Habrá menos producción
La situación financiera del país se complica, las finanzas públicas de igual manera lucen cada vez más turbulentas, la severa caída del aparato productivo nacional como consecuencia de las políticas económicas que adelanta el actual gobierno así como también las expropiaciones de fábricas, fundos agropecuarios, desarrollos inmobiliarios etc. Han coadyuvado en una merma significativa de la producción de los principales rubros de consumo en nuestro país.
La espiral de subida de precios de los alimentos en el mercado internacional, ya causa preocupación en la Organización de Naciones Unidas y de los principales gobiernos del mundo. Esta situación, aunada a la reciente devaluación de nuestro signo monetario, tendrá un severo impacto al elevar de manera significativa el costo de alimentos, medicina y bienes en general, que disfrutaban de la tasa preferencial de 2,60Bs/$.
La decisión de posponer el incremento del IVA, del impuesto al débito bancario y otros impuestos alejan los incrementos necesarios para enjugar, al menos parcialmente, el creciente déficit fiscal. Este ingreso por la vía de impuestos adicionales deberá ser compensado con una mayor contribución de parte de la única fuente adicional de la que puede disponer el gobierno nacional que no es otra que la estatal petrolera. Las disponibilidades de fondos de la petrolera presentan de igual manera signos importantes de agotamiento.
Las demandas laborales insatisfechas, las crecientes deudas con sus suplidores de bienes y servicios, las obligaciones con sus socios en las asociaciones existentes, los financiamientos en las ventas de crudos y derivados impuestos por el gobierno venezolano como consecuencia de sus programas de asistencia internacional, el elevado endeudamiento externo de las empresas constituyen un marco muy desfavorable desde el punto de vista financiero. Esta situación compromete severamente la capacidad de la petrolera en satisfacer sus propias necesidades de inversión para poder reanimar la alicaída producción nacional de crudo.
No obstante lo anterior, Pdvsa hace esfuerzos importantes para incrementar la producción de crudo y en tal sentido ha urgido a sus distintos asociados a realizar los esfuerzos e inversiones necesarias tanto para incrementar la producción de crudo en campos existentes como para la explotación y producción temprana de nuevos campos productores, en especial localizados en la faja del Orinoco.
Pdvsa ha anunciado una reducción de un 60% en su programa de inversión para el 2011 con respecto al logrado el pasado 2010, lo que lleva a pensar que la producción propia recibirá una reducción adicional en el 2011 y la producción lejos de recuperarse presentara una nueva reducción durante el año en curso. Sin embargo, esto pudiera compensarse con los incrementos de producción en los campos con presencia de socios extranjeros.
De igual manera los aportes a la producción nacional de crudos que pudieran realizar las explotaciones tempranas de las nuevas asociaciones. El tema es que todo ello pasa por la creciente desconfianza de los inversionistas extranjeros con el gobierno venezolano ante el afán de expropiaciones y ante la morosidad de presenta la estatal petrolera. La tarea asignada a Pdvsa de incrementar producción luce muy cuesta arriba, pues los recursos con los que ha de enfrentar el reto fijado parecen desproporcionadamente bajos
