La desinversión
El informe de la Cepal sobre las inversiones extranjeras directas en la América Latina para el finalizado año 2009 nos trae el detalle de las mismas en los diferentes países de la subregión. Como era de esperar el primer lugar y el más atractivo para la inversión extranjera lo representó el Brasil, y en segundo lugar cuando todos hubiésemos esperado que estuviese México, pues apareció Chile, y México ocupó un tercer lugar en las preferencias de inversiones extranjeras en la región. Las inversiones extranjeras en Brasil alcanzaron casi los 26 mil millones de dólares mientras que en Chile y México lo hicieron en 12,7 mil y 11,4 mil millones dólares. Venezuela fue el único país de la región que experimentó un proceso de desinversión en materia de inversiones extranjeras directas por la cantidad de 3,1 mil millones de dólares. Mientras estos tres países recibieron inversiones por 50 mil millones de dólares nuestro país perdió inversiones extranjeras por 3,1 mil millones de dólares.
La simple y fría presentación de estos números no revela la profundidad e implicaciones de los mismos. Los gobiernos socialistas del Brasil y de Chile fueron capaces, como producto de sus políticas económicas, de producir las condiciones para recibir tan cuantiosos volúmenes de recursos. Las políticas adelantadas por el gobierno socialista venezolano de crecientes estatizaciones provocaron la salida de inversiones equivalentes a los dos tercios de toda la inversión extranjera en Centroamérica.
Pero detrás de estas cifras de desinversión hay mucho más que los simples números, no toda la inversión extranjera directa presenta el mismo comportamiento. La inversión financiera especulativa, la llamada capitales golondrina que busca la colocación altamente especulativa, usualmente no deja otra cosa en el país más que eso, especulación y así como ingresa con facilidad, sale del mismo con extrema facilidad y rapidez y su compromiso con el desarrollo del país, es bajo.
Hay otro tipo de inversión extranjera directa que adapta y hace suya las leyes del país donde va, que invierte y desarrolla planes de mediano y largo plazo, que necesita de reglas de juego, de ordenamiento legal estable en el tiempo para poder amortizar sus inversiones y rentabilizar las mismas, que desarrolla recursos humanos, que trae tecnología, técnica, experiencias, que contribuye al desarrollo del país en el buen sentido de la palabra.
Esta inversión compromete no sólo recursos financieros y económicos, también comprometen sus propios recursos humanos en planes de desarrollo en el mediano y largo plazo, moviliza personal y sus familias a nuestro país y en muchas oportunidades estos hacen de este país su país. Es esta inversión la que afanosamente promueven los distintos países en el mundo.
Cuando los gobiernos de turno estatizan estas empresas echan por la borda todo este bagaje cultural, este acervo técnico, tecnológico que las empresas han acumulado a lo largo de los años, esta experiencia de vida, de empresa dificilísima de obtener y de replicar.
Las inversiones en los distintos sectores de la economía, en la industria, en la agricultura que han sufrido los embates de la estatización y la consecuente desinversión, tomará años antes de que puedan recuperarse. La destrucción del aparato productivo nacional ha sido sistemática e implacable en estos últimos años alegando para ello que el mismo será sustituido por un nuevo modelo económico socialista de corte similar al cubano.
