Decepcionante final en la entrega del Oso de Oro a película china en la Berlinale 2014

Martha Escalona Zerpa16 febrero, 2014

No es la primera vez que el jurado de turno de la Berlinale pronuncia un veredicto contrario a las expectativas de la crítica y del público. En esta edición 64 del Festival Internacional de Cine de Berlín podríamos decir, que una buena parte de los Osos entregados fueron desilucionantes para la gran mayoría de los espectadores y cinéfilos. Recordemos que la Berlinale, es el único festival de cine internacional de categoría A, que es un verdadero festival para el público. En esta edición se vendieron 330.000 tickets de cine en tan sólo diez dias. Un récord impresionante que evidencia, por una parte la magnitud y gigantesca infraestructura del festival y, por otra, una ciudad poblada de amantes del cine.

Los otros Osos de Plata en las categorías mejor actriz, mejor actor y mejor cámara también fueron otorgados al cine asiático: a la actriz japonesa Haru Kuroki en la película Chiisai Ouchi (The little House) y nuevamente a China a, Liao Fan mejor actor por su rol como detective en la película ganadora del Oso de Oro Bai ri yan huo (Black Coal, Thin Ice) y la mejor cámara a Zeng Jian por la película Tui Na (Blind Massage), de Lou Ye.

Con ello se puede concluir que el absoluto ganador de esta Berlinale 2014 ha sido el cine asiático. Nadie lo habría pensado y mucho menos esperado. Es conocido que el presidente del jurado James Schamus es un amante del cine asiático. Ha sido productor de las películas de Ang Lee: Comer, beber, amar (1994). La tormenta de hielo (1997), Tigre y dragón (2000), Hulk (2003), y Brokeback mountain (2005). Puede que Schamus y la presencia del actor chino Tony Leung, como miembro del jurado, hayan tenido una influencia decisiva en esta coronación descorcentante al cine asiático por parte del jurado.

Los grandes perdedores del concurso fueron el cine latinoamericano concursando con cuatro películas: Historia del miedo, de Benjamín Naisthat, La tercera orilla, de Celina Murga, Praia do futuro de Karim Ainouz y Aloft de Claudia Llosa, así como el cine alemán concursando con cuatro películas: Kreuzweg, de Dietrich Brügemann, Die geliebten Schwester, de Dominik Graf, Zwischen Welten (Entre mundos), de Feo Aladag y Jack, de Edward Berger (tres de las cuales habian sido igualmente favoritas).

Solamente una de las películas alemanas ganó un Oso de Plata en la categoría como mejor guión a Dietrich Brügemann y a su hermana Ana Brügemann por Kreuzweg y el cine latinoamericano ganó el premio como mejor película debutante con la mexicana Güeros de Alfonso Ruizpalacios.

Dieter Kosslick, director de la Berlinale desde 2002, resumía ayer en la ceremonia de la entrega de los premios, que si algo particular había habido en esta Berlinale 2014, era la destacada presencia de niños, niñas y adolescentes actuando en las películas, y que ello respondía al reflejo de la realidad existente a nivel mundial en la que menores de edad cargan con los efectos de los conflictos familiares, de la injusticia social, del racismo, que las afecta o de la pobreza, en la que viven.

Ninguno de esta nueva generación de actores y actrices tales como Ivo Pietzcker en Jack, Lea van Acken y Moritz Knapp en Kreuzweg, Ellar Coltraney y Lorelei Linklater en Boyhood o Alain Devetac en La Tercera Orilla (por citar unos cuantos) fueron premiados con un Oso de Plata como mejor actor y o mejor actriz. Este yerro ha generado un desconcierto aún mayor.

En definitiva, el jurado de la Berlinale 2014 premió con el Oso de Oro a la película equivocada. Premiar con el Oso de oro a Boyhood habría significado sentar un precedente político y dar un mensaje positivo y esperanzador hacia una sociedad más humana y más justa hacia la infancia y la adolescencia.