Economía

Gobernabilidad y Crecimiento Económico

Revisando los trabajos de los colegas Daniel Kaufmann y Aart Kraay, me encontré con un tema bien actual sobre la gobernabilidad, la cual ellos definen como las instituciones y tradiciones por donde se ejerce la autoridad en un país. También sirve como indicador de la capacidad que tiene un país de utilizar eficientemente sus propios recursos para luchar contra sus problemas.

Para realizar un indicador de gobernabilidad, estos dos personajes tomaron en cuenta 6 categorías (la creación de estos indicadores se basó en 25 fuentes de datos separadas de 16 organizaciones diferentes, abarcando el comportamiento de casi 160 países en un período de 4 años), las cuales son:

1. Rendición de cuentas
2. Estabilidad Política y ausencia de violencia
3. Eficacia Gubernamental
4. Calidad del marco regulatorio
5. Estado de derecho
6. Control de corrupción.

A través de estos aspectos encontraron que existe una elevada ganancia generada de una buena gobernabilidad, aquellos países que tenían buenos resultados en los aspectos anteriores, podían esperar un aumento de hasta CUATRO VECES EN SU INGRESO PER CAPITA a largo plazo, además de importantes mejoras en sus índices sociales (educación y salud). Si examinamos cualquier país desarrollado vs. uno “en desarrollo”, nos damos cuenta fácilmente de las abismales diferencias en estas categorías.

Al revisar los 6 aspectos nombrados, nos damos cuenta que Venezuela tiene serias dificultades en cada uno de ellos. La inestabilidad política, el incentivo a la violencia por parte de voceros gubernamentales, la poca eficiencia pública, la inexistencia de un marco regulatorio y de rendición de cuentas y el incremento exponencial de la corrupción crean un caldo de cultivo muy peligroso, que mina la credibilidad y sienta las bases para la ingobernabilidad. La desobediencia civil es propiciada por la propia acción gubernamental.

Por otra parte, el conocido David Dollar destaca “que en la debilidad institucional está la raíz del subdesarrollo”. Donde ha habido instituciones fuertes, el crecimiento es más rápido y sostenible, que donde las instituciones son frágiles. El nivel de las instituciones dicta la pauta sobre cómo se usarán los recursos que lleguen de ayuda extranjera. Si los niveles de corrupción son altos, la ayuda se diluirá sin alcanzar las reformas acordadas, pero si hay buenas instituciones, la ayuda financiera acelerará el crecimiento. Al final las instituciones forman los pilares fundamentales donde se erige una sociedad.

Nuestro país es ejemplo de que las mejoras en la calidad institucional no son sólo consecuencia del crecimiento económico (hasta la década de los setenta uno de los países con mayor crecimiento, pero con muy débiles instituciones), también hace falta compromiso político para comprender la importancia del tema.

En la actualidad, el deterioro de las instituciones junto a los paupérrimos niveles de gobernabilidad, hacen que la incertidumbre forme parte de la ecuación “INVERTIR EN VENEZUELA”.

Ante tales niveles de incertidumbre, es imposible que nuestro país retome la senda del crecimiento y por lo tanto empiece a disminuir los elevados niveles de pobreza. Ningún inversionista vendrá y arriesgará capital, ante los inminentes peligros que corre su capital.

* Economista

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