Economía

Petróleo, globalización y medio ambiente: comer primero, luego la moral

Terribles conflictos éticos planteaba George Bernard Shaw, creo que en Man and Superman, los del vendedor de armas, había escogido un trabajo degradante, vivir de la muerte ajena. ¿Será honesto dar limosna a una prostituta? Será correcto vender alcohol, cigarrillos, que son dañinos al cuerpo y alma? – ¿Será válido vender petróleo, un combustible que se convierte en un gas de invernadero?

Y encima, terribles conflictos económicos: la gente cada vez más pobre: ¿habrá que proteger las industrias nacionales aunque sean más costosas, por aquello del empleo y los tripones?

¿Cómo armonizar estos conflictos? ¿Será verdad que lo mejor es la globalización, la competencia, para que solo vendan (“sale más barato”) los países industrializados? – y también, claro, aquellos que puedan y que tengan mercados. ¿Pero los subsidios y los impuestos, no sirven para aliviar la pobreza?

La reciente Cumbre de la Tierra nos ha hecho reflexionar sobre el trajinado tema, las tres “es”, Energía, Economía y Ecología, que nos está de más revisar nuevamente. Ahora dentro el marco de la globalización y con la cuarta E que faltaba: la ética.

La Cumbre de la Tierra

El trabajo de Johanesburgo se concentró en ocho quejas, los puntos de desacuerdo (I) , entre ellas:

– La ayuda pública al desarrollo (se pidió duplicar pero Estados Unidos la condiciona (apertura del comercio, modo de gestión);
– Las subvenciones agrícolas (se espera la apertura de los mercados de los países ricos y reducción de los subsidios agrícolas); los países ricos mostraron su voluntad de reducir sus subsidios, aunque sin concreción.

– El protocolo de Kyoto (resistencia de EEUU a ratificarlo);
– El acceso a la energía (II) (aumento de las energías renovables a 10% de la producción mundial, suspensión de las subvenciones a energías “sucias”); EE UU y los países productores de petróleo se opusieron.

– El acceso al agua (reducir el déficit de personas sin servicio a la mitad para el 2015, condiciones por EE UU);
– El acceso a la salud (petición de medicamentos genéricos, especial para el sida en Africa y el paludismo);
– Pesca: Acuerdo para recuperar en 2015 las reservas pesqueras mermadas (allí donde sea posible”);
– Productos químicos: “un retroceso respecto de la Cumbre de Rio”.

– Biodiversidad: 12% de las especies de aves y 25% de los mamíferos están en peligro. Acuerdo para lograr en 2010 una educción significativa de la tasa actual de diversidad biológica;
– La demografía (el desarrollo de la contracepción, opuesto por Iran y el
Vaticano). [Recuerden: si solo los ricos tienen hijos al final todo el mundo será rico…]

Deberían darse cuenta que todas tienen una sola causa: el acceso a la pobreza (o a su antónimo, la riqueza) que es lo que explica el conjunto de todas las carencias. Básicamente lo que está en juego es la lucha por la apropiación del valor agregado del comercio, entre ricos y pobres.

El gambito es la cuestión comercial, como siempre: darle acceso a los pobres al control de los mercados para sus productos, por medio del filtro de las políticas arancelarias. Un viejo juego, donde todavía no participa el petróleo, que solo lo producen unos pocos y no entra en el conflicto de los aranceles nacionales (excepto por la via de los impuestos internos). Pero que nos afecta en cuanto queremos independizarlos del motor petrolero, la monoexportación, porque toca las exportaciones no tradicionales.

La globalización

Entrando en materia, analicemos las implicaciones sobre los distintos marcos que afectan la identificación de un plan de acción nacional: lo global, lo energético, lo subregional.

Despejemos algunas dudas y aclaratorias sobre globalización y sus características (III)

1. De lado de los beneficios se listan:

– La globalización provoca una reducción de precios;
– Induce afluencia de capitales extranjeros productivos hacia el mundo subdesarrollado;
– Genera crecimiento y convergencia generalizados.

