La Academia de los Linces
El 17 de Agosto de 1603, se reúnen en Roma, en el palacio de la familia Cesi y convocados por el inquieto hijo mayor Federico (1585-1630), sus jóvenes amigos Francesco Stelluti (1577-1653), Johannes van Heeck (1579-¿?) y Anastasio De Fillis (1577-¿?) con el fin de acordar la fundación de un grupo que se dedicara al estudio e investigación de las ciencias de las que eran amantes. Para ello, contaban tanto con la biblioteca del palacio familiar como con equipos adecuados para la investigación.
Esta agrupación recibió el nombre de Academia de los Linces y fue acogida por la benevolencia del todopoderoso Papa Clemente VIII .
Federico Cesi, quién presidía la Academia, orientaba sus inquietudes hacia la Astronomía y la Micrología y producto de sus investigaciones le permitió la construcción del Astrolabio .
Francesco Stelluti recibió el encargo de desempeñarse como Procurador y Administrador de la naciente sociedad y era Geógrafo, Jurista, Literato y Científico y actuaba con el pseudónimo del Tardígrado.
Johannes van Heeck, nacido en los Países Bajos era Médico y Filósofo y dominaba el Latín y el Griego, la Astronomía y la Astrología y también había estudiado Teología. En Praga conoció a Kepler y utilizaba el pseudónimo de El Iluminado.
Anastasio de Filis, hombre polifacético interesado en diversas disciplinas del saber actúo como Secretario de la Academia.
Tuvieron que luchar contra la opinión del padre de Cesi quién era el Marqués de Monticello y Duque de Acquasparta pero contaron con el apoyo de su madre Olimpia Orsini di Todi.
En 1610 y debido a las continuas acusaciones de ejercer la magia negra, actuar en contra de la doctrina de la Iglesia y mantener una vida escandalosa, Cesi se desplaza a Nápoles donde contacta y enrola en la Academia a Giovambapttista della Porta (1538-1615) eminente sabio, Filósofo, Científico, autor de comedias, incansable viajero que extendió sus incursiones a través de Italia y hasta Francia y España, fue un apasionado de la Oftalmología y desarrolló la cámara oscura.
Al año siguiente, en 1611, aborda y convence que se incorpore a la organización, a uno de los más grandes hombres del Renacimiento, Galileo Galilei (1594-1642) Astrónomo, Físico y Mecánico, inventor de innumerables aparatos y autor de muchas teorías y fundamentos de las ciencias.
Esta amistad hizo que la Academia de los Linces fuera escenario de primer orden para la diatriba que enfrentó a Galileo con la Iglesia al defender la teoría heliocéntrica expuesta por Copérnico ante la teoría geocéntrica formulada por Ptolomeo y donde expresó su famosa frase „E pur si muove‰.
La Academia de los Linces, obra de Federico Cesi se extiende veintiún años más allá de su muerte pues tiene significado y acciones hasta 1651.
Desde 1745 hasta 1847 se suceden lo que se han dado en llamar los tres renacimientos de los Linces hasta que en ese último año y bajo el patronato de Pío IX se instala la Academia Pontificia de los Nuevos Linces. En estas etapas tienen especial significación Francesco Caetani, Duque de Sermoneta (1738-1810) descendiente de la familia materna del fundador original y también cultor de la Astronomía; Gioacchino Pessuti (1743-¿?) , matemático romano que fue compañero de estudios de Euler en San Petersburgo, y el Abate Feliciano Scarpellini (1762-1840) quién toma como actividad fundamental el renacimiento de la Academia.
Desde 1870 hasta 1923 recibe la denominación de Real Academia de los Linces. El período transcurrido entre 1926 y 1943 es de especial significación pues se desarrolla con altas y bajas en la relación entre Los Linces y la Real Academia de Italia pues los deseos totalitarios de Musolini se enfrentan a la acción de dos singulares hombres, Vito Volterra (1860-1940) , matemático y físico extraordinario, egresado de la Escuela Normal Superior, quién se incorporó a la Academia en 1899 y fue expulsado, por oponerse al régimen en 1934, y Vincenzo Rivera (1890-1967) , singular naturalista también opuesto a la dictadura y quién recibió el encargo de liquidar la Academia de Italia y promover la reconstrucción de Los Linces.
Desde 1944 hasta nuestros días recibe el nombre oficial de Academia Pontificia de las Ciencias, está formada por ochenta científicos de diversas partes del mundo y recibe el decidido apoyo de El Vaticano cuya última expresión está representada por el discurso que el 10 de Noviembre último le dedicó Juan Pablo II con ocasión de la celebración de su cuatricentenario. Pocos días antes, el 30 de Octubre, Su Santidad nombró cinco nuevos miembros de la Academia: el Profesor español Antonio García-Bellido especialista en Genética en la Universidad Autónoma de Madrid, el Profesor griego Fortis C. Kafatos especialista en Biología Molecular en las Universidades de Harvard, de Atenas y de Creta, el Profesor chino Tsung-Dao Lee especialista en Física en la Universidad de Columbia, el Profesor japonés Ryoji Noyori especialiste en Química Orgánica en la Universidad de Nagoya y el Profesor norteamericano Kevin Ryan emérito del „Center for the Advancement of Ethics and Character‰ en la Universidad de Boston.
Actualmente la Academia la preside, desde 1993, el Físico italiano Nicola Cabbibo.
Sirvan estas pocas líneas para resaltar una institución que durante cuatro siglos ha sido piedra angular en el desarrollo de las ciencias y tribuna singular para sus actores. Las actividades y las actitudes de Los Linces deben servir de guía para nuestras Academias y para los Académicos.
Al celebrarse los cien años de la Academia Nacional de Medicina de Venezuela, nos parece pertinente este bosquejo.
