Opinión Internacional

Concierto para delinquir… en si mayor

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“Para nosotros los secuestrados son enfermos terminales,… le dijo el embajador a Yolanda Pulecio, madre de Ingrid Betancourt” – William Wood, Embajador de USA en Colombia -2.006

¿Como suponer que un asunto de esta magnitud y densidad pueda ser ocultado? ¿Como creer que algo que sucede en el zaguán de nuestra casa pueda ser escamoteado de forma tan ostensible por los medios venezolanos? ¿Como suponer que no debe afectarnos el estado de salud de quién se presenta en calidad de socio de nuestra economía, vecino y testigo clave de nuestra historia? ¿Cómo no suponer asombro y angustia ante la prisión de ocho congresistas de la coalición de gobierno colombiano, y uno en dramática fuga sostenido en tono de fa? Detenidos todos por decisión, nada menos, que de la Corte Suprema de Justicia con plenas, detalladas, inequívocas, públicas y notorias e irrefutables pruebas de los asesinatos cometidos, para beneficio del estatus político del país de Nariño. A ellos no se les cita por haber cometido sacrilegio con el pecado de la carne. Haber roto con las normas de la cuaresma: oración, ayuno o caridad. O, por un peo de botiquín ante un juez de parroquia. Pues, la naturaleza de la acusación de la Suprema Corte alberga una potencia demasiado grande, extensa y de plena convicción, como para no dudar de su verdad. Es obvio que no están condenados, -por ahora- pero, el cúmulo de pruebas es de tal magnitud que a los citados senadores y diputados, es difícil, que el azar o la trampa – tan clásica en los asuntos de nuestra espuria justicia- pueda trocarlos como inocentes.

Sin pasar por “come ostias”, si nosotros tenemos todavía una mínima incandescencia de moral, deberíamos ver la magnitud del daño ético que se causa así mismo nuestro vecino. Motivado por ello, es necesario, aunque sea, discutir, y pelear con indignación para establecer algunas previsiones ante el efecto de la onda que este malestar social cuela hacia Venezuela. Reconocer como se ha visto dañado el estamento político uribista y valorar la dimensión de la penetración del narcotráfico en el marcaje de los votos de la elección anterior, es la palmaria evidencia y medida de cuan arraigada está en vidas de los partidos de Colombia, ese terrible libertinaje y consecuente escoria. Infamia difícil de ser igualada a otra parecida en este continente.

Uribe está atrapado en esta ciénaga de todos los lodos históricos de la política colombiana. Pues ese invento, entre otros, de su propio padre, de crear las AUC se le ha volteado, cual reptil para morderlo a él. Su partido y allegados (su Cancillera Araujo), entre muchos otros Pero, “raudo cual soplo de céfiro” *2, el Presidente Uribe y sus alabarderos de Caracas han desenterrado como defensa a lo indefendible, la causa de Ingrid Betancourt. Para contrarrestar el efecto del sonido del “concierto para delinquir” ejecutado – brutalmente con sólo de metralletas y acompañamiento de sierras mutiladoras- por sus copartidarios. Pero, ya esta táctica es bastante conocida. Resabida y la misma madre de Ingrid Betancourt se ha encargado de delatarlo:” No desearía perder la fe, pero la verdad es que no creo en la sinceridad de Uribe”. Cada vez que hay una oportunidad para el canje humanitaria él (Uribe) la daña, la evita”.

Así como la madre de Ingrid lo sindica, encontramos otras explicaciones en el campo de la teoría de las comunicaciones que nos demuestran el rumbo por el cual quiere torcer Uribe el curso de las informaciones. Leer a Paúl Virilio, nos puede socorrer en esta tarea, él es renombrado por sus tesis sobre “la lógica de la aceleración de las mentiras” como factor de transformación del campo político en el mundo moderno, Sus ideas nos reconfortan frente a la iniquidad de algunos mentirosos impenitentes que mandan en nuestros medios. Casta que en su ceguera política, existe para dar resonancia a señores como Uribe. No solo eso sino que según Virilio, estaríamos queriendo o no caer en las fauces de la ciberguerras; es la infowar, la guerra tecnológica cuya primera baja, como ya se sabe, es la verdad, asesinada por fablistan sin oficio o militantes del palangre.