2. Y del lado de los maleficios:

– Modifica la producción de fuerzas a favor del capital y en perjuicio del trabajo;
– Profundiza el desajuste entre los espacios con capacidad reguladora pública y los espacios donde opera;
– La mundialización del proceso de producción y consumo dominante en los países desarrollados produce un impacto ecológico de rango también global;
– Hay indicios de que aumenta la marginación de un gran número de espacios sociales.

Mientras que en términos generales se reconoce:

1. Constituye una desnacionalización, la globalización económica esta minando las bases del Estado-nación.

2. Mucho poder ha sido transferido al capital financiero, convirtiendo a bancos, inversores, especuladores e instituciones financieras en reales actores políticos. El control democrático disminuye y los programas sociales se ven gravemente deteriorados (IV) . Lo mismo que las consecuencias sobre el medio ambiente.

3. Globalización implica neoliberalismo. Un predominio de la competencia de los mas fuertes en el mercado internacional y el abandono del proteccionismo. “Un gobierno a la merced del mejor postor” (V) . Y en el ambiente interno, con la caída del socialismo y el triunfo de los partidos conservadores, la privatización y desregulación de los servicios públicos a veces se tradujo en serios perjuicios para los consumidores (VI) y proveedores. “El precio de este sistema neoliberal lo ha pagado el ciudadano” (SAID, idem). Se reconoce normalmente (VII) que “la aceleración de la globalización fue de la mano con el implacable ultraliberalismo de la primera ministra Margaret Thatcher y el presidente de los EEUU, Ronald Reagan”.

4. El “pensamiento único”. Dice Ramonet (Debate citado): “el principio fundamental es tan firme que incluso un marxista sorprendido con la guardia baja estaría de acuerdo: lo económico prevalece sobre lo político. O como decía el escritor Alain Minc: “El capitalismo no puede venirse abajo, es el estado natural de la sociedad. La democracia no es el estado natural de la sociedad. El mercado sí”. (VIII)

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5. “Indiferencia desalmada ante los costos ecológicos” (Ramonet, idem). Normalmente se le atribuye esta odiosa etiqueta.

Ahora bien, en términos específicos la globalización apunta hacia la reducción de los aranceles y una desregulación del capital privado. Insistamos en estos aspectos.

La globalización es un “liberalismo interesado”

Todavía uno se acuerda de las discusiones de los años setenta, cuando Myrdal, que el ingreso planetario estaba en manos de unos pocos, el 10% del mundo acapara el 50% del bienestar, lo mismo que al nivel de los países. Se hablaba de condonar o refinanciar la deuda de los países pobres. La tendencia era hacia lo peor, agravar la injusticia. Era la época del escándalo por el aumento de la brecha, de la deuda eterna y creciente, del deterioro de los términos de intercambio. La anti-globalización constituye el “Nuevo Orden Económico Internacional” (NOEI) de los años ochenta, pues.

Los recién llegados opinan que nunca se ha visto mayor injusticia y la vamos a componer. Y de paso acabar con el armamentismo [¿porqué no empezar por casa?] y su gemelo, el militarismo.

Sin embargo, la posición anti-globalizadora no es mala per se, si se complementa en una tercera via, con la protección inteligente y transitoria de los mercados nacionales (IX) , que evite dádivas y fortalezca los aparatos productivos regionales.

¿Será que el liberalismo contraría la justa distribución de la riqueza? – parece que sí. Así al menos lo pensaba la reina Victoria, laissez nous faire, en lugar de liberar el trabajo de todos, laissez faire. No sé donde leí que cuando entró en autos el general Páez como Presidente de Venezuela en 1830, se le presentó solícito y galante el Emb. de los Estados Unidos, a proponerle un tratado de reciprocidad comercial; pues como no, cómo así, inquirió Paez.

–Pues muy sencillo, lo que es igual no es trampa: en EE. UU. bajamos los aranceles para la importación de productos venezolanos, y lo mismo hacen Uds. aquí. O sea, nosotros mandamos nuestros productos libres de aranceles, desde los recientes ferrocarriles y demás maquinarias y productos, y Uds. recíprocamente lo que tengan nos lo mandan, desde pepa de guama a pepa del zamuro, pasando por carutos y merecures.

La propuesta del “Area de Libre Comercio de las Américas”

Dentro de las observaciones anteriores, parece oportuno citar las distintas consideraciones sobre esta propuesta, tal como las resume PROVEA (Ver Caja No.2).

