El Tremendo Moore Ataca al Capitalismo
En plena crisis económica mundial, era de esperarse que uno de los críticos más famosos y ácidos del medio fílmico realizara una película critica sobre el sistema capitalista. Se trata de “Capitalismo: una historia de amor”, el nuevo documental del irreverente cineasta Michael Moore, apodado el “gordito tremendo” por sus despiadados comentarios sobre la política norteamericana, un campo que le ha permitido hacer los documentales de denuncia más taquilleros de la historia del cine.
En efecto, sus obras han recaudado conjuntamente más de 200 millones de dólares a escala mundial, lo que representa un verdadero fenómeno en este medio, donde es difícil competir con las películas de ficción, sean actuadas o animadas. Así, mientras “Bowling for Columbine” (que ganó el Oscar para documentales en 2003) exploraba una masacre en un colegio de provincia –con una fuerte crítica a la tenencia de armas—, su siguiente documental “Fahrenheit 9/11” enfiló en 2006 contra la política exterior de George W. Bush, algo que muchos creen contribuyó a la derrota republicana en 2008.
Atacando el sistema de salud
En su siguiente trabajo, “Sicko” (Enfermizo), Moore atacó el ineficiente sistema de salud de su país, y su filme influyó en el programa de gobierno de Barack Obama, donde el candidato
prometió cambios sustanciales en dicho sistema, calificado como “una estafa al pueblo norteamericano” por Moore. En dicha obra, que no fue tan exitosa como la anterior, Moore elogia el sistema de salud que impera en Canadá, Gran Bretaña y Francia, e incluso el de Cuba, país que visitó en 2007 buscando “mejor atención médica” para una decena de trabajadores de Nueva York que sufrieron al atender la catástrofe de 11-9S. Ese viaje, que hizo sin permiso del gobierno de EEUU, fue considerado un “show mediático” para publicitar su filme y aprovechado también por el régimen castrista, que facilitó los permisos de viaje y la atención médica.
El turno del Capitalismo
Como lo dice su título, “Capitalismo: una historia de amor” habla del apego a la empresa privada y la ganancia como móviles de la economía, algo que dominó la vida de EEUU desde sus inicios como nación, y que lo ha convertido en la primera potencia financiera del globo, aunque la actual crisis ha hecho aflorar muchas de sus fallas. Precisamente, Moore se vale de estas debilidades para hacer una fuerte crítica al sistema, manipulando inteligentemente los hechos y usando su típico sarcasmo, que le ha dado tan buenos resultados en “La amarga verdad”, el programa televisivo de denuncia que conducía hace unos años.
En el mismo trailer que promociona su reciente filme –a estrenarse en octubre–, Moore anuncia en un tono formal que durante la proyección pasarán voluntarios por los pasillos con una lata pidiendo una colecta para los altos ejecutivos de los grandes bancos quebrados, exhortando al final que “sean generosos, como lo fueron con los auxilios financieros del gobierno”. En otra sarcástica declaración, Moore afirma que su filme tiene de todo: “deseo, pasión, romance …y 14 mil puestos de trabajo perdidos al día”, aunque se notan sus simpatías al sugerir que el grueso de la culpa lo tiene el “gobierno anterior”.
Cambio de planes
En otra conferencia de prensa, Moore hizo el sorpresivo anuncio de no hará más documentales de denuncia y se dedicará desde ahora al cine de ficción, pues tiene sendos guiones para dos filmes, una comedia romántica y una cinta de misterio. Para justificar el drástico cambio, después de explotar exitosamente por una década el género documental, Moore recuerda que después de su primer documental (‘Roger and me’, sobre el cierre de una planta de la GM en un pueblo de Michigan), él realizó en 1996 una disparatada comedia (‘Canadian bacon’) sobre la amistosa rivalidad entre estadounidenses y canadienses. La cinta, que contó con la actuación estelar del fallecido comediante John Candy, demostró que podía dirigir un grupo de actores, aunque fracasó en la taquilla.
Con las ganancias netas generadas por sus documentales (más de $ 100 millones), Moore bien se puede dar el lujo de financiar sus próximas iniciativas fílmicas y vivir cómodamente por el resto de sus días. De ahí que muchos de sus detractores del campo conservador creen que la posición crítica de Moore hacia el capitalismo refleja una actitud hipócrita, ya que ha utilizado el mismo sistema liberal para acumular su modesta fortuna. Su polémica postura refleja la actitud contradictoria de muchos “liberales” del país del norte, que resienten el capitalismo en teoría mientras hacen pingües ganancias con negocios dentro del sistema. Pero ahora que es un capitalista multimillonario, a Moore le será difícil atacar a las grandes corporaciones y hacer otros “documentales antisistema” con los cuales cimentó su carrera fílmica y lo convirtieron en un magnate, aunque –quizás para despistar– siga utilizando cachucha, blue jeans y zapatos de goma en sus apariciones públicas.
