Opinión Internacional

Tambores de Guerra

El reordenamiento del poder mundial, que llega luego del fracaso de Estados Unidos en instalar un nuevo poder global (NOG) bajo su hegemonía (unipolaridad), ha colocado al mundo bajo la amenaza de una nueva guerra, esta vez de carácter trasnacional.

El 11-S y su inmediata respuesta, la guerra transfronteras convencional y de Cuarta Generación contra el terrorismo dirigida por Washington, incrementó exponencialmente en casi todos los rincones del planeta el sentimiento antiestadounidense (en algunos casos entendido como occidental), la polarización ideológica y religiosa, el uso del petróleo como arma estratégica (Irán-Venezuela) y la utilización de la guerra psicológica por parte de los movimientos radicales.

Para los factores (radicales) antiestadounidenses quedaron planteados dos objetivos: a) la destrucción de la cultura occidental, (como extensión del modelo estadounidense de vida); y, b) el propósito de copar o compartir el nuevo poder mundial (multipolaridad y Tercer Orden Integrista).

La desaparición del equilibrio que generaba la Guerra Fría dio paso a la era de Paz Caliente, con predominio de Estados Unidos. Pero la imposibilidad, por parte de la Casa Blanca, de generar una política de Estado eficiente para su intención (unipolaridad) y distanciada de los intereses económicos de las trasnacionales (especialmente las petroleras), aunado al desastre que le ha significado la Guerra Asimétrica de Irak, donde Estados Unidos ha perdido la confrontación estratégica, además de hacer casi inútil su gasto militar de 2005 (48% de la inversión mundial, de acuerdo al Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo-SIPRI-), ha llevado a una situación mundial explosiva, con la mecha principal encendida en Medio Oriente (guerra en Irak, posibilidad de una guerra expansiva si se produce un conflicto con Irán y desarrollo de una guerra asimétrica entre israelíes y palestinos, con posibilidad de internacionalización de baja intensidad e hipótesis de guerra nuclear limitada si deciden intervenir abiertamente Irán, Siria o grupos como Hezbolláh).

En el vertiginoso reordenamiento de fuerzas Rusia y China se han aliado con Kazajstán, Uzbekistán, Kirguistán y Tayikistán en la Organización de Cooperación de Shangai (OCS), a la cual quiere adherirse Irán. Aunque la OCS descarta en sus estatutos la posibilidad de transformarse en una organización militar, tal cual como lo desea Rusia, ello se debe a la decisión china de no confrontar frontalmente con Estados Unidos. Paralelamente, para que se autorice el ingreso de Irán, la condición ruso-china es que acepte la tutela nuclear rusa, petición a la que se resiste el gobierno persa.

Mientras suenan los tambores de guerra en Medio Oriente, Chávez acelera sus preparativos para una guerra combinada (guerra convencional, posteriormente convertida en asimétrica), que mezcla la compra de armamento para la FAN tradicional, como aviones, helicópteros, barcos de combate, etc. (Plan Colombia-Patriota), hasta la adquisición de armamento liviano (fusiles, lanzacohetes, granadas, etc.), para que los cuadros revolucionarios puedan realizar una Guerra Asimétrica (invasión de Estados Unidos y guerra de resistencia).

Así se preparan las guerras.

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