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Sudoku

(%=Image(7897811,»R»)%)El Sudoku es un crucigrama numérico que consiste en una cuadrícula de 9×9 celdas divididas en subcuadrículas o regiones de 3×3. El objetivo es ubicar los números del uno al nueve en la misma fila, columna y región, sin repeticiones.

Las normas son sencillas y el procedimiento se intuye por sentido común, pues se trata de simple lógica. Para resolver este juego no se requieren instrumentos externos o conocimientos matemáticos. De hecho, sólo es necesaria la paciencia, la sagacidad y la lógica. El entretenimiento y la adicción vienen por su cuenta.

No todo lo que suena japonés es de Japón

Cuando se escucha por primera vez «Sudoku» se piensa Japón o China, lo cual es sólo parcialmente cierto.

El primer indicio del nacimiento del Sudoku se originó en Suiza. Leonhard Euler, genio matemático del siglo XVIII, utilizó los cuadrados latinos o mágicos para calcular probabilidades.

Un cuadro latino es una matriz de una NxN, en la que cada casilla está ocupada por símbolos que aparecen una sola vez en cada columna y en cada fila.

Los cálculos del matemático fueron el principio. Sin embargo, el primer crucigrama numérico fue diseñado en 1979 presuntamente por Walter Mackey, quien publicó el juego como un puzzle titulado «Number Place» en la revista Rompecabezas matemáticos y problemas de lógica.

Más tarde, en 1984, la editorial japonesa Nikoli publicó en su revista Monthly Nikolist el primer ejemplar del juego como se conoce actualmente. De hecho, el presidente de la editorial, Kaki Maki, le puso nombre al juego: «Suji wa dokushin ni kagiru», que se traduce como «los números deben estar solos». Posteriormente, como es usual en el idioma japonés, la expresión se abrevió al término «Sudoku». «Su» significa número y «Doku», solo o célibe.

En 1986 Kaji Maki creó las normas que aún rigen el juego: se dan máximo treinta números o pistas iniciales y los Sudoku deben ser simétricos.

La publicación en la revista japonesa popularizó el juego en Japón, pero no en el resto del mundo. El responsable de la Sudokumanía en los demás países es Wayne Gould. Tras seis años de preparación, el americano construyó un programa electrónico que crea estos crucigramas con solución única de forma rápida e infinita. Su invento lo motivó a enviar el juego a diarios ingleses y estadounidenses, lo cual propició que millones de personas conocieran el juego. Así, en el 2004 se publicó el primer Sudoku en la revista Times y tres días después en The Daily Number, donde el juego pasó a llamarse «Codenumber»

A finales del año 2005 el juego se difundió y ganó adeptos en Europa y América. Por ahora no hay señales de decaimiento del entusiasmo, sino lo contrario.

La Sudokumanía: un vicio sano

La fiebre que causa el Sudoku es comparable a la que originó el cubo Rubik, creado por el húngaro Ernö Rubik a principios de la década de 1980.

Científica y médicamente hay numerosas razones para jugar al acertijo numérico. Jean Marx publicó en la revista Ciencia que una de las mejores maneras de preservar la salud de la mente es ejercitar el cerebro con pasatiempos como el Sudoku.

Esto es así porque, como expresa el neurólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cleveland, Robert Friedland, «el cerebro, como cualquier otro órgano envejece dependiendo de cómo se use». Por ello, para evitar su deterioro, se aconseja jugar pasatiempos como el Sudoku que agudiza los procesos cognitivos y ejercita la mente.

El Alzheimer, atrofia cerebral difusa que se presenta comúnmente en la edad senil, puede ser prevenido si hay una actividad cognitiva. Los especialistas en el área insisten en que la manera de evitar la enfermedad mediante la práctica de actividades intelectuales es realizarlas frecuentemente por largos períodos de tiempo, debido a que la degeneración neuronal comienza veinte años antes de la aparición de los síntomas.

Al respecto, el libro «Genes, estilos de vida y rompecabezas de palabras: ¿Puede prevenirse el Alzheimer?» revela que el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer es 47% más baja en personas que han jugado habitualmente rompecabezas como el Sudoku durante toda la vida.

Sin embargo, ignorantes de los beneficios, son razones menos científicas las que mueven a la mayoría de fanáticos alrededor del mundo a borrar y escribir números completando Sudokus.

