Economía

Para comprender los precios del petróleo

Durante 1997 la reducción de los precios del petróleo fue gradual y sistemática, alcanzando el 50% del nivel promedio de los precios en los tres anos anteriores (20 $/barril). Posterior a los acuerdos de Riad en marzo de 1999 y debido fundamentalmente al empuje de la demanda en Asia, los precios comenzaron un proceso de gradual recuperación hasta alcanzar en estos días, niveles no registrados en diez años, cuando los precios fueron perturbados por un nuevo conflicto en el Golfo Pérsico. Dado que Venezuela y por fatalidad depende de ingresos petroleros para sostener la frágil factura fiscal, mucha gente en estas tierras quisiera conocer las razones por las cuales los precios vuelan y caen recurrentemente.

Para comprender como se forman esos precios, es importante conocer que, tanto al petróleo, como al café, la pólvora o las aspirinas, las reglas de la economia aplican con regular continuidad: si la oferta se reduce, los precios suben y viceversa. Esa regla sin embargo, puede ser afectada por shocks políticos o económicos tanto en los mercados donde se produce enviando señales que la oferta puede verse interrumpida, como en los centros de mayor consumo dado por caída o auge en el crecimiento. De manera que, para comprender los precios es necesario además, conocer el funcionamiento del mercado petrolero y el rol de los “especuladores”.

La economía conoce que los precios del petróleo sube y baja en mayor rango en el corto plazo antes que en el largo plazo, aunque en el largo plazo y en términos reales los precios muestran una secular caída. Las razones de orden económico tienen que ver con el hecho que consumidores y productores toman un tiempo para ajustarse ante variaciones tanto en la oferta como en la demanda. Ilustremos con un ejemplo. Hacia finales de 1979, y por reducción de la producción, los países de la OPEP esperaban una pequeña reducción en la demanda por parte de los consumidores, lo cual induciría un alza moderada en sus ingresos petroleros; el precio de esos días era 10 US $ /barril.

La explicación de ese incremento en los ingresos fiscales en el corto plazo se debe a que los productores de refinados requerían tiempo para ajustar su demanda ante el incremento en los precios. Ello vale una explicación adicional. Si por una parte, los consumidores se forman expectativas que los precios se mantendrían altos por un largo periodo, ellos estructurarían planes para ‘economizar” el uso de los combustibles; eso fue lo que ocurrió en los 70 cuando el ajuste a los altos precios condujo al uso de vehículos que consumieran menos combustible; uso más intenso del transporte público y otras alternativas para “racionalizar” el consumo. Lo mismo ocurría con los ajustes en la demanda de combustibles para calefacción. Todo ello trajo como consecuencia una moderación de los precios durante los 80.

Ajustes como este ocurren normalmente en los mercados, en unos los ajustes son más rápidos que en otros. La sustitución de café por té suele ser instantánea por ejemplo. En el caso del petróleo, como la cantidad demandada no varia tan rápidamente, este tiempo es el que utilizan los productores para obtener mayor ingreso y es por ello que Venezuela ha obtenido importantes ingresos fiscales en el pasado, como ahora, para después caer cuando los precios retornan a sus niveles históricos.

Los ajustes en la demanda no son la única razón que produce la caída secular de los precios del petróleo en el largo plazo. Los precios también varían por ajustes y variaciones en la oferta. Cuando los productores de petróleo esperan altos precios por un largo periodo, ellos ejecutan también cambios. Abren operaciones en pozos con mayores costos de explotación e incrementan la exploración y producción de nuevas áreas. En el corto plazo, mayores precios inducen incrementos en la oferta potencial aunque con menor velocidad que en el largo plazo, cuando esta nueva oferta finalmente se hace presente. Este proceso ocurre independientemente que una parte del petróleo suplido, aunque de carácter residual y marginal (OPEP) sea expresión de una deformación oligopolica.

