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Gillbret Keith Chesterton (1874-1936)

LA VOZ DE UNA PALPITANTE PARADOJA

(%=Image(1668995,»L»)%) El poeta, narrador, periodista, ensayista y crítico británico G.K. Chesterton es un profundo pensador, de sorprendente originalidad y con un gran dominio del idioma, llegó por la paradoja al humorismo en retorsiones inverosímiles de las más audaces ideas. Desde los primeros escritos se advierte ya su estilo paradójico, que más tarde constituye una de sus más importantes claves literarias.

Sus comienzos literarios fueron en el periodismo, aunque su actividad principal ha sido la del ensayo, de fuertes tintes polémicos y apologéticos; incluso puede afirmarse que sus novelas no son otra cosa que la continuación de su labor ensayística. Sus polémicas furibundas con los escritores George Bernard Shaw, H.G. Wells, Rudyard Kipling, hicieron las delicias del público inglés. Esta rara originalidad le llevó a crear el extraño personaje del padre Brown, clérigo-detective, y fue, hasta en su propia reacción espiritual, una palpitante paradoja, con su conversión al catolicismo en 1922, que alguien socarronamente enjuició diciendo que lo hizo así para ser un protestante en Inglaterra. Una vez convertido al catolicismo, sus escritos se impregnan de fe y sólida doctrina. Cantor del optimismo y de una visión a la vez honda y amable del hombre, su popularidad es universal. “Era demasiado bueno para ser político… –nos dijo Graham Greene- Escribió sus pensamientos con frescura, sencillez y la ilusión del descubrimiento”.

Gilbert Keith Chesterton nació en Londres el 29 de mayo de 1874 y falleció en Beaconsfield el 14 de junio de 1936. Hijo de una familia perteneciente a la clase media culta. Los Chestertons son desde el siglo XVIII populares corredores de fincas. Estudia en la St. Paul School , y dudando entre ser pintor o periodista, se decide por esto último. Después de la Segunda Guerra Mundial , fue uno de los líderes del distribuismo, una tercera vía económica, que propiciaba la división de la propiedad en partes pequeñas y una distribución igualitaria entre todas las personas. Visita España y su experiencia se refleja en Lepanto (1929) quizá su mejor poema, y en El regreso de Don Quijote (1930).

Sus obras principales, muy leídas y traducidas a todos los idiomas, están constituidas por novelas y cuentos: El club de los negocios raros (1908), La esfera y la cruz (1910), El Napoleón de Notting Hill, Las paradojas de mister Pond, El candor del padre Brown (1911), El secreto del padre Brown (1927). Obras de crítica: Robert Louis Stevenson, Charles Dickens, Chaucer (1932), George Bernard Shaw (1910), William Blake (1910) y La época victoriana en la literatura (1913). Ensayos y misceláneas: La nueva Jerusalén, Hablando en general, Alarmas y disgresiones, Ortodoxia, La superstición del divorcio, San Francisco de Asís (1923) y Santo Tomás de Aquino (1933). Su Autobiografía aparece en 1936. Y como dijo el escritor inglés: “Un gran clásico es un hombre del que se puede hacer el elogio sin haberlo leído”.

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