Petróleo para el Pueblo
Dicen que el petróleo ahora “sí” que es nuestro, y que PDVSA “ahora es de todos”. Pero la verdad es que un país petrolero con los índices de pobreza como los que tiene Venezuela hoy, no pasan a ser más que decires, amén de ser muestra fehaciente del trecho que hay entre el dicho y el hecho.
Hay una iniciativa que nació en Aragua, y que cada vez gana más adeptos: Petróleo para el Pueblo, liderada por el Licenciado Pedro Elías Hernández, el General Léster López, el dirigente vecinal Benjamín Ortega y otros. La propuesta es simple: la promulgación de la Ley Orgánica de Capitalización Popular de la Renta Petrolera, que asigne a cada venezolano mayor de dieciocho años, individual e intransferiblemente, un bono petrolero proveniente de los dividendos y regalías de PDVSA. La mitad del bono se utilizaría en títulos canjeables por salud y educación. La otra mitad para crear un fondo de pensiones que de una vez por todas asegure un retiro digno a quienes han trabajado toda su vida, y merecen una vejez tranquila y sin angustias económicas. Una fórmula eficaz en el camino de salir de la pobreza.
Al gobierno le corresponderían los impuestos, y obligado, como de hecho lo está, a diversificar y a hacerse eficiente, al explotar otros campos de la economía que por la dependencia del petróleo han sido ignorados hasta ahora.
¿Cómo pretende Petróleo para el Pueblo lograrlo? La Constitución Bolivariana contempla que si un 0.1% de los electores inscritos en el Registro Electoral Permanente presentan una propuesta de Ley a la Asamblea Nacional, luego de cotejar y validar las firmas, el proyecto de ley debe ser discutido en el período de sesiones siguiente al momento de su presentación. Si la ley no se discute, se declara la omisión legislativa y se convoca a un referéndum popular.
Para lograr esto, hay que convencer a los hombres de gobierno. No de este gobierno en particular, sino de todos los gobiernos. Porque soltar las regalías y los dividendos de PDVSA es soltar la chequera, renunciar a la gallina de los huevos de oro. Pero PDVSA ni es del gobierno de turno, ni es del Estado. Es de todos los venezolanos. Y repartiendo estos bonos, el interés de todos los beneficiarios sería que PDVSA crezca, venda y se expanda más, para que aumenten sus entradas.
El proyecto de Ley Orgánica de Capitalización Popular de la Renta Petrolera contiene 10 artículos, una disposición transitoria y una disposición derogatoria. Contempla además que los impuestos de los derivados de los hidrocarburos permanezcan en su totalidad en los estados, lo que fortalecería la descentralización, ya que la Ley de Hacienda Pública Estadal, que duerme el sueño de los justos en alguna gaveta, sólo le asigna a las regiones el 25%.
Con esta idea, podemos construir un puente de unión y consenso entre los venezolanos: Petróleo para el Pueblo.
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