Diana D´Agostino: «Soy ama de casa, hago mercado y sufro la escasez también»
El día era caluroso y la Asamblea Nacional se encontraba revuelta a la espera del inicio de la sesión ordinaria de los jueves. Un director de prensa, un escolta y dos asistentes, es la defensa que se debe superar para entrevistar a Diana D’Agostino, abogada y esposa del presidente del parlamento venezolano, Henry Ramos Allup.
Ser esposa de un dirigente político y madre de tres hijos es un papel que Diana lleva con pulcritud y orden. Sentada con la espalda recta y arreglada de pies a cabeza, la elegancia y porte de educación son elementos innatos en ella.
Aún cuando su apariencia refleja a una mujer con manicura, peinado y traje impecable, señala que su día a día es como ama de casa.
Cuenta que lava, plancha, cocina, va al supermercado y sufre para encontrar insumos médicos y alimentos como cualquier otra madre de Venezuela. «Soy ama de casa, hago mercado y sufro la escasez también».
Dedica todos sus esfuerzos para que su familia esté feliz y encuentre tranquilidad en su hogar. “Cuando Henry llega a la casa estoy para él… nuestra mesa es de calidad y no se habla del trabajo”, asegura.
Madre siempre presente
Además de dirigir las actividades culturales y de relaciones públicas de la Asamblea Nacional, la esposa del presidente del parlamento venezolano es una madre dedicada y sobreprotectora que afirma jamás haber dejado el cuidado de sus hijos, Rodrigo Emilio, Ricardo Enrique y Reinaldo Eduardo Ramos, en manos de otras personas.
“En la niñez de mis hijos, cuando Henry tenía que salir por cuestiones de trabajo, yo siempre me quedaba con ellos”.
A pesar de que ya son adultos y todos son profesionales, dos abogados y uno administrador, Diana sigue pendiente de sus vidas y cuenta que los ayuda en lo que necesiten.
Con una sonrisa en el rostro se expresa de su maternidad como una labor maravillosa, refiriéndose a sus hijos como seres humanos humildes, trabajadores y dedicados. Aunque no trabajan directamente con su padre en el parlamento, lo ayudan en todo lo que pueden.
Cuando Ramos Allup fue electo diputado y presidente de la Asamblea de Venezuela, la vida de Diana dio un vuelco, aunque no para mal. Desde ese momento se involucró más en las labores educativas, rescatando la apertura del Palacio Federal Legislativo a los estudiantes y el público que busca conocer la historia de Venezuela y de la sede parlamentaria, a través de visitas guiadas.
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