Economía

La caída del euro y el precio del petróleo

A raíz de dos e-mails que me llegaron pidiéndome información (¡ojalá me pagaran por eso, porque sería millonario!) sobre el posible efecto del aumento del petróleo en la economía europea y la bajada del euro, su moneda común, además de otro correo electrónico referido a los efectos de los precios petroleros en la economía de los países «en vías de desarrollo» (subdesarrollados) no productores del oro negro.

Tal vez deberíamos comenzar haciendo referencia a los precios relativos, considerando el efecto de la inflación, indexando, y hablando del precio real en vez del precio actual. En precios reales, ninguno de esos países está pagando un precio superior al que cancelaron en 1990, y está muy lejos de los precios alcanzados en 1980 y 1981. Por lo tanto, no es ninguna situación novedosa ni para los países ricos consumidores netos ni para los consumidores.

Consideremos también que muchas de las compañías petroleras transnacionales tienen su sede en países consumidores (Repsol, Elf-Total-Fina, Royal-Dutch Shell, ENI, Veba 0il, etc.), y que algunos de los europeos son exportadores, como el Reino Unido y Noruega. Así que las cosas no son en blanco y negro, sino que hay muchas tonalidades de gris, y eso que todavía no hemos considerado el tema de los impuestos que recaudan los países consumidores. Ahora veamos un asunto de «justicia»: ¿cuál de los países consumidores netos (ricos y pobres) compartió con los países de la (%=Link(«http://www.opec.org/ «,»OPEP «)%) los beneficios que obtuvieron de la anterior etapa de los precios bajos, cuando los productores (países, trabajadores y empresas) estaban al borde de la quiebra?

La inversión de las ganancias que hizo cada uno de los gobiernos de los países es arena de otro costal, un tema que no consideraremos aquí, así que no siempre al ganar por mayores ingresos petroleros se beneficia la economía completa, pero considerando ese negocio en particular, los ganadores son los productores petroleros (países y empresas) y algunos gobiernos de los países consumidores (particularmente, en Europa) que cobran altos impuestos. De paso, los impuestos internos en algunos países, como por ejemplo, Francia o Bélgica, podrían servir como estabilizador del precio final.

Precio y crecimiento

Se dice que el aumento del precio de la energía podría incidir en el crecimiento económico de muchos países consumidores. Espero que nadie sostenga con seriedad estos argumentos (acepto que sea un politiquero, porque los hay en todo el mundo, y hasta dicen cosas peores), porque no estarían sino aceptando la debilidad de su propia economía o del modelo que tiene, ya que a nadie se le ocurre pensar que un grupo de grandes y pequeñas economías están basando su (política de) crecimiento económico en una sola materia prima, por más importante que sea. Si algún gobierno lo está haciendo, sus ciudadanos deberían reclamárselo, porque tiene un comportamiento tan irresponsable como la política económica del gobierno de Rafael Caldera (si no hubiera sido por su mala gestión, hoy (%=Link(«http://analitica.com/bitblioteca/hchavez/default.asp «,»Hugo Chávez»)%) no sería presidente), basada toda en base a una megaexpansión petrolera que ni siquiera con los precios altos de hoy en día puede ser considerada como racional.

Con respecto a los países pobres que no producen petróleo, pues debemos dejarnos de populismo y decir que si alguien está mal, muy probablemente se debe a muchísimos errores cometidos por sus erradas políticas económicas, y no solamente al petróleo. Por cierto, también deberíamos preguntarnos por qué no le sacaron provecho a los precios bajos que tuvo el combustible en la mayor parte de las décadas de 1980 y 1990 para salir de la pobreza. El asunto viene por la llamada «autodefensa mental», es decir, uno siempre trata de atribuir la culpa por las cosas malas que ocurren a otras personas o países, porque uno siempre es impoluto. Así como nadie choca por su culpa sino por razones ajenas, también los otros países son los culpables ideales para la mayoría de los políticos en todo el mundo, y hasta muchos gobernantes suelen ganarse indulgencias de la oposición cuando hace algo de eso, es decir, «unifican» a su país y su opinión pública.

Precios y crisis

Cuando hubo el aumento de los precios petroleros en 1973, efectivamente, muchas naciones se vieron afectadas, particularmente los países desarrollados. Pero si sufrieron sus efectos fue porque ya sus economías estaban recalentadas debido, entre otras razones, a la prolongada expansión acompañada por los gastos propios de la Guerra Fría, la Guerra de Vietnam y los programas espaciales. El daño persistió en los Estados Unidos e Inglaterra hasta que llegaron los gobiernos de tintes conservadores de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, mientras que otros países mantuvieron sus esquemas socialistas y populistas. Por eso, mientras el desempleo en Francia ronda el 10%, en EE.UU. está alrededor del 4,5%.No queremos decir con esto que un aumento en los precios petroleros pasará totalmente desapercibido por las economías de los grandes consumidores, pero tampoco debemos magnificar sus posibles efectos. Y hablando de esto último, en las bolsas de valores, con el comportamiento ultranervioso y exagerado que siempre reflejan, es más posible que causen una crisis que en el mercado real, a pesar de la interrelación que hay entre ambos.

La caída del euro

Es muy absurdo atribuir la caída del euro a los precios del petróleo. Pero es interesante observar que, mientras el euro se deprecia, el bolívar se revalúa. Si aquí hubiera habido una devaluación como la experimentada por el euro, el gobierno estaría siendo blanco de todo tipo de críticas, y hasta hubiera perdido aliados importantes. Lamentablemente, si en algo hay consenso en Venezuela es que a todos les gusta un bolívar sobrevaluado para comprar más baratos los preciosos bienes importados, aunque con ello se estén perdiendo o dejando de generar millones de empleos.

Volvamos al caso europeo, según nuestro modesto punto de vista, desde un lugar alejado situado en una zona pobre de un país subdesarrollado (pero en la era del internet la distancia ya no es problema, salvo los inconvenientes causados por (%=Link(«http://www.cantv.com.ve/»,»CANTV»)%)). A mi me parece que en Europa, al igual que en Estados Unidos en la época de Reagan y Bush, están usando las devaluaciones competitivas para disminuir las importaciones, y así aumentar la producción interna y las exportaciones, y con ello, mejorar el empleo. Ya sabemos que los bancos centrales están interviniendo para sostener al euro, lo cual va en contra del mercado. Pero una moneda se deprecia por las salidas de capital, debidas, entre otras razones, a la debilidad relativa de la economía en cuestión («Eurolandia» está bien, pero EE.UU. está mejor), mejores tasas de interés o rendimiento del dinero en una parte que en la otra, menor seguridad (jurídica, nacional, etc.), mejores perspectivas económicas, etc.

En la mayoría de los ítems, EE.UU. le lleva una gran ventaja a Eurolandia (los 11 países donde el Euro es la moneda nacional), así que hay razones más que suficientes para que el euro se siga depreciando, hasta que alcance su punto de equilibrio.

Y respecto al precio del petróleo, como ya Eurolandia viene en un proceso devaluatorio, pues está como en un círculo vicioso, porque la devaluación encarece las importaciones petroleras, lo cual perjudica a la economía y hace que se de más devaluaciones, y así sucesivamente. Si el alza petrolera hubiera agarrado a Eurolandia en un proceso apreciatorio, el cuento tal vez sería otro.

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Economista.
(%=Link(«mailto: [email protected]»,»e-mail: [email protected]»)%)

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