Opinión Internacional

Los problemas de un afganistan post-taliban

(%=Image(7566181,»L»)%) Los EEUU sostiene que su fin no es ya solo dar con Bin Laden sino sacar a
los talibanes del poder para formar otro gobierno afgano. Su objetivo sería
una amplia coalición gobernante encabezada por el ex rey Zahir y conformada
por talibanes ‘moderados’, la Alianza Norteña y una posible Alianza Sureña
constituída por opositores pashtúes.

Mas, dicho escenario es problemático. Los talibanes no muestran signos de
división. Los ministros a quienes Pakistán y occidente han cortejado como
moderados han regresado a Kabul aún más firmes. Los talibanes no han perdido
ninguna ciudad importante y, mas bien, lograron capturar y asesinar a Abdul
Haq, el comandante más idóneo para encabezar un ejército pashtú
anti-talibán. Pese al conclave de 800 líderes pashtúes organizado por Gilani
en Pakistán aún no se ha podido estructurar una Alianza Sureña pashtú dentro
de Afganistán. Gulbuddin Hekmatyar, jefe del Partido del Islam (que fue la
principal fuerza anti-soviética) y ex primer ministro afgano derrocado por
los talibanes, se ha unido a sus viejos enemigos talibanes llamando a
defender la patria contra la invasión cristiana.

El ex rey Zakik es anciano y carece de una fuerza armada propia. Los
ayatolas iraníes después de haber derrocado a su shá no quieren que otro shá
llegue al trono en su frontera oriental. Pakistán se opone a un nuevo
gobierno encanbezado por la Alianza Norteña, a quien éste ayudó a derrocar
en 1996.

Los monarquistas y los fundamentalistas islámicos siempre han tenido
rivalidades. Mientras los primeros son más liberales y pro-occidentales, los
segundos quieren una sociedad teocrática sin reyes y dominada por el clero. Dentro de esos mismos campos hay rivalidades internas. Cuando los
‘mujahedines’ tomaron Kabul en 1992 no quisieron reponer al rey y las
fracciones de la Alianza Norteña no quisieran supeditar su poder a los
realistas.

El principal comandante de la Alianza Norteña, Massud, fue asesinado en
septiembre. Su sucesor, Fahim, lidera a las fuerzas tadjikes que avanzan
sobre Kabul, pero éstas están en rivalidad con los otros dos componentes
principales de la Alianza Norteña. Las fuerzas uzbekas de Dostum están en
una carrera para tomar la estratégica ciudad de Mazra e-Sharif, con lo cual
ellos se convirtirían en el principal poder opositor. Dostum primero apoyó a
la URSS contra los mujahedines y luego se ha aliado y traicionado con todas
las demás fuerzas fundamentalistas (incluyendo los talibanes). Los chiítas
de Khalili son pro-iraníes y no son bien vistos por los EEUU.

Si los talibanes perdiesen Kabul seguirían resitiendo en las montañas y no
se descarta que se repita el escenario de 1992-96 cuando las fracciones
vencedoras acabaron guerreando entre sí.

Afganistán: una narco-economía

Mientras los EEUU han implementado fuertes operatives militares para
erradicar la coca en los países andinos, una conducta opuesta han
desarrollado en el centro de la producción del opio. En Afganistán la CIA trabó a la DEA y dejaba pasar al hecho que todas las fracciones
‘mujahedines’ utilizacen el narcotráfico para financiar su Guerra contra la Unión Soviética.

Afganistán es un país tan pobre que apenas exporta legalmente $ 80 millones. Sin embargo, el único producto de exportación importante que tiene es uno
ilegal. Afganistán produce el 70% del opio del mundo. Cuando los mujahedines
tomaron Kabul las exportaciones de opio de este país eran similares a las de
Myamar (Birmania). Hoy Afganistán triplica la producción de su rival. En
1995 las exportaciones de drogas de Afganistán-Pakistán generaban $1,350
millones, cifra que se duplicaría tres años después.

El narcotráfico distorciona por completo la economía afgana. En un país
donde casi no hay fábricas, electricidad y servicios básicos las
exportaciones de drogas pueden generar decenas de veces más divisas que el
conjunto de las exportaciones oficiales.

