Economía

Expansión de Nafta a todo el hemisferio

Chicago (AIPE)- Estados Unidos y Chile han comenzado negociaciones para un pacto de libre comercio que podría ser el comienzo de un acuerdo hemisférico. Una manera lógica de lograrlo es expandiendo (%=Link(«http://www.mac.doc.gov/nafta/nafta2.htm»,»Nafta»)%), el muy exitoso tratado de libre comercio entre México, Canadá y Estados Unidos. Un primer paso sería incluir en Nafta no solamente a Chile, sino también a Argentina y a Uruguay, las otras dos naciones democráticas del Cono Sur que últimamente han confrontado graves problemas económicos.

Una complicación es que Argentina y Uruguay, lo mismo que Brasil y Paraguay, forman parte de (%=Link(«http://www.guia-mercosur.com/»,»Mercosur»)%). Pero ese tratado, aunque comenzó bastante bien, se empantanó por las disputas surgidas tras la devaluación brasileña, la imposición de cuotas de importación, acusaciones de «dumping» y las controversias sobre el contenido local requerido en la industria automotor. Como resultado, el éxito de Mercosur en ampliar el comercio ha sido muy limitado. El comercio interno de Mercosur totaliza apenas el 20% de sus exportaciones e importaciones y las exportaciones totales del Cono Sur han aumentado muy lentamente. Argentina exporta apenas un poco más del 10% de su PIB, mientras que la pequeña Uruguay, con una población de menos de cuatro millones de habitantes, apenas exporta el 12% de sus productos.

En mi reciente visita al Cono Sur encontré gran pesimismo económico. El ingreso de los argentinos se ha reducido en los dos últimos años y no da señales de mejoría, mientras que el desempleo en Uruguay a aumentado a 15%. Chile está comenzando a crecer de nuevo, luego de varios años malos, pero el desempleo también ha aumentado rápidamente y se mantiene por encima del 10%.

Todos los economistas y funcionarios gubernamentales con quienes conversé en estos países están de acuerdo en que el ingreso a Nafta traería enormes beneficios a sus economías. No sólo expandiría su mercado de exportaciones, sino que atraería más inversión extranjera, obligaría a reformar las políticas laborales y aportaría presiones competitivas a sus mercados de telecomunicaciones y de energía. Los inversionistas extranjeros se han desanimado por las prácticas laborales restrictivas existentes en Argentina y Uruguay, como también por el mercado cerrado en las telecomunicaciones y en otras industrias básicas en Uruguay.

La evidencia cumulativa del efecto de Nafta en México aporta grandes esperanzas a las otras naciones latinoamericanas. Las exportaciones mexicanas a sus vecinos del norte crecieron a tasas espectaculares luego de la firma del tratado en 1994 y ahora representan el 90% de todas las exportaciones mexicanas. Las importaciones del Canadá y Estados Unidos crecieron casi tan rápidamente, por lo que también representan gran parte de sus importaciones. El ingreso de los mexicanos ha estado creciendo a más de 5% anualmente y se espera que alcance 7% el año próximo. Por su parte, las inversiones extranjeras han crecido aún más rápidamente.

Las ventajas de Nafta para las naciones sudamericanas no serían tan dramáticas como han sido para México, debido a que gozan de menos afinidad económica con Estados Unidos. Pero también se beneficiarían mucho al tener libre acceso al mercado norteamericano, como también a recursos tanto financieros y de otros tipos.

Una preocupación expresada por líderes gubernamentales sudamericanos es si el clima político actual en Estados Unidos es el adecuado. Aunque el presidente-electo George W. Bush apoya el libre comercio, especialmente en nuestro hemisferio, hay muchas presiones proteccionistas en el nuevo Congreso. Los congresistas le temen a las consecuencias de las pérdidas de puestos de trabajo en sus distritos, provocadas por la expansión de Nafta.

Habría que hacerle ver al público norteamericano que ninguna de las amenazas y predicciones negativas de (%=Link(«http://www.perot.org/»,»Ross Perot»)%) y de otros políticos proteccionistas se hicieron realidad con Nafta. El mercado laboral sigue fuerte y la caída del empleo en ciertas industrias afectadas por importaciones baratas de México ha sido contrarrestada por la mayor demanda de mano de obra en las industrias que han aumentado sus exportaciones a México. A fin de cuentas, tanto Canadá como Estados Unidos se han beneficiado, pero México se ha beneficiado aún más.

Un tema delicado sobre el acceso de Uruguay y Argentina a Nafta es que Estados Unidos actualmente restringe severamente las importaciones de carne y cereales, importantes productos de exportación de ambas naciones. Pero quizá las cuotas no satisfechas por Australia y Nueva Zelanda, países que prefieren vender su carne a otras naciones asiáticas, podrían ser traspasadas a naciones del Cono Sur, a cambio de que estas abran sus mercados de telecomunicaciones y de otros productos.

El gran éxito alcanzado por Nafta es el mejor argumento tanto político como económico para su expansión hemisférica. Chile, Argentina y Uruguay son tres buenos candidatos iniciales, por sus gobiernos democráticos, sus reformas económicas y sus actuales problemas. Pero su ingreso debe ser considerado sólo como un primer paso al libre comercio hemisférico. Ninguna otra cosa produciría tan grandes beneficios para toda la región.©

Premio Nobel 1992, profesor de economía de la Universidad de Chicago.
Artículo de la Agencia de Prensa (%=Link(«http://www.aipenet.com/»,»AIPE©»)%) para Venezuela Analítica

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