Economía

¿Quién gana con las nacionalizaciones?

Millones de venezolanos ,celular en mano, con electricidad en su precaria vivienda y viendo Radio Caracas Televisión- se quejan porque no le entregan las casas que les han prometido y porque les matan a sus hijos en la calle. Me pregunto ¿ Los recursos que van destinar a la nacionalización de las compañías eléctricas, de teléfonos y de medios de comunicación no serían mejor utilizados para construir viviendas y a combatir el hampa?

Hoy fue otro día espectacular en el valle de Caracas. Ya se está poniendo el sol, es sábado y tenia ganas de ir al teatro, sin embargo no puedo dejar de pensar en los miles de venezolanos que este fin de semana ven amenazados sus trabajos, sus vidas, su carrera, sus familias, su futuro en el país. Los anuncios de nacionalización de las empresas eléctricas, de telecomunicaciones y de Radio Caracas Televisión hechas por el presidente Chávez, han llegado como lo hacen los terremotos: inesperados y devastadores.

Pienso en los 3 mil empleados de RCTV, estuve en la emisora el martes pasado muy temprano en la mañana para el programa La Entrevista de Miguel Angel Rodríguez. Me impactó el ambiente de tristeza y angustia (no de su presidente Marcel Granier quien parece ser la obsesión del presidente Chávez sino) de los trabajadores: de la maquilladora, el portero, del señor que sirve el café, de los muchachos que hacen investigación periodística, de todos. Era martes 9 de Enero, en la Venezuela que estamos acostumbrados sería una oportunidad para abrazarse con alegría y desearse con esperanza un feliz año, nada de eso se veía en Radio Caracas, sólo zozobra, miedo y angustia.

Pienso en los 10 mil empleados de CANTV, muchos de ellos accionistas de su propia empresa. No sólo sienten la incertidumbre del futuro de sus familias y de una carrera profesional truncada sino del futuro de sus ahorros con esta baja en el valor de las acciones de la empresa a la cual han dedicado su vida. Muchos de ellos la semana pasada con tristeza pero con realismo obligado, han pedido su liquidación ante el temor de ser víctimas de la misma suerte de los 20 mil empleados de PDVSA. Esas víctimas de la ira presidencial que han sido despedidos violentando las leyes, la Constitución, la dignidad y los derechos humanos. Los próximos despedidos por firmar el Referéndum Revocatorio serán ellos, me dicen los de CANT, RCTV y Electricidad de Carcas, y todos los demás que trabajen en empresas nacionalizadas.

Pienso en los 2 mil setecientos empleados y quizás más de 6 mil contratistas de la Electricidad de Caracas, empresa privada desde su fundación en 1895 y que siempre ha brindado un excelente servicio a sus clientes. Hoy somos alrededor de un millón trescientos mil hogares y negocios servidos en su electricidad por esta veterana empresa. Ello implica por lo menos 6 millones de personas beneficiadas por su servicio. Como en el caso de CANTV me pregunto también cómo se sentirán esta noche los 3 millones de accionistas quienes están viendo sus ahorros dramáticamente afectados. El presidente Chávez ha dicho luego que se anunciara la nacionalización de estas empresas que son las que mantienen el mercado de capitales en Venezuela, que no le importa la bolsa de valores de Caracas, pues según él la economía está más sólida que nunca. Quién necesitaba pruebas de la ignorancia de nuestro presidente en temas económicos aquí las tiene.

La belleza y luminosidad del atardecer en este hermosa Caracas contrasta con lo sombrío futuro de los millones de venezolanos que al igual que otros tantos en la historia del planeta, sufrirán el impacto devastador de medidas revolucionarias. Lástima que Chávez y quienes lo acompañan tuvieron la suerte de vivir sus juventudes en un país libre, democrático y con un sector privado pujante e independiente. Me permito decirles que si no hubiese sido así, nunca hubieran llegado al poder. Quizás lo que buscan es precisamente evitar que otros tengan la oportunidad que ellos tuvieron y negar toda alternativa, toda opción política a su nefasto proyecto.

Les confieso que estoy muy preocupada. Me preocupa la tragedia de quienes ven sus trabajos y su futuro en peligro en las empresas por nacionalizar, me preocupa el drama de los millones de venezolanos cuya cotidianidad será dramáticamente lacerada por el colapso en la calidad de los servicios de todas las empresas nacionalizadas. Me duele profundamente que la educación de nuestros hijos se vea pronto afectada por la misma mano tenebrosa de la intolerancia, el dogmatismo y la prepotencia de la fuerza bruta del poder.

Lo que nos está pasando es peor de los que nos ha sucedido hasta ahora. Si bien sufrimos las consecuencias de que este gobierno de incapaces hayan limitado por ejemplo la producción de PDVSA a poco más de dos millones de barriles cuando podríamos estar ofreciendo el doble, los venezolanos no hacemos la conexión directa entre nuestro día a día y ineficiencia con la que se maneja hoy PDVSA. Sin embargo, ahora si la sentiremos en nuestros teléfonos, nuestra luz, nuestra radio, nuestra televisión y todo aquello que intenten nacionalizar. La Electricidad de Caracas le lleva luz a más de 6 millones de personas, Radio Caracas Televisión informa a más de 10 millones de personas, sólo en teléfonos celulares, CANTV le brinda servicio a 7 millones de personas de las cuales mas del 50% son teléfonos que hoy están en manos de las clase más desposeídas quienes gracias a esto, finalmente tienen identidad para su negocio y acceso al mundo mas allá del barrio.

El presidente de Venezuela está decido a nacionalizar estas y muchas más empresas pero varias cosas deben quedar claras. En primer lugar, las nacionalizaciones nunca formaron parte de su propuesta electoral, el pueblo que votó por él no lo hizo porque hubiese prometido alteración dramática de los medios de producción del país. En segundo lugar, no existe ninguna queja por parte de los usuarios que justifique la nacionalización. De hecho, el 80 por ciento de los venezolanos se quejan de la inseguridad y del desempleo, no de los medios de comunicación ni de los servicios de electricidad y teléfono. Millones de venezolanos ,celular en mano, con electricidad en su precaria vivienda y viendo Radio Caracas Televisión, se quejan porque no le entregan las casas que les han prometido y porque les matan a sus hijos en la calle. Pregunto ¿Los recursos que van destinar a la nacionalización de las compañías eléctricas, de teléfonos y de medios de comunicación no serían mejor utilizados para construir viviendas y a combatir el hampa?

¿Cuáles son las razones de interés público para estas medidas? ¿En qué van a mejorar el bienestar de los venezolanos con estas nacionalizaciones? ¿No será que esta estrategia forma parte de las ambiciones insaciables del presidente en su afán de controlarlo todo, en su obsesión enfermiza de detentar el poder absoluto sobre todos los venezolanos?

Finalizo con una pregunta al gobierno venezolano: ¿ Quiénes y por qué se benefician de estas anunciadas nacionalizaciones?

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