Lo que Chávez no quiso tratar en la Unión Africana
Durante la Séptima Conferencia de la Unión Africana en Gambia, Chávez se dedicó a ofrecer petróleo subsidiado, dinero y consejos revolucionarios para exprimir a las compañías petroleras y combatir al imperialismo, y pasó por alto el tema del antiguo Presidente de Chad, Hissène Habré.
Para esta reunión estaba previsto que se considerara un informe confidencial, realizado por un Comité de Juristas Africanos, que evaluaría el caso de Habré y las alternativas para su enjuiciamiento por los crímenes de guerra y Lesa Humanidad, que perpetró durante sus ocho años de gobierno.
Vale la pena recordar que Habré gobernó Chad hasta 1990, cuando fue depuesto y voló a Senegal donde ha residido por 16 años. En el año 2000 una corte senegalesa dictaminó arresto domiciliario por estos crímenes, pero en el 2001 la Corte Suprema de ese país sentenció que Habré no podía ser juzgado en Senegal por crímenes cometidos en otro país, lo que contradice lo previsto en la Convención contra la Tortura ratificada por este país en 1986. Finalmente, el presidente senegalés anunció que mantendría al reo en Senegal hasta que pudiera ser juzgado por otro país. Cuatro años después un juez belga solicitó su extradición para ser juzgado, pero la Corte se negó a decidir sobre el tema hasta que la Unión Africana a través del mencionado Comité considerara el caso.
Finalmente, este fin de semana se conoció que las recomendaciones del Comité descartaron la opción de Bélgica y recomendaron que Habré fuera sometido a juicio en Senegal u otro país africano firmante de la Convención contra la Tortura, dada la naturaleza de sus crímenes y eliminando una posible inmunidad como ex -jefe de Estado.
África ha sido un continente plagado de dictadores, genocidio, violaciones de Derechos Humanos y crímenes de Lesa Humanidad, por lo que cualquier esfuerzo de los países africanos por mejorar su desempeño en esta materia es elogiable. En especial si este esfuerzo viene de la Unión Africana, sucesora de la Organización de la Unidad Africana organización que fuera considera un club de dictadores.
Por esto la lucha contra la impunidad es fundamental. En este sentido, la Corte Internacional de Justicia procesa casos del Congo, Uganda y Sudan (Darfur)
Y aunque personajes tan nefastos como Mengistu Haile Mariam de Etiopía escapan a la justicia gracias a la protección de Mugabe, y Idi Amin y Obote mueren en el exilio sin ser sometidos a la justicia, vemos el caso de Hebré como el inicio de una nueva etapa.
Después de las recientes experiencias de Pinochet, Milosevic, Saddam y Taylor todo dictador, violador de Derechos Humanos y genocida deberá entender que no hay sitio ni situación que le permita escapar de la justicia y que finalmente sus crímenes terminarán juzgados en un tribunal internacional o nacional.
En Venezuela los crímenes contra los Derechos Humanos son imprescriptibles, lo que unido al marco internacional, en especial a la existencia en el continente americano del Comité y la Corte Interamericana de Derechos Humanos hace que la impunidad sea más difícil.
Chávez tuvo que obviar el caso Herbé, no por lo que la compostura diplomática dicta en estos casos, pues ya conocemos de su comportamiento en esta materia, sino porque tratarlo sería tanto como verse en un espejo, con un futuro nada alentador. Chávez calló ante estos crímenes pues exponer la situación de Herbé sería mostrar la creciente violación de los Derechos Humanos en Venezuela y develar su futuro en un mundo que cada vez permite menos la impunidad de los dictadores.
