Lo político y lo económico

Otra vez anda por ahí el combatiente mayor debatiendo sobre lo político y lo económico, son cosas que no se entienden. Que si debe concretarse primero un “MERCOSUR Político” antes de un “MERCOSUR Económico”. ¿Alguien lo entiende? — ¿Pero acaso que las asociaciones de actores económicos no provienen de decisiones políticas, como aquella pionera Comunidad Europea del Acero y el Carbón? — ¿Entonces no tendríamos que reorganizar igualmente una “OPEP Política” previa a la otra económica? – ¿Pero es que acaso la decisión de la formación de una asociación de productores de materias primas no es una decisión política? Francamente, no se entiende. El propio galimatías.

Lo político

Si el objetivo de la política es el aumento del bienestar de la población que se representa, la primera clave del bienestar, para ejercer la felicidad, tiene su origen en el control de los recursos económicos disponibles en una región o continente, de donde surgen los conflictos de intereses entre los distintos grupos. Y en la lucha por el control de la riqueza resultan las “guerras” inspiradas por las decisiones políticas

¿Acaso lo que está juego no es sino una repartición mas justa del valor agregado de los negocios internacionales, que están dominados, y cada vez en mayor proporción, por los países industrializados?. Lo que está en juego es una mejor repartición del bienestar, y del acceso a la formación del bienestar.

Lo económico

Ahora, en lo doméstico, el ingreso económico viene del empleo, que viene de una empresa, que viene de una inversión, que se justifica por la existencia de un mercado, que se abre en función de los aranceles. Y está en manos de los políticos fomentar las concertaciones regionales o continentales para que la gente tenga trabajo, coma y se divierta.

La integración regional

Deberíamos ponernos de acuerdo en procedimientos concretos de cooperación regional. Primero entre los países pobres. Después con los ricos. Es verdad que esas coaliciones con los países industrializados, normalmente auspiciados por ellos, deben planificarse con la mayor cautela para evitar salir perdiendo en algunos renglones, como aconteció con los “convenios de reciprocidad comercial”. En este sentido la posición cautelosa del actual gobierno frente al ALCA parece muy razonable. Habría que elaborar cuidadosamente las condiciones comerciales mas provechosas para nuestro estadio de desarrollo.

Pero, por Dios, dejemos ya la prédica que “lo político precede lo económico”, participemos sin tapujos –como se logró en las Comunidades Europeas— en los procesos de integración económica regional, que coadyuven a la obtención de complementaridades y escalas que absorban la sinergia del desarrollo de los bloques posibles. Ya se ha hablado de los “clusters energéticos” para la Región.

Llevar adelante la integración es una decisión política, con fines de la reactivación económica, que es, quien lo duda, el relatorio y la explicación principal de los acontecimientos históricos, incluso aquellos justificados por las acciones religiosas, como las cruzadas medievales, o para eliminar armas biológicas difíciles de encontrar, como en la reciente invasión de Irak. Otra vez, la táctica de la “notion écran” (la versión pantalla) para enmascarar las acciones de apropiación.