América Latina: Corporación Andina de Fomento sube su apuesta
La Corporación Andina de Fomento (CAF) vive un proceso de cambios por el cual se amplían sus operaciones de la región donde se originó a toda América Latina, con un énfasis en los proyectos de integración y de desarrollo sustentable.
Bajo la presidencia del boliviano Enrique García, la CAF –que se autodefinía como «el brazo financiero de la integración andina»– está dedicada a alcanzar una proyección latinoamericana y a preocupaciones que van más allá de lo macroeconómico.
La corporación con sede en Caracas nació en 1968 nació para facilitar la integración entre los miembros de la Comunidad Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela), sus primeros accionistas.
Pero ahora su capital accionario cuenta con aportes de Brasil, Chile, Jamaica, México, Panamá, Paraguay y Trinidad y Tobago, así como de 22 bancos privados.
El 21 de marzo, España anunció en la reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo celebrada en Santiago su incorporación como accionista, que se formalizará en los próximos meses.
«La CAF nació como un instrumento para la integración andina, pero ha ido evolucionando. Se ha abierto a América Latina. Era natural el acercamiento con España, dada la vinculación de este país con nuestra región», aseguró García a IPS.
España aportará 300 millones de dólares a la institución. Más importante que el monto, el ingreso de España «da un elemento más de fortaleza de la institución», dijo García.
«No sólo significa un aporte accionario, sino que abre un mecanismo de colaboración, que podría significar en algún momento la creación de algunos fondos. No debemos olvidar que España ha jugado un papel clave en el aporte de inversión extranjera en América Latina», comentó García.
El diplomático boliviano está al frente de la CAF desde 1991 fue designado el 30 de marzo para un tercer periodo de cinco años.
Fuentes diplomáticas consultadas por IPS calificaron la reelección, resuelta por consenso, de «acertada».
García adelantó que se hacen negociaciones con Argentina, Costa Rica y Uruguay para ampliar la base accionaria.
«En el mundo globalizado de hoy, se resalta la importancia de tender puentes. España resulta clave para la relación con Europa», indicó el presidente de la institución.
García precisó que en la actualidad «la agenda de la CAF es una agenda regional» (latinoamericana) y «cualquier socio que ingrese lo hace bajo estas características».
En 2000, de acuerdo con el informe presentado en diciembre, la CAF aprobó créditos por más de 2.300 millones de dólares y desembolsó unos 2.000 millones.
La acción se orientó a apoyar el fortalecimiento de los mercados y sistemas financieros de la región y el acceso de los países a los mercados internacionales, así como a promover y financiar proyectos destinados al desarrollo y mejoramiento de la infraestructura y apoyar la producción.
Al referirse a la reorientación de la CAF a favor del desarrollo sustentable, García aseveró que, de acuerdo con su experiencia, «la estabilidad macroeconómica por sí sola no resuelve los problemas del crecimiento».
García recalcó que el crecimiento económico debe llegar a la gente y respetar el medio ambiente, «porque si no, no es sostenible, es vulnerable».
«Hablamos de una filosofía, de que si hablamos de desarrollo sostenible, hablamos de equilibrio macroeconómico, eficiencia, equidad, gobernabilidad y preservacion de medio ambiente», precisó el presidente ejecutivo de la CAF.
La corporación estableció para 2001 la meta de aprobar créditos por 2.500 millones de dólares, de los cuales 85 por ciento serán recursos propios de la institución.
Un aspecto importante, dentro de la nueva dinámica de la CAF, fue su presencia en la Cumbre Sudamericana de Jefes de Estado, en Brasilia, de la cual emanó el mandato para la corporación para dar prioridad a programas de infraestructura integracionista.
Justamente, en el periodo 1995-2000, la corporación otorgó recursos para más de un centenar de proyectos de esa naturaleza, por unos 5.000 millones de dólares, de los cuales la cuarta parte correspondió al área privada.
«La CAF de hoy es la institución del desarrollo sostenible de la región y un puente efectivo de integración latinoamericana, andina, pero no brazo financiero exclusivo de la integración andina», puntualizó García.
