Sociedades en evolución
Dentro de diez años, en la Unión Europea habrá más personas mayores de 65 años que jóvenes. El envejecimiento de la población lleva un ritmo exponencial y es uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las sociedades actuales.
En España, por ejemplo, hay 7 millones de personas con más de 65 años, lo que supone un 17% de la población. De ellas, más de un millón viven solas. No se trata de alarmar a la opinión pública sino de reconocer la situación y actuar en consecuencia. Desde diferentes ópticas tenemos la oportunidad de abordar el futuro con propuestas imaginativas e inteligentes.
Existen numerosos tópicos sobre la vejez y una imagen estereotipada que deberíamos desmontar. A los mayores se les suele mostrar en las noticias de una forma pasiva, con imágenes a menudo paternalistas. Por ejemplo, cuando se habla de pensiones, homenajes y residencias geriátricas. Sin embargo, hay otra realidad: los mayores constituyen un valor enorme por su experiencia y su capacidad de aportar valores y participando como parte de la sociedad civil en acciones muy diversas.
“La edad produce cambios, no padecimientos”, afirma Isidoro Ruipérez, presidente de la Sociedad Española de Geriatría. Los cambios que se producen cuando la edad avanza, según sea la actitud al afrontarlos, pueden tomarse como algo difícil de asimilar o convertirse en un excelente ejercicio de superación de cada persona. La tercera edad no es una etapa de decadencia y déficit, sino un tiempo que puede aprovecharse para reorganizar esta nueva etapa ‘productiva’ llena de posibilidades.
Está demostrado que la actividad intelectual ayuda a que el cerebro envejezca mejor. Sin olvidar las recomendaciones básicas de prevención contra padecimientos como la depresión, la obesidad o el alcoholismo, algunas claves para llegar con lucidez mental a edades avanzadas son una mente activa, la actitud positiva ante la vida, el sentido del humor, un buen manejo del estrés y tener un objetivo vital, algo por lo que levantarse cada mañana.
Algunas investigaciones psiquiátricas recientes han estudiado el cerebro de las personas de más de 60 años. Analizando la imagen cerebral, lo más sorprendente es la ‘reorganización’ que se produce durante la vejez. Hasta ahora se ha mantenido el mito de que las funciones cognitivas se deterioran al hacernos mayores. Sin embargo, lo que sucede es que el cerebro funciona con otros parámetros. En lugar de usar sólo el lóbulo izquierdo, como sucede en la juventud, los ancianos utilizan los dos lóbulos frontales. Otra forma de aprender, pues las conexiones nerviosas continúan durante toda la vida.
Pero el hacerse mayor, que ofrece a la persona tener más tiempo disponible, también puede significar el sufrir diferentes formas de discriminación por edad. Es el caso de los prejubilados, que pueden pasar de ser directivos a estar en casa con 55 años. Se calcula que unas 70.000 personas se prejubilan en España cada año, por unas “necesidades” de las empresas que en realidad suelen encubrir regulaciones de empleo. Supone un despilfarro inaceptable de capital humano. La edad de jubilación debería decidirse por la pérdida de capacidades, cuando se produce, y no por una edad concreta. Tampoco es fácil mantener una responsabilidad política siendo mayor. Sólo hay un 3% de políticos con más de 64 años mientras la población española que supera esa edad es del 17%.
La Sociedad Española de Geriatría, en uno de sus estudios, destaca otros posibles efectos indeseables, como que “los mayores puedan llegar a convertirse en mano de obra gratuita de sus propios hijos; el desarraigo, al tener que irse a vivir fuera de su casa; la destitución familiar, que les convierte en invisibles y silenciosos, e incluso el secuestro de sus pensiones”.
La reflexión y los debates siguen abiertos pues el envejecimiento de la población seguirá su curso. El psiquiatra Luis Rojas Marcos, profesor de la Universidad de Nueva York, destaca la importancia del optimismo frente a la depresión y la soledad. “No es fácil concebir la supervivencia de una especie tan inteligente y tan habilidosa como la nuestra, sin que la mayor parte de sus miembros supere las adversidades y sienta que vivir merece la pena”.
Fuente:
Centro de Colaboraciones Asociadas
