Brigada 49
Una película dulzona, pero sin edulcorante. Con acción y espectacularidad, pero sin caer en el escandaloso fuego protagónico que inventó Ron Howard en “Backdraft”. Concebida para ser vista por toda la familia y despertar emociones simples con jugadas conocidas. Como los flashback, la forma más light para contar una historia sin tener que obedecer a los vasos comunicantes que de otra forma se requiere para conocer el pasado de un personaje.
No podía faltar en una historia rosa, la chica de rostro afable y meloso. La actriz australiana Jacinda Barrett, en la vida real hija de un bombero interpreta el papel soñado por todo varón. Novia bella, ama de casa ascendosa, esposa gentil, madre cariñosa, encantadora cocinera y en la cama, amante perfecta. El papel de Barrett se quedó en los 50. Rubia para acercarse a la fantasía de millones. Además una mujer todo terreno, un ensueño de sociabilidad y tolerancia. La mujer perfecta no es más la estética muda de Bo Derek. La actriz de Queensland no solo es dueña de una linda figura, debe aceptar todo, tolerar todo lo que venga del esposo. Bebe con los amigos del bombero Jack Morrison y acepta las palomilladas del grupo. Se mezcla, es parte de ellos, impone bromas, lidera. El director lo deja claro en la apuesta por vaciar la copa en la que el perdedor debe desnudarse en el bar irlandés.
Joaquín Phoenix luce con inexplicable sobrepeso. La estrella de “Gladiator” cocina bien su papel que transita de novato a veterano. Acepta las bromas y excesos de sus colegas, los apaga fuegos de Baltimore. Construye con esa paciencia poco a poco la simpatía necesaria para ser himno final de gloria con su imprescindible cuota lacrimógena. Travolta interpreta perfectamente el rol paternal que el público espera también del capitán Mike Kennedy. Ojalá, así fueran las estaciones de bomberos reales. Disneylandia para grandes.
Desde la exitosa serie “Emergency 51” producida en los 70, sobre los servicios paramédicos del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, conocida en América Latina simplemente como “Unidad 51” seguida en los tempranos 80 por el desastre “Clave Roja”, la forma en que la pantalla chica y grande han revisado el mundo de las emergencias y bomberos ha evolucionado.
El realismo se ha ido imponiendo en el ecran y en la televisión. Así pasamos del romanticismo en las series de acción de “Combat” con Vick Morrow a un crudo y cinematográfico “Platoon”. De igual manera de “Emergency51” pasamos al éxito “Third Watch”. El punto de quiebre en la televisión lo inició una serie filmada en las duras calles neoyorquinas «Hill Street Blues» al que el idílico “Miami Vice” no pudo arrebatar la corona.
Toda película sobre bomberos tiene que tener su cuota de héroes caídos en acción. La película dirigida por Jay Russell e interpretada por John Travolta y Joaquín Phoenix no es la excepción. Cumplen así, al pie de la letra el melodrama que espera la platea. Ahí no hay nada de originalidad. No hacerlo así, parece tan impensable como concebir una película de bomberos estadounidenses y no gozar de melodiosas gaitas o alcohólicos bares con aromas irlandeses. Van juntos, tal cual son una hermandad.
El pantano creado en “Star Wars” para Yoda obligó a replantearse otros pantanos en la cinematografía. Uno de los más estériles fue el de “Excalibur” de 1981, la película dirigida por John Boorman, sirve de opuesto al verdoso y sobrecargado hábitat del más importante de los Jedis. Después del desastre escénico de “Backdraft” no había más camino para los realizadores de esta nueva aventura bomberil que quitarle importancia al fuego e hicieron bien en no recurrir a la digitalización animada. Así es como en “Brigada 49” el fuego es un elemento más del decorado sin ningún protagonismo. Un fuego que plasma su cometido fílmico pero que no llenará jamás la vista de quienes saben que los incendios reales en interiores no arden tan limpiamente como los quemadores a gas usados en la cinta. Ya quisieran los escuadrones de búsqueda y rescate urbano, trabajar en ambientes con tanta visibilidad interior, con un humo tan pálido y ralo, en lugar del espeso humo negro que reduce a cero rápidamente la visibilidad y que reservan convenientemente los productores para el incendio final. Un humo cuya negrura cómodamente se escapa al exterior para no tapar los lentes y dejar que nos perdamos el heroísmo y sacrificio que interpretan tan bien las estrellas hollywoodenses. Hablar de “tragahumos” sale sobrando en esta producción del 2004.
La cinta bien podría ser la biografía de miles de bomberos anónimos. Sin embargo, “Brigada 49” no es más realista que toda película populista, sin pretensiones épicas, filosóficas, dramáticas, que no carga grandes mensajes, no intenta ni discute temas sociales ni nada trascendente. En resumen no lleva nada a la agenda diaria de nadie. El guión bien podría ser una obra más de Corin Tellado con la añadidura de explosiones, sirenas y lluvia de fuego. Solo busca entretener y lo logra con recetas acarameladas.
(*): Site del autor: (%=Link(«http://www.josemusse.com»,»www.josemusse.com»)%)
