Filosofía del Barrio: El Silbido de Bala

Eduardo Planchart Licea
Se puede dar un acercamiento a la filosofar barrial a través de la fotografía participativa, junto a las entrevistas de reporteros comunitarios, dibujos proyectivos y cortometrajes participativos filmados y editados por los jóvenes del barrio. Este cruce de sensibilidades captan las latencias existenciales de estos espacios. Así, se trama la desesperanza de los adultos que siempre han vivido en el barrio 1° de Mayo del Cementerio con la contrastante alegría, de niños y jóvenes que le dan un sentido a su existir.
Los fotógrafos amateur de niños y jóvenes, al ver las materializaciones de sus miradas reflexionan, conceptualizan, y comparten sus conclusiones a través de diarios visuales. Así, al distribuirse las cámaras -digitales-, en un sector como es el barrio 1° de Mayo, en el Cementerio, se transforman estas herramientas en una dimensión cognoscitiva y potenciadora del pensamiento crítico, y por tanto de una praxis transformadora. La estética de estas fotografías es espontánea, natural y adquiere una fuerte dosis de originalidad compositiva.
MITOS URBANOS: La Cruz del Sector 1° de Mayo
De las cámaras distribuidas entre niños (10 a 15 años) y adultos (30 a 50 años), un gran porcentaje de las imágenes fueron tomadas en una pequeña plaza paralela a la autopista, centro simbólico del sector, conformado por laberínticas calles. En ella se construyó una cruz de concreto, de más dos metros de altura. Este icono devocional propio del cristianismo nos lleva a los orígenes del barrio, cuando se comunicaba con el Cementerio del Sur. Se percibía en ese entonces el sector como una prolongación del cementerio, por tanto de la muerte, y del inquietante más allá. Este sentir se acentuó al asociarse a las creencias populares post-morten de las mitologías urbanas como la del carretero, las ánimas en pena, el demonio en su caza de almas, la llorona, el caminante encadenado, el silbón…
En esas oscuras y silenciosas noches de 1955 al 58 dominó el terror político, por ser la etapa más cruenta de la dictadura perejimenista que se solapaba al temor a los aparecidos. Tras la caída de la dictadura el 23 de enero de 1958, se dio el Plan de Emergencia impulsado por Wolfang Larrazábal, quien como presidente de la Junta de gobierno, transformó e hizo más amables las barriadas caraqueñas, al construir masivamente las escaleras, iluminación por lo cual el almirante es recordado en los barrios caraqueños.
Mientras se preparaban las elecciones de ese mismo año, que fueron ganadas por Rómulo Betancourt candidato de AD, y nace la pesadilla de la guerra de guerrillas comunistas promovidas por Cuba, a pesar de esto la democracia inicio su expansión. Y que a pesar de haber sido derrotadas militarmente la insurrección comunista, hoy Venezuela es dominada por una trágica dictadura del partido.
Antes de llamarse el barrio 1° de Mayo, las noches eran dominadas por apariciones de seres diabólicos, que se hacían sentir en forma de gritos, alaridos, cadenas, y seres monstruosos.
“Cuando llegué esto se llamaba El Cementerio, le pusieron 1° de Mayo porque y que abajo en la pileta de noche salía el diablo y sus huestes. Y por eso la gente hizo una cruz grandota que está allá abajo, porque el diablo le tiene miedo a la cruz, pues ahí está la imagen de Jesucristo, porque a él lo mataron ahí. Y seguramente al diablo, no le gustan esas cosas sino la maldad, es malo, malo.
– Una noche estaba afuera como a la una, levantada haciendo unas necesidades, y siento que viene pata de plomo por ahí, y me escondo rapidito y me paro en el murito pa´ve. Y ahí vi la cabeza blanca del hombre que subió. El hombre ese, el pata de hierro y salí corriendo pa´ve pa´donde cogía y no agarró pa´ ninguna parte, solo ese silencio me dio un miedo para volver al rancho. Ese era el que le decían pata de plomo, por esa escalera pa´ arriba. Pero si pasaban cosas por aquí y muchas cosas malas” (Testimonio, Isabel Parisca, 2011)
La gente creó una frontera para exorcizar el más allá a través de la cruz. Símbolo que se sincretizó con el tiempo a las creencias populares de la Cruz de Mayo, y al día del trabajador.
MITO URBAN: El Tren de Caracas
En el barrio de San Juan, uno de los lugares más fotografiado por la gente del barrio, fueron los rieles del antiguo tren de Caracas, y esto nos permite comprender la filosofía de vida del sector, y cómo percibe las apariciones nocturnas, en El Guarataro, la comunidad tomó fotografías de las calles en la noche. Al preguntar sobre ellas, evidenciaban una visión racional y no una caracterizada por el pensamiento mágico, al afirmar que esas fotografías eran para recordar a los hombres que se disfrazaban de fantasmas, para hacer sus sinvergüencerías nocturnas, sin que nadie los viera. Aquí el sentido común se impuso sobre lo mágico. Aún hoy existen chistes en este sector de hombres que fueron sorprendidos tras sus infidelidades al saltar los muros de las casas de sus amantes envueltos en sábanas. Sin embargo no escapa su visión del mundo a las categorías del pensamiento mágico, pues la casa del malandro Ismael, santo de la corte malandra se encuentra en el sector. Estas funcionan a otro nivel, al involucrarse con la violencia barrial, que es excesiva a través de los enfrentamientos de bandas, y en parte por ello, hay una gran cantidad de personas discapacitadas en el sector por las balas perdidas, cuya cercanía se llama: silbido de bala.
Esta filosofía barrial se podría deber a estar alejados de un Cementerio, y colindar con un espacio de diversión, como es el Parque el Calvario. No hay plazas en el sector con la función simbólica exorcizadora como en el barrio 1° de Mayo. Y uno de los eventos más recordados es el que se encuentra vinculado al espacio público cercano a la Iglesia, que era usado para hacer fiestas bailables que se hicieron famosas en Caracas. Y había una visión de la vida opuesta a la del barrio 1 de Mayo: esperanzadora y optimista que se materializa en la transformación del espacio urbano colindante por el gobierno de Medina Angarita. Sentir que también se percibe en la estación del tren que estaba cercana a la plaza, y cuyas nubes de humo se hicieron famosas en Caracas: eran consideradas curativas, y venían de todas partes a ser ensalmados por esos vapores. Por tanto existe un contraste entre en barrio 1 Mayo y el Guarataro en sus creencias, y en la manera de percibir la vida, el temor al más allá no está presente en el Guarataro, por su ubicación y su contexto espacial, como si lo está en el barrio 1° de Mayo por su cercanía al cementerio. Sin embargo en ambas se encuentra en pensamiento mágico atávico.