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A fin de cuentas, ¿quién sale ganando y quien perdiendo con la liberalización del comercio? ¿Y quién la auspicia, quién la promueve? Pero no todos comparten esta visión (Ver Caja No. 1).

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La lucha por los mercados

Desde que se inventó el comercio, quien domina los mercados es quien gana. Si hay mercados hay ventas, si hay ventas hay empresas y si hay empresas hay empleo, que es la fuente del bienestar de la gente. Cada carro que se fabrica en Valencia es un carro que no se fabrica en Detroit o en la isla de Puteaux, y la mitad del carro es remuneración del capital y la otra mitad pago de obreros.

Primera cuestión: será mejor importar lo más barato, digamos quesos de Uruguay, y cerrar las queseras del medio, o ¿proteger los pobres llaneros y sus quesos en contra del consumidor citadino, que es quien paga? Pero además de la economía está la ecología, afectada por la energía.

Petróleo y la globalización del daño ambiental

Al banquete de la naturaleza no pudo estar invitada toda la humanidad. Antes del carbón, Europa arrasó sus bosques, incluyendo el de Sherwood. Igual nosotros casi acabamos con el cerro del Avila, hasta que llegó el carbón y luego los demás hidrocarburos.

Si entendemos como globalización el respeto por un mercado al nivel internacional, donde compiten todos los exportadores y consumen los países, entramos en la selva donde normalmente ganan los leones y pierden los venados. Seguro que el león es neoliberal, los venados socialistas. Pero es una teoría bien vestida: es inmoral (mejor perverso) subsidiar, sombre-imponer (impuestos), el ineficiente no debe existir, el ganador vende más barato, que es lo mejor para todos. No necesariamente.

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Bueno ¿y como quedamos nosotros, los que exportamos energía, nuestra materia prima, nuestra fuente de divisas, el motor del desarrollo?– ¡En la Cumbre de la Tierra coincidimos del lado de los malos, contra Kyoto, contra la salvación del planeta! – estamos los petroleros del lado de los vendedores de armas de Bernard Shaw. Tremenda encrucijada… ¿donde estarán los líderes, los guías, los trazadores de caminos?

Ahora, ¿qué dirán nuestro planificadores de largo plazo? Dirán acaso “¿qué es más elevado para el espíritu, sufrir los golpes y dardos de la insultante fortuna?” o, establecer las bases de un proyecto de país, donde, restringidos por las limitaciones ambientales y otras limitaciones como la propia posibilidades de venta (X) de los hidrocarburos, establezcamos dirían, un plan acelerado de reconstrucción regional y nacional que permita sortear exitosamente las dificultades que nos enfrentan? Exitosa y urgentemente, porque los pobres, como su subproducto el hambre, no esperan.

Ahora, para comenzar la dinamización económica, la recuperación del país, habrá que concentrar los esfuerzos de activación del sector petrolero (XII). No solo en vista de la restricción ambiental que es una amenaza pendiente, sino del propio dinamismo del mercado (¡alerta roja!) porque podría ser que no habrá tiempo de usar las ingentes reservas del país antes los nuevos combustibles limpios impuestos por las restricciones de los recursos naturales del planeta.

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Habría que convenir en un programa nacional de acción, para lo que se necesita tener primero una conciencia comunitaria de la urgencia, más el consenso del plan de acción, por parte de los distintos líderes.

La “Tercera Vía” de la globalización

Analizados los aspectos anteriores podría pensarse que no hay sino dos extremos, proteccionismo vs. liberalización total. Sin embargo, debe buscarse una etapa inicial de transición, que permita a todos progresar, en lugar de perdedores y ganadores, esta última resultante de la liberación ciega de aranceles.

Podría pensarse en un esquema de liberalización gradual, con un proteccionismo inteligente de algunos sectores, auspiciando su productividad y abandonando progresivamente el manto paternalista de los sectores ineficientes. Es decir, que la globalización debe hacer excepciones nacionales para el tratamiento de los sectores álgidos (específicamente dinámicos o sensibles).