Durante la Guerra contra el gobierno pro-soviético, los ‘mujahedines’ se
financiaban con el opio. En 1992-96, cuando los ultra-religiosos capturaron
Kabul, Afganistán producía unas 2200-2400 millones de toneladas de éste. En
1997 después que los talibanes tomaron el poder la producción de opio creció
en un cuarto más.

En sus intentos de conseguir reconocimiento diplomático los talibanes
lograrían reducir la producción del opio en un 95%. En el 2000 Afganistán
apenas produjo 185 toneladas de éste. Mas, en la medidad que las tensiones
entre los talibanes y los EEUU se fueron acrecentando la producción annual
afgana ha saltado a 4,650 millones de toneladas de opio, cuatro veces más
que hace 12 años cuando se retiró el ejercito soviético. Se afirma que hoy
los talibanes tienen una reserva de 2,800 toneladas de esta materia prima de
la heroína, lo que puede representar $ 1,400 millones si es vendida en
Pakistán y entre 40 a 80 mil millones de dólares colocados en Europa, una
cifra equivalente a entre el doble y el cuádruple de la ganancia anual
producida por la mafia europea.

Según organismos de la ONU menos del 1% de las ganancias del opio son
percibidas por los campesinos que lo producen. Un 2.5% se queda en las manos
de los intermediaries en Afganistán y Pakistán y un 5% en la de quienes lo
transportan hasta occidente. Más del 90% de los beneficios son obtenidos por
las grandes mafias en Europa y los EEUU.

El zakat es una cuota del 2.5% de los ingresos que los musulmanes deben
donar, según el corán, a los pobres. Los talibanes han decidido imponer el
zakat sobre los campesinos que producen el opio, pero con 2 grandes
innovaciones. La cuota se ha elevado al 20% y ésta va directamente a los
talibanes. Se calcula que un millón de campesinos afganos ganan unos 100
millones de dólares produciendo opio y que los talibanes se quedan con un
quinto de este beneficio.

Desde que los EEUU anunciaron que atacarían Afganistán los talibanes han
empezado a inundar el mercado mundial con opio, morfina y heroína. El exceso
de la demanda ha hecho que el precio del opio caiga de 700 a 100 dólares por
kilo.

El opio es el principal producto local que contribuye a las arcas de todos
los grupos armados en Afganistán. Los talibanes son sumamente duros con
quienes trafican el hazis, pues dicen que esa droga si es consumida por los
afganos, mientras que aducen que el opio es consumido fundamentalmente en
occidente. Lo cierto es que los adictos a la heroína vioenen creciendo
estrepitosamente en todo el Asia central. En Pakistán, por ejemplo, ya hay
más de 5 millones de éstos (cuando hace 20 años no había casi ni uno).

Para los ateos la religión es el opio del pueblo. Para los religiosos
afganos el pueblo se gobierna gracias al opio.

¿Es viable Afganistan?

Afganistán es una entidad geográfica que hace 23 años no es gobernada por un
solo estado. Casi no tiene una identidad nacional propia. No tiene una
lengua que sea hablada por la mayoría de la población. Hay unas 50 etnias y
tribus, muchas de las cuales se han masacrado mutuamente. Lo único que los
afganos tienen en común es el no haber conocido el dominio europeo y el
Islam, aunque un 80% de los musulmanes afganos son sunnitas y el resto son
chiítas.

Durante siglos en sus diversos y poco interconectados valles se fueron
esparciendo descendientes de muchos pueblos que pasaban por el centro del
continente. En el siglo XIX todom el asia central quedó repartida entre los
imperios británico y ruso. La única excepción fue Afganistán quien quedó
como una ‘zona de nadie’ que evitaba que ambas potencies tengan límites
communes.

