La legitimidad de Juan Guaidó
Pese al bloqueo GNB/PNB por las adyacencias del hemiciclo legislativo a objeto de impedir la formación del quórum necesario para ratificar a Guaidó como presidente en la sesión de la AN convocada para el 5-E en la que tramposamente quedó como presidente de la misma un tal Luis Parra, “golpe parlamentario” pretendido por el régimen dictatorial de NM, en virtud de que su ANC parece que dejó de funcionarle a su antojo, porque quien la dirige, íntegramente, es DCR, los diputados opositores sesionaron, legalmente, en la sede de “El Nacional”, en cuyo acto Juan Guaidó quedó ratificado por un ciento de votos (más de los 84 requeridos) como líder del Parlamento y presidente encargado de la República,por extensión, reconocido así por unos 60 países del mundo; incluso, por la OEA. Se eligieron, además, otros diputados para primer y segundo vicepresidentes, así como los secretarios respectivos.
Recordemos su juramento de Ley con base en los artículos 233 (de las faltas absolutas del presidente o presidenta…), 333 (vigencia de la Constitución) y 350 (ddhh y garantías de los mismos) previstos en la CRBV en virtud de la “USURPACIÓN” del gobierno de NM reelegido, fraudulenta e inconstitucionalmente, el 10/5/2019.
En virtud de su popularidad que ha logrado triplicar a la del oficialismo, no es de extrañar el funcionamiento de algún laboratorio de guerra sucia tipo castrocomunista promoviendo “pérdida de ppularidad”, infamándole junto con su equipo opositor al calificarlo de “traba para la transición”, no desestimable en virtud de que en política como en las relaciones internacionales no hay amigos sino conveniencias, que acaban, inmisericordemente, con el prestigio de cualquier político y su equipo en función de Judas “colaboradores” por el bien del país, llevando a las instituciones por descolgaderos.
