En Venezuela no hay oposición

El problema no está en si estamos dictadura o en la tiranía de un partido y de los militares, sino en que una democracia tiene dos partes, los que están en el poder y los que están en la oposición. El defendido siempre es el mismo, el pueblo, que paga los favores recibidos con opinión y votos.
El puesto de la oposición en Venezuela está vacío, porque quienes alegan ocuparlo en realidad sólo quieren el pago adelantado con opinión y después con votos. Pero no para ayudar a ese pueblo que se espera pague, sino para ocupar cargos para beneficio de los dirigentes de unos partidos políticos que han degenerado en eso, porque no creemos que para eso fueron fundados.
Lo que hicieron tres de los cuatro partidos que establecieron el Interinato, es peor que una canallada, es una estupidez.
Por eso seguiremos en lo mismo, el doble vacío político, de unos que nunca han sabido gobernar y se niegan a entregar el poder y el de una oposición que no sabe cómo llegar a gobernar. Es la tragicomedia venezolana.
Bien dicho, rememoras a Talleyrand, es más que un crimen contra la Constitución, es una estupidez espléndida que abarca todos los espacios.
¡Feliz 2023!
La oposición no es una organización gubernamental que debe regirse por la Constitución. La oposición se rige por sus reglas implicitas de uso y tradición que ellos mismos se han hecho, elaborado y han acordado aceptar la mayoría. Las actuales reglas oscilan alrededor de la Asamblea del 2015 y sobre todo por lo que diga y apruebe el Departamento de Estado. Eso fue lo que hicieron en el 2019 y están haciendo nuevamente en el 2023, antes con Trump y ahora con Biden. En Washington, solamente necesitan que un abogados del gobierno escriba un par de párrados diciendo algo que le de forma legal para entonces ellos seguir haciendo lo que la política impone (todos sabemos que el papel aguanta cualquier cosa y para eso son las ficciones legales). Lo contrario a la situación política es una ficción jurídica que tienden aplicar solo aquellos que quieren imponer sus ideas y no encuentran mejor justificativo que el alegato constitucional. En Venezuela no existe un estado de derecho. Existe un gobierno que tiene las armas y el presupuesto y una oposición que está apoyada por Washington, y un pueblo a la deriba esperando que alguien haga algo para recuperar a la democracia. Ya veremos que pasa pero para saberlo debemos esperar y no crear más caos despotricando contra aquellos que son mayoría y están trabajando.
Estoy absolutamente de acuerdo con esta apreciación de Analítica , ese es
el verdadero diagnóstico de la oposición: es inexistente por carecer de voluntad para lograr la unidad. Y eso ….es incomprensible .
Si el gobierno no sirve, tampoco la oposición, porque entonces van a servir los opinadores que de paso nunca han hecho más que hablar, hablar y hablar. Pareciera que ninguno servimos, habrá sido una maldición. Con demasiada frecuencia, el enjuiciamiento es un negativo fotográfico para la autoafirmación. En cualquier caso, uno sabe dónde está parado. Pocas veces me he permitido este tipo de rectitud moral, ni he anhelado tener la razón de la certeza absoluta en materia de argumentación política y filosófica. Cómo dijo el Rey «………»