Kabul, el este y el sur del país están dominados por los pashtúes (38% de la
población), quienes fueron los que le dieron a Afganistán su nombre y lo
gobernaron durante más de 3 siglos hasta 1992. Sin embargo, la mitad de los
pashtúes vive en el oeste pakistaní. Cuando Pakistán fue creado en 1947 el
rey afgano exigía la liberación del Pashtunistán. Las zonas pashtúes de
Pakistán están muy influenciadas por los talibanes y los enemigos de la
intervención estadounidense. El deterioro de la crisis podría producir la
fractura de Afganistán y de Pakistán.

Los pashtúes están divididos en tribus. Los durrani y los ghilzai son clanes
pashtúes que han apoyado a distintos bandos militares. En 1996 los pashtúes
apoyaron a los talibanes pues no querían que Kabul sea gobernada por otras
etnias.

El norte afgano está dominado por los uzbekos, tadjikes, kirguizes y
turcomanos, nacionalidades que después de la desintegración de la URSS
tienen sus propias repúblicas. Los tadjikes (25% de la población) son los
más sedentarios y cultos. Los tadjikes gobernaron Bujara y Samarkanda,
principales centros culturales islámicos del Asia central. Pero ahora éstas,
al igual que todos los centros culturales tadjikes y las zonas tadjikes
afganas no son parte del Tadkikistán. Los uzbekos afganos liderados por
Dostum apoyaron primero al gobierno pro-soviético y luego se han aliado y
han guerrado con todas las fracciones ultra-religiosas afganas (incluyendo
los talibanes). Se les acusa de querer escindir Afganistán para hacer un
gran Uzbekistán.

Los hazaras del centro y oeste son chiítas y están muy influidos por los
ayatolas iraníes. Estos han sido reprimidos por varias fracciones sunnitas
(como los talibanes y otros partido de la Alianza Norteña, pese a que el
partido Unidad -la principal fuerza hazara- es miembro de ésta).

Afganistán es un polvorín donde tribus y etnias se han enfrentado entre sí y
difícilmente hagan un estado viable. Mas, éste debe seguir sobreviendo para
evitar que sus vecinos se enfrenten por despedazarlo.

El desarme del IRA

Paradójicamente, el mayor atentado terrorista perpetuado contra los EEUU,
sin proponérselo catalizó el inicio del desarme del mayor grupo armado
occidental. Antes del 11 de septiembre el proceso de pacificación en Irlanda
del Norte agonizaba. David Trimble, el premier unionista moderado de Irlanda
del Norte, se negaba a continuar en sus funciones hasta que el IRA empezase
a entregar armas. El IRA no quería hacerlo aduciendo que primero las tropas
británicas deberían irse.

La destrucción de las torres gemelas generó una profunda reacción
anti-violentista en las 2 islas británicas y en los millones de
norteamericanos de orígen irlandés (principal base externa de apoyo material
y financiero del republicanismo irlandés). Los unionistas pedían que Blair
imponga al IRA la misma firmeza que ostenta ante Afganistán.

El IRA nació durante la primera guerra mundial con el objetivo de expulsar a
Gran Bretaña de Irlanda. Al partirse la isla entre los 26 condados que
formaron la república irlandesa y los 6 condados del norte que se
mantuvieron en el Reino Unido, el IRA se propuso defender a la discriminada
minoría católica y nacionalista, y unificar Irlanda en una sóla república. Desde el fin del mundo bipolar muchos movimientos armados contra países
aliados a los EEUU empezaron a tratar de llegar a acuerdos con el ganador de
la guerra fría. El IRA concluyó que ya no era posible expulsar a los
británicos con las armas y que debía condicionar su desarme a concesiones. Al filo del milenio el Sin Feinn, su brazo político, llegaría a tener 2 de
los 10 ministros del nuevo gobierno regional, y luego se convirtiría en la
primera fuerza electoral de la comunidad católica.

El IRA al empezar a destruir su arsenal ha evitado el colapso del gobierno
nor-irlandés. Mas, aún los para-militares unionistas no se desarman,
disidentes del IRA siguen guerreando y no hay aún acuerdo sobre cual será el
status final de Irlanda del Norte. Los unionistas no quieren salirse del
Reino Unido, y Sin Feinn quiere que la policía local se reestructure con
milicianos del IRA y que el norte acabe integrándose a la república
irlandesa.

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