Crónicas desde Madrid
La campaña electoral no ha iniciado oficialmente sin embargo el debate político ya está caliente. Por lo que puede leerse en la prensa local y escuchar en los diversos programas de opinión estas elecciones van a estar muy reñidas y se ve como poco probable una mayoría amplia para cualquiera de los ganadores.
Pareciera que la izquierda unida detrás de Almunia pudiera tener una oportunidad de recuperar el poder. El mensaje político de la España Roja no parece llamar la atención del electorado sobre todo cuando se sabe de antemano que, gane quien gane, las diferencias serán leves. Bruselas deja poco espacio de maniobras a los gobiernos en política económica.
En cambio el tema de la España Rota si causa interés en los principales medios de comunicación que adversan las tendencias nacionalistas vascas y catalanas. Si la derecha no logra convencer que puede por sí sola obtener una victoria eso podría inclinar la balanza hacia la izquierda, que no necesitaría pactar con Pujol.
Sin embargo es prematuro anticipar a esta fecha cuáles serán los resultados. Por ahora el gobierno lleva en las encuestas una ventaja de 4 puntos y la economía española está atravesando su mejor momento. Aznar es un político de carrera larga y ciertamente tiene algunos ases en la manga. Su único problema es que como candidato no logra generar grandes entusiasmos, pero Almunia aunque es inteligente y preparado, por cierto por los jesuitas, tampoco tiene el duende de Felipe.
Las telecomunicaciones y la concentración del poder económico van a ser sin duda el centro del debate. La compra por parte del BBVA del 10% de Telefónica, las licencias que se otorgarán para la radio digital, la telefonía local sin hilos o cables sin cables y la telefonía móvil de tercera generación serán campo de batalla entre poderosos grupos económicos nacionales e internacionales. En estas concesiones están interesadas entre otras: Telefónica, Deutsche Telekom, France Telecom, El Mundo y Recoletos con Sky Point y el grupo Prisa (El País) con el Corte Inglés y Firstmark . Por lo que se ve, la pelea será dura y habrá que observar qué hará Botín.
De todos modos la impresión que se tiene observando los toros desde la barrera es que España ha entrado definitivamente en una etapa de madurez política y de estabilidad económica que no será modificada por quien obtenga la mayoría en el próximo mes de marzo.
