Opinión Internacional

Saddam Hussein ante la Televisión Británica

Canal 4 de Inglaterra acaba de trasmitir una entrevista exclusiva al presidente irakí realizada en Bagdad por Tony Benn. Esta es el primer mensaje que Hussein lanza directamente al público británico.

Benn es una figura muy importante dentro del laborismo. A inicios de los ochentas perdió por un punto las elecciones internas para ser el líder de dicho partido, y en la actualidad se presenta como el portavoz del laborismo histórico contra el Nuevo Laborismo de Blair. Él es uno de los principales dirigentes del movimiento contra la guerra, el cual apunta a movilizar un millón de personas este 15 de febrero. Cuando ambos hemos enseñado en el Departamento de Gobierno en la Escuela de Economía de Londres he tenido la oportunidad de entrevistarlo y siempre ha mostrado su identificación con los movimientos por derechos humanos en Iberoamérica.

Benn no apuntala al régimen de Saddam y sostiene que su único propósito es explorar como lograr la paz. Hussein recalca que su gobierno no tiene ningún lazo con Al Qaeda y que todas las investigaciones hechas por el personal de Naciones Unidas vienen mostrando lo que él afirma: «que su país carece de armas nucleares, químicas o bacteriológicas». Sostiene que éstas no son fáciles de esconder. El desafía a quien quiera para que muestre evidencia alguna que Irak posee cualquier arma de destrucción masiva.

Benn no retrucó preguntando sobre qué habría pasado con los gases que anteriormente él utilizó contra civiles kurdos o iraníes. Más bien, planteó qué opinión le merecía la idea que esta es una guerra que se piensa hacer por el petróleo. Hussein sostuvo que el interés de ciertas administraciones estadounidenses es el de querer controlar el oro negro para controlar al mundo. La actual presidencia quiere ir más hacia la guerra que hacia la paz. “Estas administraciones quieren dictar a China cuál debe ser el tamaño de su crecimiento económico o interferir en su sistema educativo, y también pueden hacer lo mismo con Alemania y Francia y posiblemente con Rusia y Japón.” Esta actitud podría incluso afectar al Reino Unido. “Esta hostilidad es una marca de la actual administración de EEUU y está basada en su intento de controlar al mundo y expandir su hegemonía.”

Hussein se refirió a la ‘entidad sionista’ que ha expropiado las tierras palestinas, mostrando su negativa a reconocer a Israel, y que parte del guerrerismo contra Irak se inspira en proteger a ésta. Para él lo que se busca es quebrar la identidad nacional irakí y con ello hacer que una gran potencia domine a la región y al globo.

Saddam envió su saludo y reconocimiento a las manifestaciones contra la guerra. Afirmó que su país no quiere la confrontación y que necesita la paz. Indicó que el bloqueo que Irak padece desde hace 13 años ha afectado enormemente a la población civil.

Hussein mostraba la contradicción en Londres o Washington. Hasta 1990 no se le observaba lo que hoy se le cuestiona. Él albergaba la posibilidad que se volviesen a reconstruir las previas cordiales relaciones que existían entre Irak y las potencies anglo-parlantes. Él tiene razón al sugerir implícitamente que Occidente no atacaba a su régimen antes de la invasion a Kuwait, pese a que en los ochenta fue la época en la cual Hussein sí empleó gases contra civiles (armas que inicialmente fueron proporcionadas a Irak por los mismos ejércitos que hoy se preparan a invadirle).

Su mensaje culmina pidiendo a la opinión pública británica que se reconstruya la paz que antes había con Irak y que, en caso que la invasión se de, su país seguirá el ejemplo de los británicos que tan tenazmente defendieron su soberanía contra el asalto nazi.

Después de esta entrevista Benn prestó declaraciones donde se mostraba optimista en que el curso hacia la guerra pueda ser detenido. Hussein, mientras tanto, ha evidenciado su habilidad. Ha buscado presentarse como un amante de la paz. Trata de dividir a las potencias mostrando que si Irak es invadido no sólo se creará inestabilidad sino que sus propios intereses serán afectados.

Para los partidarios de una invasión, la entrevista será presentada como una cortina de humo que usa un conocido criminal de guerra para tratar de dividir a la opinion pública occidental y al (%=Link(«http://www.un.org/spanish/aboutun/organs/sc.htm»,»Consejo de Seguridad»)%) de Naciones Unidas. Para los partidarios de evitar la confrontación ésta sirve para mostrar la intransigencia militarista de un sólo bando frente al interés del país a ser agredido de buscar una salida pacífica.

(*): Analista Internacional

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