Parece cierto que algunos sectores son más dinámicos que otros, como factores motores de la reactivación. Nos referimos a los sectores industriales (ver “Iniciativa Andina”, más abajo), especialmente los energéticos, con su entorno de ingenieros consultores y contratistas (XII) , y al sector agro-pecuario, tan caro a las necesidades alimentarias de la población local. Se trataría de una generalización del concepto de la “Iniciativa Andina”, insertada ahora dentro de la globalización, como sigue.

FIG. 1 – FLUJOGRAMA DE LA “PROTECCIÓN INTELIGENTE”

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La “Iniciativa Andina”

Es dentro de este contexto que parece muy oportuna la iniciativa planteada ante los presidentes andinos.

Se trata del uso de enclaves energéticos (“clusters”) para la dinamización del desarrollo económico en toda la región. Se trata así de inversiones petroleras y de otros energéticos (como la energía hidroeléctrica) a las cuales surgirían asociadas otra serie de actividades altamente remuneradoras y generadoras de valor agregado local (ver Fig.2).

La cuestión ha sido abordada en el trabajo (preparado por BID, CAF, CAN, CEPAL, OLADE y UNCTAD), “El potencial energético de la subregión andina como factor estratégico para la seguridad energética regional y hemisférica”. De este texto destacamos algunas vertientes, especialmente la eléctrica, como sigue:

– “Con motivo de la declaración contenida en el Acta de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, del 30 de enero de 2002, en la que el Consejo Presidencial Andino destacó la creciente importancia estratégica de la temática energética, la

FIG. 2 – DETERMINACIÓN DE LA CAPACIDAD PETROLERA NACIONAL

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Secretaría General de la Comunidad Andina presentó ante la Comisión, una Propuesta de Decisión mediante la cual se adoptaría un “marco general” para la interconexión subregional de sistemas eléctricos y el intercambio intracomunitario de energía eléctrica, como mecanismo para establecer un mercado integrado de energía eléctrica entre los Países Miembros de la Comunidad Andina”. (XIII)

– “Un proceso de integración funcional reclama conformar un marco normativo armónico entre todos los países para asegurar su fluidez y el comercio de la energía eléctrica, tal como lo expresa el consenso del Acta de Quito, definiendo los marcos reguladores normativos como elementos fundamentales a tener en cuenta y armonizar para favorecer el comercio regional”. ESTE ASPECTO ES MUY IMPORTANTE, y creemos que no se reconoce lo suficiente al momento de reglamentar la ley de electricidad en Venezuela.

A manera de conclusión

Habrá que cerrar estas reflexiones con algunas conclusiones, no tanto sobre globalización sino en función de un “Proyecto de País” inspirado en la expansión del sector petrolero, vistas las restricciones esbozadas antes: Sugerimos las siguientes: (Ver Fig. 2)

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1. La globalización entendida como “reducción liberal de aranceles” parece una propuesta sesgada, una “versión pantalla” a favor del desarrollo global que mejora los países desarrollados básicamente. (RESTRICCION DESARROLLISTA);

2. Hay que resolver el conflicto entre petróleo y medio ambiente. Estudiar las alternativas posibles para aliviar su impacto global, como los esfuerzos OPEP. (RESTRICCIÓN AMBIENTALISTA).

3. Hay que prever la época post-petrolera, vista la eventual sustitución, para el caso de Venezuela, construyendo economías independientes lo antes posible, si posible utilizando el mismo petróleo como instrumento (RESTRICCIÓN OPORTUNISTA).

4. La globalización es un sistema cuyo examen no tiene que ser bipolar: si o no. Liberalismo salvaje vs. ineficiente proteccionismo. Hay una tercera opción, “proteccionismo inteligente” que auspicia la protección de algunos polos como factores dinámicos, que pueden constituir una via mas acelerada y mas aceptable, especialmente del lado de los pobres y del lado del ambiente.

5. En escala más planetaria, siguiendo esta línea de pensamiento, el crecimiento basado en los clusters energéticos en América Latina y el Caribe (Carlos Añez dixit) parece una propuesta válida, incluso extendida a otros polos, acogiendo alguna de las ventanas positivas de la globalización, el proteccionismo temporal y focalizado (INSERCION CONTINENTAL).

