Este largo verano caliente del 2003
La verdadera arma de destrucción masiva (wmd, Weapons of Mass Destruction en sus siglas en inglés), está activa y a la vista de todos y el verdadero responsable de esto no es otro que el presidente George Bush, según una opinión científica británica muy seria.
John Houghton, miembro básico de la comisión británica que investiga el recalentamiento global afirma, “no puedo dudar en describir esto como un arma de destrucción masiva”.
Fue una declaración a la BBC de Londres, en momentos en que las temperaturas veraniegas de Inglaterra son las mas altas y sin precedente en por lo menos dos siglos.
Houghton dijo que Estados Unidos cometió un “épico” abandono de liderazgo. al desentenderse de este problema. Sobretodo, al negarse firmar el acuerdo de Kyodo, un plan mundial para luchar contra las graves amenazas ecológicas.
El columnista Paul Krugman , del NY Times, recordaba recientemente en un articulo bíblicamente titulado “La sal de la tierra”, que ya que EE.UU. parece que tendrá que permanecer indefinidamente en Iraq, podría aprender algo de su milenaria historia.
La Mesopotamia, donde está Iraq, ha enfrentado distintos problemas ecológicos, que forzaron decadencias y resurgimientos, desde los tiempos brumosos en la antigüedad, de Gilgamesh, ya sea con los sumerios o los asirios, o los babilonios, por la salinización de ese valle de los ríos Tigris y Eúfrates, donde prácticamente comenzó la Historia de la Humanidad.
Por supuesto, la salinización de la Mesopotamia fue un problema minúsculo, en comparación con los grandes problemas ecológicos de nuestro tiempo, pero Krugman sugiere aprender un poco más de la historia antigua, para enfrentar los grandes problemas de nuestro tiempo, como el recalentamiento del planeta.
El Columnista también da cuenta de un informe interno del partido Republicano que critica la ausencia de una política seria del gobierno de Bush, lo que está dando lugar a criticas y observaciones muy serias entre la comunidad científica norteamericana y mundial.
Como el terrorismo, el recalentamiento de la tierra no reconoce fronteras, ni límites geográficos. Una ola de calor en un punto, es una sequía o una inundación en otra parte. O una tormenta aun en otro punto del planeta. Efectos de este recalentamiento también se sienten en Suramérica.
Desde las costas caribeñas de Venezuela hasta las llanuras borrascosas de Tierra del Fuego, pasando por el Altiplano boliviano, que es un centro telúrico-, casi un laboratorio por la diversidad de climas de su entorno-, para captar fenómenos ambientales planetarios.
Se trata, desde luego, del verdadero recalentamiento del planeta Tierra, tres días después de las advertencias de Houghton, se sintió en Londres una temperatura de casi 100 grados F, o 38C,un verdadero infierno para los fríos y flemáticos londinenses. Ese calor es actualmente sentido en diversas regiones geográficas del mundo, incluyendo Estados Unidos. Y buena parte de Europa.
Grandes incendios en los bosques montañosos en el Oeste de Norteamérica, ya se han extendido hacia la Columbia Británica, en Canadá, causando la destrucción de cientos de viviendas. Al mismo tiempo, la costa atlántica al Este, vive azarosamente (vacación veraniega arruinada) bajo intensas precipitaciones pluviales y tormentas, con la furia destructora de tornados. Sólo en el mes de mayo hubo mas de 500 tornados, que dejaron en los cimientos decenas de casitas y mataron a una cincuentena de personas.
Mientras tanto, recuerda el profesor Houghton, las temperaturas pre-monsoon (lluvias torrenciales) en la India, dejaron 1500 muertos, equivalente a la mitad de los muertos en las torres gemelas en septiembre 11, apunta Houghton, para llegar a la siguiente conclusión: “El Tercer mundo siempre sufre más. Y la lucha contra el terrorismo ecológico no tiene liderazgo”. / BIP .
(*): Columna Global©2003 por Ted Cordova-Claure/Corresponsal en USA
(**): Otros artículos en (%=Link(«http://www.tedcor.com»,»www.tedcor.com»)%)
