buenos compañeros. Parafraseando al Dr. Freud, un cigarro puede ser considerado como símbolo de muchas conjeturas, pero puede ser tambien simplemente un muy buen cigarro.

Comentarios finales

Retornamos a nuestros comentarios iniciales. ¿Cómo puede Venezuela desarrollar su potencial de hidrocarburos dentro de un horizonte de tiempo relevante? Las reservas naturales son simplemente demasiado elevadas y dependientes del tiempo para aceptar un simple diktat donde todo lo que no pueda ser vendido al precio “más alto” sea eliminado como una opción viable. Como cualquier gerente calificado de la industria venezolana sabía, todos los contratos futuros de la Orimulsión se estaban acercando al valor que un combustible como la Orimulsión podía esperar en el mercado de la generación eléctrica, y este nivel es tan interesante para Venezuela como cualquier otra opción. La Orimulsión puede expandir nuestra participación de mercado, soportada en sus características de buen manejo y de combustión, a un precio consistente con el mercado en el cual participa, compitiendo con el gas y el carbón. Es un negocio en crecimiento, con contratos de largo plazo, reconocimiento de marca, y clientes (como Canadá e Italia) esperando por más. Venezuela, sí lo desea, puede involucrar al capital privado en su desarrollo. La Orimulsión no es el único camino, y ciertamente necesitará evolucionar como lo hace cualquier producto saludable y robusto en el mercado. Ha sobrevivido la batalla de la participación de mercado probando su fuerza como soldado para obtener ganancias, hombro a hombro con los crudos mejorados, mezclas y el resto que será necesario para en una larga campaña aún por delante para efectivamente desarrollar, contra reloj, las vastas reservas de hidrocarburos de Venezuela.

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