Opinión Internacional

El futuro de Euskadi

Hace mucho que no veo el rostro platinado de Jordi, un antiguo militante de la Esquerra Republicana, hace mucho pasó al mundo civilizado, pero está lleno de anécdotas que hace rica su conversación. Nos reuníamos para hablar de política, inmigración, terrorismo, guerra civil y por supuesto de cataluña. Siendo de la derecha sudamericana nuestros diálogos eran discusiones imposibles y nuestras ideas, posiciones sin retorno. Todas estas batallas se dieron sin piedad, sin tomar prisioneros en un antiguo solar del Madrid de los Austrias. Sabe de mi pasión por los fraccionamientos españoles. Acaba de comprarse su primer ordenador, entra al ciberespacio con dificultad y está criticado sin piedad algunos artículos que he escrito. Me pide escriba sobre el futuro del País Vasco.

En los últimos años he intercambiado correspondencia con varios académicos peninsulares sobre Euskadi. No siendo español, ni vasco he tratado de brindarles una percepción del problema desde ultramar libre de los apasionamientos localistas. He marcado en los debates que he sostenido algunos puntos que me parecen muy débiles y que han sido desaprovechados por la comunidad vasca.

Sin novedad en el frente externo. En la comunidad internacional la independencia, separatismo y demás tesis soberanistas de Euskadi están en las calendas griegas. Está así por una inexistente ofensiva internacional de sus actores. Para la mayoría de ajenos al tema, léase comunidad internacional, esto no pasa de ser un problema micro local, que pasa desapercibido, ignorado globalmente. Peor, se cree que la independencia del País Vasco, es anhelada solo por los etarras. No se conoce para nada la historia de trasfondo, ni del sometimiento de Navarra (1512).

Si se quiere avanzar en materia, debe plantearse una verdadera ofensiva cultural que incluya la designación de embajadores. Este camino no es nuevo, la Oficina Comercial de Formosa, representa oficialmente los intereses de la isla y lleva adelante su anhelado reconocimiento pese a la oposición de la China continental. En Bayona, en los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, los franceses permitieron el funcionamiento del Consulado de Euskadi. ¿Por qué no se ha avanzado más? Creándose la Oficina Comercial y Cultural de Euskadi? Becas, historia, lengua, gastronomía. Las Américas sería el primer objetivo. Hay grandilocuentes evidencias históricas que apuntan en ese camino, iniciado este camino de legitimidad por el Lehendakari Aguirre, en 1936 al instaurar los vascos su propio gobierno.

Me pregunto, porque en este punto tengo dudas si los vascos en mayoría anhelan la independencia y la masa de sus políticos no usan el tema solo para fines electorales y dado que es pobrísimo el avance en el frente externo, cabe la pregunta si en realidad están decididos a dar los pasos necesarios. Siendo los violentos, lo simplista, pero a todas luces de los más innecesario. Pues ETA daña más la causa de lo que pudiera favorecerla. El 7 de diciembre de 2002, el subcomandante Marcos, del EZLN escribió una carta pública “Consideramos justa y legítima la lucha del pueblo vasco por su soberanía, pero esa noble causa, ni ninguna, justifica que se sacrifique la vida de civiles. No sólo no produce ganancia política alguna, y aunque la produjera, el costo humano es impagable.”

Por ahora parece que el tema de la soberanía vasca sirve para discusiones de salón, cantar el Gora ta gora y flamear la ikurriña, desconocida más allá de la península. El geopolítico estadounidense Nicholas Spykman decía con razón, aquella nación que sea incapaz de irradiar influencias está condenada a la desaparición.

De alguna forma, la percepción internacional tendrá peso en el futuro. Los peruanos se sentían muy seguros de su postura limítrofe con Ecuador hasta que Alexander F. Watson, habló de una injusticia y afirmó que efectivamente Perú se había apoderado de territorios ecuatorianos. En el momento de la declaración, Watson era el subsecretario norteamericano para asuntos latinoamericanos y para sorpresa de los peruanos, era nada más y nada menos, ex embajador de EE.UU. en Perú. Hasta ese momento, el país andino se había sentido seguro de su postura y sostenía a lo cuatro vientos que no había problemas fronterizos, a final de año, ya estaba negociando con Ecuador. Esto mismo se ha repetido en Chile debido a la ofensiva internacional de Carlos Mesa.

Hugo Chávez, en un estadio ante más de 10.000 personas, dijo «Bolivia tuvo mar y yo sueño con bañarme en una playa boliviana». La provocativa creación de “Bolivia Mar” en suelo peruano, suscita un gran movimiento turístico de bolivianos a Ilo y sirve para el encuentro acomedido de los dignatarios peruano-bolivianos.

Finalmente las declaraciones del cónsul chileno en Bolivia, don Emilio Ruiz-Tagle, quien reconoció la legitimidad de las pretensiones bolivianas caldeo el ambiente chileno y tras este trastabillar. Cristián Leay, de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados chilenos, declaró sobre este episodio como «una suerte de auto atentado a la política exterior chilena». El diputado de la Unión Demócrata Independiente, Iván Moreira «Estamos pidiendo la remoción inmediata de su cargo del cónsul chileno en Bolivia. No puede ser que el representante del Presidente de la República sostenga la posibilidad de revisar los tratados internacionales que son intangibles»

Aunque el problema es otro, sí dibuja los frutos de labrar en el frente externo. Mientras tanto la sociedad vasca está en un monólogo de sordos con la Moncloa. Creo se debe salir a presentar una posición ofensiva en el extranjero y crear un cerco a la política española. Tomará varios años, pero dará rendimientos.

