Fraudulencia notoria y viciosa
Por tercera vez, durante el régimen actual, el pueblo venezolano ha sido sorprendido en su buena fe, la cual debería presumirse. Pero, a manos de estos lacayos de China y Rusia, usurpadores del poder, queda anulada, tal y como acabamos de experimentar durante el proceso electoral recién cilminado, donde aparte de los veedores macionales e internacionales, también participó Rodríguez Zapatero, líder socialista execrado, radicalmente, por los españoles en virtud de su gobierno tan pésimo y lerdo, fungieron, íntegramente, como histriones de un gobierno “de facto”, que ha sido reconocido como tal por las diferentes naciones del mundo, así como por organismos internacionales de relevancia mundial: OEA, ONU, Comunidad Europea, Grupo de Lima y otros, además del Departamento de Estado.
Nuevamente curioso y peculiar que ante una inhibición superior a un 70 % de electores, con tan solo un 31 % del total de empadronados ante el CNE, el GPP haya logrado cerca de un 67,6 por ciento de los escaños de la AN a instalararse el 5/1 venidero, con todo caradurismo y rechazo visibles, porque lo vital para el chavocastromadurismo era arrogarse el control pleno de este organismo al costo que fuese necesario con miras a mantener sojuzgado a un pueblo menesteroso bajo la filosofía estalinista y así continuar arraigándose mediante la entrega de dádivas y lisonjas a un pueblo sumiso, hoy día.
Por lo tonto y en adelante al régimen solo queda esperanzas de una alza veloz del precio del crudo a fin de garantizarse, mediante la renta petrolera, su permanencia y “seguridad” relativas con el timón del poder, cuya filosofía y métodos entraron en decadencia desde mucho antes de la caída de la perestroika.
Por su parte, la oposición debería dejar de subestimar al oficialismo y deslastrarse de su presunción de autosuficiencia o involucionará, prematuramente.