Gabriel Boric y la Política con P mayúscula
Antes de tomar posesión como presidente de Chile (en 2022) y a pesar de ser dirigente de izquierda, el joven Gabriel Boric, había mostrado sus diferencias con los Gobiernos de Nicaragua y Venezuela. Algunos suponían que era solo una posición electorera y que al llegar al poder, su inclinación ideológica pesaría más.
Boric, fue el primer presidente nacido luego del golpe de estado a Salvador Allende en 1973. No vivió la dictadura pinochetista, pero sí conoció el país polarizado que había quedado como reminiscencia.
No pocas veces fue tildado de traidor por sus camaradas izquierdistas. En 2019, cuando Chile ardía por los cuatro costados y el Gobierno de Sebastián Piñera se tambaleaba, el diputado Boric respaldó un acuerdo que permitió una salida pacífica a la crisis con el compromiso de llamar a una Asamblea Nacional Constituyente. Entonces fue señalado de darle oxígeno político a Piñera, al propiciar un entendimiento.
Ahora, Boric vuelve a marcar la diferencia: ha cuestionado en forma abierta al régimen de Daniel Ortega, al que ha catalogado de dictadura por su decisión de deportar y privar de la nacionalidad a 94 adversarios políticos. Demuestra ser un político comprometido con valores y exponente de la Política con P mayúscula.
