Mientras Espero…
Maritza Meszaros
Estos días han estado grises…Se sienten tristes, desgastados, cansados, desesperanzados…Nuestra montaña herida por los incendios…Nuestros corazones apesadumbrados al ver de cerca el dolor de muchos, al percatarse del sufrimiento, al saber que hay madres que pueden dejar a sus bebés recién nacidos en una calle a merced de un destino que ha podido ser fatal…
Estoy esperando los bellos amaneceres que me han deslumbrado la mayor parte de los días de mi vida y sé que pronto estarán de vuelta. Cuando veo el video del bebé recién nacido tomando su alimento directamente de un vasito porque no hay tetero y rodeado de gente que quiere verlo vivir, se alegra mi corazón. No me concentro en la falta de tetero. Me concentro en saber que esa falta es remediable. Lo que no podría remediarse sería la ausencia de entusiasmo, de empatía, y de ganas de vivir. Cuando escucho en otro video a uno de los hombres que rescató a uno de los bebés diciendo que él está dispuesto a criarlo, mi espíritu vibra.
Mientras espero los bellos amaneceres no dejo de disfrutar de las bendiciones que nos trae cada día, independientemente de las circunstancias. Siempre hay una sonrisa, un saludo, un acto de generosidad, un interés, un apoyo…Siempre hay alguien dispuesto a dar y alguien que necesita recibir… Siempre tenemos la posibilidad de compartir con familia, con amigos y hasta con extraños, disfrutando de nuestras inigualables playas y otros espacios maravillosos que la naturaleza nos brinda.
No permitamos que nos cubra la oscuridad. ¡Prendamos una vela y pasemos la luz!.