Resulta demasiado difícil aceptar, como algunos medios venezolanos lo pretenden, hacernos pasar el strike de que, si los mafiosos le tiran dinero a los políticos y estos le retrucan con favores, eso es algo propio y normal en el negocio de los partidos de Colombia. Igual duda surge cuando quieren, estos mismos editorialista y gacetilleros y “come croissant de las mañanas” en TV, dar por válido, sano u omitan que, estos elegidos senadores lograron sus votos a base de asesinatos masivos ejecutados por bandas de autodefensas. Proponiendo tesis que aceptan la locura asesina de los senadores, por que “es una forma de detener el comunismo”. Hasta cuando seguir editorializando solo para defender a Uribe y esconder la pustulenta realidad en que nada su gobierno. ¿Cuando revisar si es o no real que este asunto tiene o no que ver con la presencia de quienes se lucran con el Plan Colombia o cualquier otro de sus artificios? La respuesta la da la misma madre de Ingrid Betancourt: “Creo que al gobierno (de Uribe) no le interesa la paz con la FARC, por que la guerra le reporta mucho dinero por parte de Estados Unidos”. Como mi terrible y querido profesor de matemáticas del Liceo Andrés Bello aprendí aquello de L.Q.Q.D. Por lo tanto, no coments….

Lo lamentamos, en este caso estamos hablando de algo diferente –bien fétido por cierto- ahora se trata de alianzas con grupos que de forma abierta y declarada han cometido todo tipo de asesinatos masivos. El numero de muertos y mutilados con sierras eléctricas poco importa para ellos. Son camorras que se han apuntado el innoble titulo, de lograr producir, a base del terror, masivos desplazamientos, bien para forzar la gente a votar por los senadores Álvaro Araujo, Mauricio Pimiento, Dieb Maloof y Luís Ignacio Vives, o los representantes Alfonso Campo y Jorge Luís Caballero o para evitar que alguien sufragase por otros que estaban fuera de concierto que dirige Jorge 40 (alias de Rodrigo Tovar Pupo).

Pero, como si fuera poco, la Fiscalía también llamó a inquisición al gobernador de Cesar, Hernando Molina. Este y los anteriores se suman a los de otros tres congresistas detenidos desde diciembre y dos gobernadores -Salvador Arana, de Sucre, y Trino Luna, de Magdalena- a quienes les han abierto procesos judiciales. Como si lo anterior fuera materia despreciable y fruslería, hay además que averiguar qué pasará con los congresistas y los ex congresistas que firmaron en la clandestinidad el Pacto de Ralito*1 con los jefes paramilitares: (su fin: «querer ocupar espacios políticos, expandir su área de influencia, procurar su financiación y tener voceros en las instancias decisorias de la nación».)

Uno de los elementos que agrava y enrarece el asunto es conocer la maléfica presencia corruptora del dinero y la manera como los dólares motivan el concierto entre paramilitares y políticos. Pero este episodio no hace otra cosa que desvelar la estrategia de las autodefensas, -acabada locura, cuyo hábitat es la sangre y muerte de infinitos seres desplazados por la violencia- para que algunos aseguren una representación o una curul. Sencillo. Brutal y simple acuerdo entre truhanes.

¿Pero, por qué tanta alharaca hoy?
Si desde hace dos años por lo menos “Jorge 40” (Por cierto, especie de “estrella” contratada por nuestros canales de TV venezolanos para dar toda suerte de declaraciones y tenérselas como insignias de la verdad y argumentos para sus estertores oposicionistas) había negociado un estrategia electoral para beneficiar a los congresistas que consideraba sus amigos. El fue, uno de los artífices de la operación entre asesinos y sicarios que ahora se hace publica. Era conocido qué, por lo menos, en Cesar y Magdalena, los narcoparamilitares o parapolíticos lograron mediante una lógica tracalera repartir los votos por Departamentos y respectivas Zonas para beneficio de los candidatos que estaban en el pacto (¿extensión del Pacto de Ralito?). Quienes para completar el sainete le prohibieron a los competidores, bajo amenaza de muerte, hacer campaña electoral. Los que no aceptaron estas normas sencillamente fueron ajusticiados. ¡¡ Difuntos es lo sobran en esta historia¡.