El punto débil del Reino de España está en sus pobrísimas relaciones internacionales. Por mi trabajo intelectual, en los últimos años he visitado diferentes embajadas, las mejores; Noruega, Finlandia, Costa Rica, Brasil y Argentina. Ninguna más ruin que la sede española de Lima. Sus funcionarios diplomáticos, los que he tratado son deficitarios en modales y formas. He conocido estibadores con más educación y matones más gentiles. Estas oficinas parecen ser cunas para fomentar el desprecio por España y no ayudan en mejorar la imagen de un país en el exterior. Tengo historias de horror de la Embajada en Lima que le pararían los pelos a Rodríguez Zapatero. Toda carta que he escrito, por diferentes temas a dependencias del gobierno norteamericano me han sido respondida con prontitud. El Cónsul español Javier Herrera necesita un manual de cortesía.

Los españoles siempre afables y humanistas no se merecen esa representación exterior. Es tan mala, pero tan mala por no decir antipático su manejo de política externa que la Federación Internacional de Hockey estudia admitir a Cataluña como nuevo país. Las alarmas saltaron en Madrid tarde, muy tarde como siempre. Esto es posible porque los funcionarios como el Cónsul Javier Herrera existen. Desde el momento en que se supo de la participación de Cataluña en Macao, ya todo era un hecho consumado.

Siendo claro que este es el punto débil, debería ser aprovechado para una contra ofensiva cultural vasca.

Latinoamérica tradicionalmente ha sido renuente a expulsar a etarras, ciertamente ya no es así. Sin embargo, el tema parece reducirse al tema de ETA y no ha discutir la independencia del País Vasco. En las Américas habrá una natural simpatía a la causa vasca si sabe dirigirse. Primero, ningún americano del norte, centro y sur puede ser ajeno ni dejar de identificarse por causas de independencia, hacerlo sería renunciar a su propia identidad.

Nunca antes como hoy, se extiende un movimiento indígena desde México hasta Bolivia y este es naturalmente anti español. Hay algunos hechos simbólicos, la remoción del monumento de Pizarro en Lima y recientemente el derribó de la estatua de Colón el 12 de octubre en Caracas. México ahogó las últimas esperanzas españolas para llevar adelante una “fiesta” por el Sesquicentenario del Descubrimiento.

Son variados los orígenes de este resurgimiento. Mientras en España se criminaliza al sudamericano, en Latinoamérica se hace lo propio con lo español. La inversión española ha tenido un impacto en la población muy negativo. Despidos masivos, reducción de salarios, entre otras.

Estados Unidos, por otro lado, estará feliz de ayudar a la causa vasca. Sean estos solo actos limitados para hostigar a Zapatero, con quien está claro, llevan malas relaciones, lo mismo que queda en evidencia con diversos desplantes. Este último visto, también el 12 de octubre con la marcada ausencia del diplomático norteamericano George L. Argyros. ¿Por qué Estados Unidos no ayudaría a la causa vasca? Por la pobre condena al terrorismo que hacen sus representantes. Es cierto que el País Vasco ha sufrido derrotas tratando con EE.UU., el más sonante al finalizar el bloque de la ONU en 1950 y el establecimiento de bases militares en España. Ciertamente el camino no está tampoco en la política del felpudo, como la carta vasca a Teddy Roosevelt, durante la guerra española estadounidense de 1898. Hay una enorme legión de vascos, muy influyentes en EE.UU., nuevamente son invisibles.

Esta ofensiva cultural que propongo debe dejar los ribetes fanáticos que se cultivaron en las primeras ikastolas. Creo que está bien cultivar el euskera como lengua, pero forzarla genera un ostracismo cultural. La inflexibilidad espanta genios –Fernando Savater- y la sociedad debe sumar y atraerlos, sean de cualquier origen e ideas. Requiere cultivarse la tolerancia y la libertad anhelada debe darse también a los que piensan en contrario. Debe garantizarse la vida de los que anhelen seguir unidos a España.

De lo contrario dejamos de ser sociedades de aprendizaje. Esto de ensalzar tanto una lengua, es ridículo y una burda manipulación de la historia vasca. Torrente Ballester sostiene que los vascos hicieron la lengua castellana y que el País Vasco hablaba el castellano cuando en Valladolid se hablaba el bable. Esto significa que se debe hacer una reingeniería intelectual del proyecto de Euskadi. Mientras se hable de raza, etnia no conquistada, grupo sanguíneo vasco, lo único que se logra es atemorizar a la sociedad global. En ese temor gana Madrid.

No puede seguirse con la política del nacionalismo-culturalismo-ostracismo. Los “ismos” solo han traído malas noticias en el largo plazo. Si todo se reduce a racismo, fanatismo y terrorismo pocos aliados políticos se lograran. América del Sur, acoge una enorme comunidad vasca, pero esta parece incorpórea. Por lo mismo, una de las palabras que erradicaría del lenguaje oficial es la de separatismo. En la percepción general, esto rememora un “un auto apartheid” Independencia y punto.

Hay un grave problema de liderazgo. El principal de los políticos parece ser extraídos de un mal documental de la Cosa Nostra. Carecen del carisma necesario que abre puertas en el frente interno y externo. Rostros pálidos, miradas frías y pobres condenas al homicidio político no ayudan.

El Lehendakari Aguirre murió decepcionado de Estados Unidos. Tardó en comprender la amalgama de intereses, apostó por la convicción y la moral, grave error. Los intereses económicos priman. Ofertas mineras para Occidente han provocado golpes de estado en el Tercer Mundo y el sostenimiento de dictaduras genocidas. Aunque el País Vasco vive su segundo boom económico, esta no es aprovechada para llevar adelante sus objetivos políticos, por lo que parece ser que el sector empresarial no está convencido del todo del proyecto independentista.

(*): Site del autor: www.josemusse.com

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