Promoción de la petroquímica
Son innumerables los escritos de los especialistas en la industria petroquímica mundial reclamando, exigiendo un tratamiento distinto y diferenciado de la industria petrolera por parte de los formuladores de políticas públicas en los distintos países del mundo. Muy a pesar de ello en muchos países petroleros y dado el hecho de que las materias primas fundamentales para la industria petroquímica lo constituyen los hidrocarburos, las similitudes en las formulaciones en las políticas de desarrollo persisten, no importando que se cambien los organismos de adscripción.
Todos los países petroleros de cierta importancia ambicionan convertirse igualmente en países productores petroquímicos, aprovechando de esa manera en primer término los recursos económicos de sus exportaciones petroleras y en segundo lugar industrializando aguas abajo las corrientes de productos de hidrocarburos disponibles de sus procesos de producción de gas y crudo, así como también su ulterior refinación.
Pero al final del día la industria petroquímica es más parecida a la industria química que a la petrolera, sus márgenes operativos son muchísimo más estrechos que los de la industria petrolera, sus niveles de obsolescencia son más acelerados, los cambios tecnológicos se producen con mayor velocidad que en la industria petrolera, la vida útil de los productos es en general más corta; son sustituidos por otros productos.
Los procesos para producir estos productos son a su vez sujetos a una intensa competencia en la búsqueda de procesos más eficientes, más económicos. La tecnología, la técnica, el conocimiento especializado son valores muy apreciados en esta industria.
El volumen de hidrocarburos destinado a la industria petroquímica si bien es importante, no es en sí mismo el principal elemento que justifique el asiento de una fuerte industria petroquímica. Son tanto o más importante otras variables, como por ejemplo el acceso a los mercados de los productos finales en términos competitivos, las reglas de juego claras y confiables en el suministro de materias primas en términos de volumen, precio y oportunidad; el acceso a los mercados de capitales para financiar los altamente intensivos en capital proyectos petroquímicos; el respeto a las legislaciones y prácticas del comercio internacional, etc.
En síntesis, muchos países en el mundo y en especial los países productores de petróleo compiten por ofrecer las condiciones más atractivas que estimulen la mayor y acelerada inversión petroquímica en sus respectivos países. Algunos de ellos compensan su lejanía de los mercados consumidores de productos petroquímicos ofreciendo incentivos fiscales a la inversión, descuentos en los precios de la materia prima que permitan al inversionista compensar la desventaja de la localización o del mayor costo financiero.
Creo genuinamente que todos los venezolanos queremos lo mejor para nuestro país y estoy seguro de que ese el espíritu que seguramente anima a nuestros legisladores. Es por eso que uno se pregunta por qué producen una ley que producirá exactamente lo contrario. ¿Han hecho un estudio comparativo de atractividad, de competitividad entre países? Qué hace que un grupo inversionista japonés venga a Venezuela y no a Brasil, Angola, Libia, Arabia Saudita. Cuál será el balance al final del día, una maravillosa ley socialista, estatizante, que aleja la inversión de nuestro país, el empleo, el desarrollo. Flaco servicio se le presta al país legislando de esa manera