Lo sorprendente fue la decisión de la Corte Suprema de Justicia que instaura aseguramiento contra seis congresistas que se habían beneficiado del lúgubre concierto. A juicio de los magistrados de la sala penal, esa estrategia «quedó plenamente evidenciada en los altos porcentajes obtenidos por las fórmulas políticas del paramilitarismo, como sucedió con estos senadores y representantes», esta melodía vocaliza la medida de la razón del juicio contra los congresistas.

Para asombro de la prensa, en una sola jornada se capturó a los senadores Álvaro Araujo Castro, (quién para anécdota de los absurdos cinematográficos, fue detenido mientras salía a tomar agua desde una sala de cine; con buena suerte, pues el destino, lo libró del final de la horrorosa película a la que asistía: Diamantes de Sangre. Entonces : no todo es mala suerte para él), Mauricio Pimiento y Dieb Maloof. Los representantes a la Cámara Alfonso Campo Escobar y Luís Fernando Vives se entregaron voluntariamente. Hasta ahora, el paradero de Jorge Caballero, que había salido del país, sigue siendo incierto.

¿Por qué renuncia la Canciller Araujo?
Demás esta decir, que era la figura estrella y excepcional protegida de Uribe. El bibelot mediático del Gabinete del Presidente, de allí la rejilla de concreto defensivo que le construyó a su alrededor. Pero qué, el cúmulo de poderosas evidencias terminó por quebrarlo, al final, término doblegado en su propósito. A la Canciller no le quedó nada que hacer sino renunciar. Veamos al respecto otros datos:
Si hiciéramos un cierre contable, balance de perdidas y ganancias sin duda que Álvaro Araujo Castro (hermano de la Canciller) llevó la peor parte. Claro, su gananciosa y exhaustiva relación con los paranarcomilitares ya lo había premiado. Pero, en su contra la Corte no sólo lo acusa de concierto para delinquir, sino de ser coautor del secuestro extorsivo agravado de Víctor Ochoa, hermano del ex alcalde de Valledupar Elías Ochoa, ambos militantes del grupo político MRL. En fin… pelillos a la mar. Tonterías de niño bien.

La Corte encontró, ¡vaya un hallazgo¡, que el secuestro «respondió a un plan criminal dirigido a fortalecer la aspiración de Álvaro Araujo Castro al Senado de la República». Según los testimonios recibidos por la Corte, ‘Jorge 40’, no sólo obligó a Juana Ramírez, del MRL, a renunciar su candidatura a la Cámara, sino que la presionó con el secuestro de su aliado, para que hiciera parte de la lista de Araujo al Senado. Maniobra que le permitió al hermano de la Canciller recibir una mayor votación.

Para rematarlo, la Corte concluye que Álvaro Araujo Castro y su papá, Álvaro Araujo Noguera, no sólo se beneficiaron de este plan, sino que hubo un «acuerdo común» para su ejecución. Eso que a nosotros, los legos, nos suena un tanto melódico, pero que es un arreglo a dos voces en clave de si y sostenutto nocturno profundamente criminal: bautizado, como concierto para delinquir. Por eso se compulsaron copias a la Fiscalía para que también investigue a Araujo Noguera por secuestro. ¡¡ En nombre del padre del hijo y del paramilitarismo militante .. Amén ¡¡
Este macabro acuerdo y su monstruosa, pero productiva alianza explicaría, según la Corte, los 17.533 votos que Araujo Castro obtuvo en Valledupar. Lo cual demuestra que la herejía y la barbarie producen un buen maridaje. Aunque, tengan que requerir minucias, infantiles conductas terroríficas para lograr “éxitos” en los trances electorales. La eficacia de la estrategia paranarcopolitica se demostró en forma contundente. Pues en muchos municipios de Cesar estos candidatos concentraron hasta el 90 por ciento de los votos.

