Siena y San Gimignano, visitas obligadas de la Toscana
Si está en Florencia, no puede dejar de visitar a Siena, una pequeña ciudad famosa por el “Palio de Siena”, conocida carrera de caballos de origen medieval que se hace en la Piazza del campo.
Además de este festival –el cual se realiza dos veces al año–, hay mucho que ver en esta hermosa localidad. Uno de esos sitios es la Basílica de San Doménico, una verdadera joya del renacimiento.
Pero lo más agradable es pasar un rato en la Piazza del campo, que es –sin dudas– una de las plazas medievales más famosas del mundo.
Después de recorrer a pie la ciudad vieja, hay que ver la Catedral de Siena, que fue terminada en el siglo XIII por el famoso arquitecto Giovanni Pisano.
Antes de proseguir a ver esa obra arquitectónica, conviene almorzar en la Taverna San Giuseppe.
San Gimignano es una ciudad amurallada que se caracteriza por sus múltiples torres: había 72 y se conservan 15 en perfecto estado.
Aparte de la vista que desde lejos impone la ciudad, hay importantes monumentos que visitar como, la Colegiata, que fue la antigua Catedral.
Y la iglesia de San Agustín, una austera iglesia de estilo románico, decorada con 17 frescos realizados entre 1464-1465 por Benozzo Gozzoli.
La plaza del Duomo era el centro de la vida religiosa y política de la ciudad en la edad media.
Pero definitivamente lo que se debe hacer es recorrer el centro histórico, lo que le permitirá por un instante trasladarse en el tiempo y sentir lo que significó vivir en ese magnífico lugar durante la edad media.
Para prolongar el disfrute, convendría quedarse en un hotel ubicado en el corazón de la ciudad; por eso, analítica.com propone el Hotel León Bianco.