Carol Vorderman, escritora del libro «¿Cómo jugar Sudoku?», resume las principales causas por las que el Sudoku es tan adictivo. Entre sus explicaciones está la simplicidad de sus normas, la satisfacción que produce completarlo, su capacidad recreativa, desafiante y absorbente, la facilidad con la que mejora las habilidades para resolverlo, su carácter portátil, su tiempo indeterminado y su rápida mejora en las habilidades lógicas del jugador.

Por su parte, Gould considera que el fanatismo generado por el crucigrama se debe a que es diferente, fácil de aprender, puede ser personalizado, puesto que admite diversos grados de dificultad según el jugador y a que no amerita algún conocimiento previo específico.

El psicólogo Kevin Brogman, de la Universidad Estatal de Lousiana, cree que la Sudokumanía se debe a que el juego conecta con elementos básicos de la constitución psicológica. Señala: «Desde la infancia dirigimos muestra atención a cosas que son moderadamente más complejas que las que ya entendemos. Ante una variedad de Sudokus podemos iniciarnos en un ciclo de fortalecimiento de nuestro sentido de competencia personal y sentirnos más motivados a resolver nuevos problemas.»

Fiebre mundial: fronteras pasadas por alto

El Sudoku es un fenómeno que contagió a países como España, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Suecia, Sudáfrica, Francia, Finlandia, Estados Unidos e Inglaterra.

El primer Sudoku latinoamericano se publicó en Uruguay. Luego, periódicos de Colombia (El Espectador), Bolivia, Perú, Argentina (El Clarín) y Brasil conocieron este crucigrama numérico.

La pasión desatada por este acertijo numérico es tal que The New York Times expuso entre los primeros cincuenta «best sellers», cinco que tratan sobre el Sudoku.

La fiebre no se limita a las páginas físicas de revistas, libros y periódicos. También hay incontables páginas virtuales que incluyen datos y juegos del Sudoku. Además, este crucigrama numérico está en juegos descargables y hasta ha llegado al Game Boy Advance.

Boom nacional: Sudokus criollo

El crucigrama numérico que causó furor en Asia, Europa y Latinoamérica, invadió a Venezuela en octubre de 2005. El periódico El Nacional fue el primero en publicar Sudokus de la compañía Pappocom, creada por Wayne Gould.

El Nacional dejó de ser el único. Pronto los periódicos El Universal, El Líder y Primera Hora integraron en sus secciones de Misceláneas o Pasatiempos, ejemplares de Sudoku. Poco tiempo después, pusieron en sus páginas en Internet la opción de jugar en línea.

Además de los diarios, llegaron a las librerías venezolanas obras sobre Sudoku que incluyen historias, comentarios, estrategias y juegos de distintos niveles de dificultad: fácil, moderado y diabólico o, según otras publicaciones, cinturón blanco, marrón, verde o negro.

Cada día aumenta el número de personas que entra en contacto con la palabra y juego Sudoku. El reconocido locutor Pedro Penzini Fleury escribió en El Nacional que cuando habló del juego Sudoku en su programa radial «llovieron llamadas de personas que ya se habían vuelto adictas». En su opinión hay que promocionar el juego porque éste mantiene en actividad los procesos mentales al emplear razonamiento y lógica en su solución.

Varias casas de estudios venezolanas incluyeron en sus pensa la enseñanza y práctica del crucigrama numérico. En Anzoátegui, el profesor Manuel Caraballo utiliza el juego como estrategia didáctica en clases y en actividades de bienvenida de los nuevos estudiantes.

Asimismo en Caracas, la Universidad Monteávila facilita y enseña juegos de Sudoku a los alumnos de primer año en la materia Orientación y Desarrollo Personal (ODP).

Torneos: interacción entre fanáticos

Como tantas creaciones humanas, también el Sudoku se presta a la interacción. En Internet se hacen competencias informales entre cibernéticos fanáticos tanto para juegos como para retos de informática. La empresa Apple Computers publicó en su site un concurso cuyo reto consiste en diseñar un Sudoku con cuatro dimensiones.

En el plano material y trascendiendo la realidad virtual, personas que han sucumbido a la pasión por el juego se reúnen físicamente en torneos presenciales formales.

En numerosos países se están realizando competencias locales. El periódico colombiano El Espectador organizó la Primera Maratón de Cerebros Sudoku, La Mente Más Rápida. Igualmente El Mundo introdujo el Primer Campeonato de España de Sudoku en el mes de marzo.

En Venezuela, además de los concursos on line que se realizan frecuentemente, seguidores del Sudoku se reunían semanalmente en la tasca La Meseta situada en Los Chaguaramos para jugar y competir.