¿Cómo subsisten los paracos en Colombia? ¿Por qué los sostiene el gobierno de Uribe y reciben al tratamiento muy especial a la hora de su desmovilización? Una hipótesis, es su declarada y abierta cercanía con las fuerzas de ocupación gringa en Colombia. A no dudar, los paramilitares se convirtieron en los abanderados de la política neoliberal de la republica. Se tienen como los grandes defensores de todas las formas de existencia de la propiedad privada. Lo que en Estados Unidos equivaldría a los freedom fighters. Tal y como los contrata, entrena, mantiene y utiliza Halliburton tanto en Irak, Afganistán, Pakistán. También aquellos que luchan para resguardar las fronteras de los inmigrantes ilegales: “bárbaros asoladores de límites territoriales” o en su época, lo que representaron los contra en la revolución nicaragüense. Campo laboral que, ahora amplían, con una nueva función, pues se les contrata para que sirvan como Consejo Electoral Ad-hoc. (SUMATE, dixit). Contrato de servicio que fortalece el exterminio masivo y asegure certitud a la hora de contar votos. Todo por el mismo costo.

Quedarían algunas preguntas por responder:

1. ¿ Podría haber previsto Uribe, que el éxito de sus chicos de las AUC, no los iba a impulsar hacia rumbos cuyos infinitos límites serían imprevisibles y contradictorios con sus políticas? ¿ Como controlar ese cocktail de dólares, coca, fama, poder político y militar con bastante sevicia y gotas de brutalismo?.

2. No podría haber previsto que la sociedad colombiana iba a terminar aborreciendo las barbaridades que sus UAC hacían en nombre de su política anti guerrillera?
3. ¿ No previó la fuerza social de sentido contrario y sin control, que podría originarse con su política del desmonte?
4. ¿ Como debe valorar Uribe, la felicidad de la gente común, cuando celebra el fracaso de su política de Ley de Justicia y Paz, por imprevisible e injusta y valorar que la improvisación es mala consejera pues termina golpeando a su propia gente?.

5. ¿ Como actuará para hacer que los paras y los testaferros que mantienen sus fortunas, reconozcan los daños ocasionados a la población y cancelen lo debido o devuelvan lo robado?
6. ¿ Sabía el Presidente Uribe, así como los otros jefes políticos de los partidos de su gobierno, quién los apoyaba en las regiones?, ¿ No vieron los elefantes y locomotoras en los que se estaban montando, mismos, que criminalmente controlaban las elecciones que luego “ganaron?.

*1. Es sano abrir un paréntesis para conocer este documento o Pacto de Ralito el cual tiene mucha relación con la situación actual; este documento fue mantenido en secreto durante seis años. Fue signado en el 2001 por 11 congresistas de la época, 2 gobernadores y 5 alcaldes, entre otros con los paramilitares.

El propósito del documento es de ‘refundar la patria’ y ‘firmar un nuevo contrato social’?. Sospechosa propuesta, en manos de quines fueron firmantes del citado protocolo. Sus firmantes: Juan Manuel López Cabrales; Roberto Torres, alcalde de Aguazul y Aleyder Castañeda Ávila, alcaldesa de Monterrey; Jorge Eliécer López Barreto (Tauramena), Raúl Cabrera Barreto (Villanueva), Henry Montes Montes (Maní), Mauricio Esteban Chaparro (Sabanalarga).

A todos les ha sido abierto procesos judiciales. Y como si lo anterior fuera poco, falto ver qué pasa con los congresistas y los ex congresistas que firmaron en la clandestinidad el Pacto de Ralito con los jefes paramilitares.

El acto secretísimo dejó al descubierto la estrategia de las autodefensas de ‘Martín Llanos’. Lo que ha llamado la atención de los investigadores es que mientras en el pacto de Ralito se habla de temas políticos para «refundar» el país, en su complemento, el pacto de Casanare, , se fijan con exactitud los aportes del erario público destinados al movimiento paramilitar.

*2 Imru’ al-Qays, poeta, árabe, llamado el Príncipe de los poetas.

— Virilo, Paul, L’Horizon négatif, París, Éditions Galilée, 1984.

— Virilo, Paul, L’Espace critique, París, Christian Bourgois, 1984. Virilio lleva a cabo, con este libro, un primer acercamiento, ensayado e impresionista, al «análisis no estándar sobre los nuevos medios y modos de representación del espacio y su incidencia sobre lo geopolítico».

— Virilo, Paul, Logistique de la perception, París, Éditions de l’Étoile, 1984. El principal combate se libra en el campo de la mirada. La política evoluciona sobre una escena audiovisual que modifica sus formas de acción y estimula la formación de complejos dispositivos de comunicación. La televisión como escena principal, como actor político en la transformación de la guerra contemporánea.

*Profesor UCV- UCAB-

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