La lógica en la formación de los precios es impuesta por las reglas de la economia, de alli el debilitamiento de los acuerdos en el cartel en virtud de los incentivos por vender mas a precios altos. La presión combinada de una demanda que cae ( o un incremento de ella) y una oferta creciente causó caída y alza en los precios en los 70, aunque se sabe que la perturbación se inicia por un hecho político. Los precios altos se mantuvieron en promedio hasta 1986, cuando finalmente cayeron en mas del 50% (12,5 $/b) respecto del precio promedio de principios de los 80. Había llegado el largo plazo, producto en parte del establecimiento de los mercados de futuros, los cuales incorporarían al mercado – por los riesgos que toman – valiosa información respecto de las expectativas de quienes demandan y quienes ofertan, tanto en los puertos de embarque como de destino siempre en función de fundamentales económicos. En los 90 – con excepción del periodo de la Guerra del Golfo- el precio se mantuvo alrededor de 15 US $/barril, manteniendo en el largo plazo su secular caída.

La estabilidad de los precios alrededor de 15 dólares por barril en esos años se debió a factores fundamentales de la economia mundial que mostraba un robusto crecimiento, particularmente en Asia, todo unido a factores tecnológicas que han reducido costos de exploración, perforación, refinación y transporte. En el primer caso, los países petroleros alcanzaron importantes ingresos fiscales. En nuestro caso hay que apuntar a un hecho adicional ocurrido por apertura petrolera que produjo pingues ingresos fiscales, pero “ayudado” por esa mano dilapidadora de los gobiernos, no se impidió la ruina fiscal conocida.

La situación en el mercado cambió en 1997 por la crisis en Asia – entre otros- que llevó las economías asiáticas a una colectiva recesión, induciendo una brusca caída en los precios del petróleo. Las alarmas se dispararon por el peligro de una deflación generalizada en el mundo industrializado por la caída de los precios de los commodities. Ello no ocurrió, por el contrario, la actividad económica en Europa y en los Estados Unidos mantuvo su sendero y demanda por petróleo, con lo cual se redujeron inventarios y capacidad de refinación incorporando un efecto adicional al alza en los precios. Con los precios bajos, las empresas petroleras se fusionaron reduciendo costos, la exploración se detuvo, muchos pozos de costos elevados fueron cerrados, la capacidad de refinación decreció y la OPEP y otros países redujeron la producción para coadyuvar mayores precios.

Esas decisiones de consumidores y productores incrementaron los precios. En marzo de 1990, los precios crecieron en mas del 50%. Las razones de estos bruscos movimientos las encontramos en la especulación en los mercados de futuros, en virtud de la información que eficientemente manejan los mercados en torna que los efectos de esos cambios fundamentales en la oferta y en la demanda siempre toma tiempo. Los especuladores actuando racionalmente tomaron posición rápidamente, ante la información de cierre, desactivacion de pozos y racionalización de costos, lo cual eventualmente contraería la oferta presionando al alza en los precios. Los especuladores compraban petróleo barato en cantidades que pudieran ser absorbidos por la creciente demanda. Los precios subieron.

A este fenómeno se unió la rapida y fuerte recuperación económica de Asia y el vigoroso crecimiento de la economia americana, además del nuevo ciclo de crecimiento en países en desarrollo, llevando al rojo vivo la presión sobre los precios. Los mercados a futuro con posesión de mayor y mejor calidad de información en torno a la evolución del mercado petrolero se columpiaron sobre estos hechos fundamentales de la creciente demanda mundial por energía.

Pero………el largo plazo llegara nuevamente y el resto será historia repetida. Los elevados precios traerán mas petróleo al mercado, de hecho varios países de la OPEP incorporan cada vez mas petróleo precisamente debido a la banda de precios, todo lo cual se acoplará con los ajustes al consumo que harán los consumidores coadyuvando los precios a la baja llevados de la mano del mismo efecto y recurrente fenómeno. Allí las palabras de Yamani que “al terminar la edad de piedra aun quedaban piedras, y porque al terminar la edad del petróleo aun quedara petróleo”. La pelota está en el campo de la OPEP, en esta cumbre, la cual su éxito dependerá de la efectividad de convocar a otra cumbre de todos productores, consumidores, gobiernos y empresas.

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