NOTAS

I Véase LE FIGARO International 26 août 2002, Les huit plaies du développement aux centre des discussions. www.le figaro.fr.y EL PAIS, varias fechas. Para los que llegaron tarde, “comer primero, luego la moral” es un grito de guerra en la pieza de B. Brecht “La opera de los tres centavos”.

II Además, en cuanto a las organizaciones no gubernamentales, insisten en diferenciar dentro de las fuentes de energía renovables, las nuevas de las tradicionales ya que, si se cuenta la biomasa clásica… el objetivo del 15% es, dicen, muy limitado o prácticamente nulo. Además, temen que la inclusión de las grandes presas para energía hidráulica se convierta, por ejemplo en Africa, en una via para la construcción de grandes instalaciones de este tipo con un gran impacto medioambiental negativo…” (EL PAIS, viernes 30 de agosto 2002, “Las energías no renovables enfrentan a EE UU y Europa en Johanesburgo”).

III Ver Angel Martínez González-Tablas, De la(s) globalización(es) y sus efectos. La globalización en la Bitblioteca, en Venezuela Analítica.

IV Ver NYMARK, Johannes. Democracia y globalización. En la Bitblioteca.

V Ver Edward SAID. Problemas del neoliberalismo. La Bitblioteca.

VI Debemos acotar, per contra, que en el caso de la nueva Ley del Servicio eléctrico en Venezuela, a pesar de resquicios “neoliberales” (como la electrificación rentable del campo) establece por primera vez en Venezuela, prioridad absoluta en los servicios públicos, multas a las empresas por fallas de calidad, que incluso pueden ser compensadas al suscritor en sus facturas.

VII Citado en la Bitblioteca, Debate Friedman /Ramonet.

VIII Aclaremos que cuando hemos dicho que “politics is economics” no nos referimos al pensamiento único, sino al hecho que siendo parte del ideario político el logro del bienestar, el ingrediente económico resulta prioritario para sus decisiones.

IX A este respecto véase por ejemplo el artículo de Luciano F. Reni, “Alternativa para una nueva política comercial”, en Venezuela Analítica, 17 de agosto de 2002.

X V. de A.M.A. “Políticas económicas, petroleras y energéticas, ¡Alerta Roja!” Venezuela Analítica, agosto 2002.

XI Notemos que para la selección de la capacidad óptima de producción de petróleo en Venezuela debe desecharse antes la engañosa dicotomía entre “renta vs. volumen” – que ocupa tanto espacio en la literatura periodística– puesto que no hay tal contraste, sino lo que se busca es la optimización del ingreso, precio x volumen.

XII Véanse también los esfuerzos de CIER (Comisión de Integración Energética Regional) sobre las interconexiones eléctricas (y energéticas) en América del Sur. Por ejemplo, Banco Mundial-ESMAP-USDOE-CIER, Proyecto CIER 03-Fase I, Interconexiones Regionales de Mercados Eléctricos, varios informes; así como los diversos seminarios y talleres internacionales sobre el tema, por ejemplo el de Cartagena, junio 2002, relativo a la Región Andina. V. t. La iniciativa IIRSA – Integración de la Infraestructura Regional Suramericana, Plan de Acción aprobado por los Presidentes Suramericanos en Brasilia, con el apoyo del Comité de Coordinación Técnica (CCT). Contempla dos líneas paralelas de acción: (1) – identificación de proyectos, y (2) – proceso de promoción gradual de convergencia de la normativa en lo referente a los marcos jurídicos que rigen el desarrollo y operación de la infraestructura.

XIII Nosotros tratamos el asunto “hace algunos años” en un Informe para el SELA, «Consulting and Construction Engineering Services in Latin América: A Report, Caracas 1983. Allí se hablaba de la conveniencia de fortalecer las empresas locales de ingeniería de consulta y construcción.

Sobre el autor
Dr en Derecho y Economía de la energía (Sorbonne 1973). Individuo (sillón No. 1) de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Habitat. Presidente de A. Méndez Arocha y Asociados, C.A., Ings. Consultores.

Agradezco al Ing. Abog. Simón Saturno (posición personal) sus juiciosas observaciones al manuscrito.

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