También se han celebrado competencias formales. El diario El Nacional inició en febrero de este año el Primer Campeonato Venezolano de Sudoku. Este concurso consistió en dos partes. En la primera fase los lectores enviaron tres juegos de Sudoku resueltos a la sede del periódico. En la segunda fase, participantes provenientes de distintos estados de Venezuela se reunieron en el Centro Comercial San Ignacio el 22 de febrero para resolver en vivo crucigramas de distintos niveles de complejidad.

El premio para el ganador, Jorge Brushi, fue representar a Venezuela en la Primera Competencia Internacional de Sudoku, realizada en Lucca, Italia entre el 10 y el 12 de marzo.

En el concurso italiano compitieron 83 participantes procedentes de distintos países. El ganador del concurso de El Nacional, obtuvo el penúltimo pues en Italia se enfrentó con cinco tipos de Sudoku que no han llegado todavía a Venezuela.

Hace pocos días – 13 de mayo – se celebró el Primer Concurso Universitario Oriental de Sudoku en el Auditorio de la Universidad de Oriente, Núcleo de Anzoátegui. La competencia fue transmitida en vivo a través de Unión Radio 640 A.M.

Entre los premios entregados estuvieron una beca completa de un semestre en la Universidad Santa María y cursos gratuitos en otras instituciones.

¿Adicto al Sudoku clásico? Ahora es que viene lo bueno

Que se enfrente al Sudoku clásico quien nunca lo ha jugado. Pero para el fanático que sí ha hecho crucigramas numéricos complejos, hay más.

El Sudoku más conocido, consistente en el cuadro latino de 9×9, es el clásico. No el único. Tras el boom del Sudoku nacieron una serie de variantes del juego que poco a poco llegan a Venezuela.

Las primeras modalidades derivadas del Sudoku 9×9 son las cuadrículas que van desde 4×4 hasta 16×16 oscilando en niveles: para niños o para los más expertos.

Entre los juegos más conocidos asociados al Sudoku está el Kakuro. Su creador es McKee Kaki. El japonés se inspiró con el juego Sumas Cruzadas (Cross Sums) para versionar el Sudoku fusionando las normas de ambos juegos. Tituló su creación «Kasan Kurosu», nombre que por razones de marketing se abrevió a Kakuro.

Kakuro, también conocido como «el hermano mayor del Sudoku», emplea una cuadrícula dividida en varias casillas. El objetivo del juego es rellenar los espacios con números del 1 al 9 de forma que en ninguna serie de números -en horizontal o en vertical- éstos se repitan, y que su sumatoria dé cómo resultado el número que se indica en los límites del tablero.

La particularidad del Kakuro es que para realizar la sumatoria no se puede usar el mismo número más de una vez en la misma columna, aunque sí se admiten repeticiones en la misma fila.

Existen otras variantes del Sudoku que consisten en la adición de restricciones o de dimensiones extras. Aparte de los números que al ser sumados deben dar un resultado, igual sucede con productos y multiplicaciones. El Killer Sudoku integra tanto sumas como multiplicaciones.

El Sudoku Gattai 5 o Super Sudoku radica en cinco rejillas de 9×9 que se superponen. También están las rejillas secuenciales o aquellas que no presentan ninguna pista, por lo que el jugador debe poner todos los datos empleando sólo la lógica y la paciencia. De este último estilo se destaca el Sudoku tridimensional, inventado por Dion Church.

Existen otras variaciones que utilizan letras en lugar de números. Estos Sudokus se diferencian de los crucigramas comunes porque deletrean algo que a menudo constituye una ayuda para construir el juego.

El Crucidoku es una especie de Sudoku, pero que emplea letras sin posible repetición por fila, columna o región y que además presenta definiciones de casillas al estilo de los crucigramas.

El Code Doku, ideado por Steve Schafer, tiene una oración entera encajada en el rompecabezas, mientras que en el Super Wordoku se representan dos palabras de nueve letras expuestas en cada diagonal.

Es discutible que estos últimos sean Sudokus y no crucigramas normales. Sin embargo, son conocidos como parte de la larga lista de modalidades en las que también se encuentran el Meta Sudoku, el Digital Number Place, Sum, Toroidal y el Odd o Even Sudoku.

Como se aprecia, la creatividad humana es ilimitada, y la pasión por los juegos de desafío intelectual no decrece. Por el contrario, con toda seguridad seguirá ganando más adeptos e innovadores.

(*): Estudiante de Comunicación Social.

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