Cultura

Sagrados Corazones de Frida poemas hechos arte

Colina abre un nuevo capítulo con la creación de Sagrados Corazones de Frida, elaborados con la técnica: collage de acrílico, silicona de relieve, y ensamblaje sobre madera. Un número reducido de piezas componen esta muestra.

Carlos Paúl Colina es un individuo que como artista y como ser humano no hace cosas a medias y es por eso que cuando una idea le entra en el cosmos de la cabeza, eventualmente tendrá que salir transformada. Esta exposición es una representación de su obsesión artística con Frida, sus colores y sus obsesiones, con la muerte y el cuerpo, temas que enfrentan a un ser humano con el arte.

La artista mexicana, sin tener miedo al dolor y al color, enseñó a muchos a preguntarnos qué es válido, más allá de su vida y sus famosos romances. Si su figura ha permanecido es por la honestidad de su arte, por la fuerza de una estética visceral. Esta exposición nace de la necesidad del artista de intentar convivir con una obsesión. La fijación con su vida, su cultura y sus temas hace que estas obras nazcan más de una necesidad espiritual que de un intento de hacer obras de aparador. La obra intenta crear un altar para esos temas, darles un nuevo marco literal y metafórico para que el ojo mire de nuevo y tenga oportunidad de replantearse la obra de la autora. La sacraliza y a la vez la hace parecer cercana y rutinaria, cuya naturaleza pertenece al altar del hogar mexicano. Sin intentar esconder sus intenciones, el artista nos muestra a la autora en lo simple y en lo complejo para probar de alguna manera que la cultura, los colores y las obsesiones nos pertenecen a todos.

Más de…

Tal Carlos Paúl Colina Chacín nació el 25 de octubre de 1980 y estudió Letras en la Universidad del Zulia, pero eso no le bastó. Ciertamente disfrutó la carrera, pero también apuntaba a otras cosas, entre las que la literatura era un punto intermedio nomás. Así que leía, dibujaba y a veces mezclaba ambas cosas, como en sus caligramas. El concepto de obra se multiplica en él. Así pues, entre sus trabajos se cuentan Bajo la profundidad del cristal (parte I), Detrás del coral (parte II), Sueltos como olas (caligramas) y Latido (una serie de pinturas de corazones con materiales diversos), a lo que habría que sumar labores gerenciales en el campo de la moda, la música y el periodismo.

Todo habla de una diversidad que se hace palpable en sus múltiples actividades. De esta manera, no es casual que las obras reunidas para esta exposición (en las que confluyen nuevamente imagen verbal e imagen visual) tengan su germen en el sueño y la pregunta recurrente de cómo sería ser otro, un ejercicio para multiplicarse, buscarse en otros lugares y reconocerse.

Sagrados-Corazones-de-Frida

 

Sagrados Corazones de Frida

 

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