Conservación del Matrimonio
(%=Image(2732589,»L»)%) En definitiva, lo único que hay de biológicamente verdadero en la relación de pareja es el cortejo, el sexo, y la crianza de los hijos por un tiempo limitado, hasta que estos reclamen su vida independiente, lo que sucede después de la pubertad, la juventud y, modernamente, la culminación de los estudios.
Pero el matrimonio no es sólo biológico, sino además social. Por ello, la conservacion del matrimonio debe ser una preocupación y actividad permanente.
Utilizaremos la metáfora de una casa habitación que, después de construída y habilitada requiere siempre reparaciones, cambios para las diversas necesidades de sus habitantes y modificaciones de acuerdo a las costumbres.
La familia a diferencia del matrimonio, sí puede considerarse permanente, teniendo en cuenta las vinculaciones que se van manteniendo entre padres e hijos, hermanos, sobrinos, tíos, primos, y ese especial remozamiento de la familia que se produce entre abuelos y nietos. Estas nuevas formas se van debilitando a medida que la consanguinidad disminuye. Lo que sí la puede conservar es la afinidad personal de los miembros, un poco más o un poco menos que lo que sucede con los amigos, los compañeros de la infancia, los miembros de una misma etnia, o cualquier otra clase de afinidad personal.
El matrimonio, en nuestra época, comienza por el amor, la afinidad personal y sexual, apoyada por un proyecto común de vida y una cuidadosa evaluación de las circunstancias materiales. En este amor el sexo se modifica y se debilita lentamente, pero va siendo sustituído por el amor a los hijos.
Esto dura – la cifra es estimativa – los primeros siete años.
Pasados cuales, los lazos siguen estando firmes por los recuerdos de la vida en común, el confort recíproco basado en los mutuos servicios, el goce de los bienes adquiridos, y hacia el final de la vida los cuidados necesarios en la ancianidad.
El período peligroso para la conservación del matrimonio es aquel en que la atracción sexual mutua se debilita, mientras que el deseo sexual de uno de ellos – generalmente el varón – conserva su potencia y su necesidad de diversdad.
Por eso defendemos la expresión de «la permanente construcción de matrimonio». Utilizando la metáfora de la casa habitación, esto significa mantener, conservar y renovar constantemente a la institución.
La «permanente conservación del matrimonio» consiste en actualizar y renovar aquellas condiciones que lo han originado durante el cortejo y el enamoramiento; amor, sexo, compañía, amistad, vecindad, recuerdos e intereses económicos. Luego, los que surgen en el ejercicio de la vida cotidiana. Finalmente, los que corresponden al matrimonio y la familia como institución social.
Todos los procedimientos de mantenimiento pueden ser:
1. Sorprenderse el uno al otro. Siempre pueden haber novedades, hechos inesperados, creativos, como los que tenían lugar en los primeros momentos de la relación. Un secreto, una picardía, una travesura, un juego. Comprenden todas aquellos acontecimientos con los cuales construyen los niños su vida gozosa y divertida. No es el matrimonio la tumba del amor, sino su rutina.
2. Mantener vivo el romanticismo. Un regalo inesperado, un poema.
3. Cultivar y pulir permanentemente el sexo. No será acostumbre establecida de un día en la semana además de los viernes o sábados de noche, sino las posiciones, las películas pornográficas, las distintas formas de sexo, las ropas, los hoteles, los lugares inesperados.
Son peligrosas algunas ultranovedades tales como el cambio de parejas, la proposición 31 en el Estado de California , la distribución de llaves y la dimensión sexual del «Matrimonio Abierto» título del libro de los esposos 0¹Neill.
4 El cuidado físico personal. El amor no es soluble en las sustancias grasas. Los cuerpos graciosos, ágiles, delgados, esbeltos, siempre serán estimulantes para el amor. Parece imprescindible dedicar su tiempo a la educación física.
5. Los embarazos son un período especialmente peligroso. En posiciones específicas, el sexo puede estar permitido hasta el último momento. Pero el aumento de peso de la mujer no debe sobrepasar de ciertos límites. Quizá la expectativa de la aparición del nuevo bebé puede brindar cierta ternura adicional que el sobrepeso de la mujer haya podido debilitar.
5. Los hijos significan una redistribución de los afectos, que pueden tanto debilitar como aumentar el que se dé entre los miembros de la pareja.
6. El contacto psicológico y emocional debe ser siempre cultivado. No son suficientes los intercambios familiares y biológicos. Los intelectuales, los culturales, los espirituales, deben estar siempre presentes.
7. Los debilitamientos y enfermedades de cada uno de los cónyuges deben ser delicadamente atendidos por el otro. La enfermedad de uno de los miembros de la pareja debe ser considerada responsabilidad de ambos. La enfermedad de un miembro es la enfermedad de la familia. Es un «mal ganancial».
8. El «empleo matrimonial» requiere un horario bastante preciso y suficiente. No es bastante con el dormir juntos en la misma cama. Hay que dedicarle horas de la vigilia y durante los fines de semana y vacaciones. La compañía debe ser activa, y no solamente permanecer juntos un tiempo dado, bostezando y aburriéndose.
9. Se debe permanecer atentos a resolver adecuadamente los problemas que pudieran surgir y no permitir que se desarrollen en conflictos que enten en erupción en desastres familiares.
10. Y todos los demás recursos que, creativamente, cada uno de los dos sea capaz de crear para cultivar el proceso de la «conservación del matrimonio»
11. Quizá los que tengan un especial espíritu administrativo consideren conveniente el instituir una auditoria familiar periódica. Por ejemplo, cuando se celebre el aniversario del matrimonio, o los cumpleaños de cada uno de los miembros de la pareja, el primer domingo de cada mes a partir de las 10 a.m. o cuando se les ocurra.
Desarrollar todos estos puntos, aunque no cubran el tema por completo pueden establecer una red de interacciones que cree una actitud de seguridad en la pareja hacia el matrimonio como institución.
