Opinión Internacional

Edipo Rey

La obra de Edipo rey, comienza en el momento en el que se desencadena una
gran peste que arrasó a toda la región de Tebas sin que tuviera remedio
alguno. El oráculo de Delfos informó que tal calamidad sólo desaparecería
cuando el asesino de Layo fuese descubierto y echado de Tebas. Edipo,
desesperado por las plagas que asolaban su reino y hacían peligrar su
gobierno, animó concienzudamente las investigaciones buscando cumplir con su
papel de gobernante, sin saber que dichas investigaciones descubrirían algo
que sería el principio de su trágico final, pues al cabo del proceso llega
al inevitable esclarecimiento en el que salta a la luz lo que realmente
había ocurrido. Para desgracia de Edipo, se descubre que era él mismo quien
había matado a Layo, su padre y se había casado con Yocasta, su madre. Al
descubrirse estos hechos, Edipo descubre su ceguera, lo que lo lleva a
quitarse los ojos, reconociendo que no le habían servido para ver lo que
tenía que haber previsto.

En la obra de Sófocles, la ciudad atacada por incesantes pestes exige el
castigo al culpable, mostrando así un llamado a quienes gobiernan y violan
las leyes, señalándoles que por más poderosos que sean no escaparán al
destino inexorable de sufrir el precio del castigo a las infracciones en las
que hayan incurrido, así estas hayan sido realizadas por desconocimiento de
la ética que debe guiar y regir todos los actos humanos.

Tiresias el adivino, le insinúa a Edipo que tiene algo que ver con el
quebrantamiento de las leyes y el crimen cometido por el que su pueblo tiene
que pagar, provocando la rabia del Rey, quien interpreta que se trata de una
conspiración.

En medio de la trama, mientras Edipo se empeña por quedar libre de culpa,
los elementos oscuros de los hechos empiezan a cercarlo. La verdad que
finalmente se impone, es uno de los puntos que más fuerza toma en esta
tragedia, que muestra que los humanos son pequeños frente a la verdad, que
se constituye en un destino que se impone y de la cual es imposible escapar.

La relación incestuosa de Edipo con Yocasta su madre, puede interpretarse
como la alianza que lleva a que el poderoso se permita infringir las leyes
creyendo que tiene derecho y justificativo para hacerlo. La ceguera de Edipo
es el símbolo de la auto agresión que provoca que se arranque los ojos,
destacando el hecho de que para gobernar, es imprescindible que se dominen
los instintos. También se deduce que quien gobierna debe antes gobernarse a
sí mismo, lo que nos remite al hecho de que las personas deben salir de la
cadena del instinto del poder por el poder, para llegar a plantearse la ley
y no el poder como principio de buen gobierno.

Este mito, nos viene a la memoria ante los casos de corrupción que han sido
denunciados y en los que la justicia ha encontrado indicios y pruebas de
culpabilidad que implican a autoridades en función de gobierno. Frente a
esta situación, el Presidente de la República, declaró sorprendentemente que
rechazaba las versiones que involucran al Gobierno en actos de corrupción,
planteando que quienes han cometido corrupción son los ³tramitadores² y no
las ³autoridades².

La ceguera del Presidente es demasiado palpable para el pueblo que ha
quedado desconcertado ante tamaña forma de negar la realidad y de tratar de
pasar por sobre las evidencias. Este acto, marca una discriminación porque
se toma al más débil (los tramitadores) como los que tienen que cargar el
peso de la culpa, conllevando también un acto de encubrimiento, que se
convierte en una forma de corresponsabilidad frente a los hechos.

Como la ceguera no es compartida por todos, hace que quien se niegue a ver
las evidencias, termine por arrancarse los ojos que no vieron.

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