Un continente frustrado
Evidentemente los países latinoamericanos van en franco retroceso. Ahora la idea es formar una nueva organización regional multilateral sin la participación de los Estados Unidos y Canadá. Es decir, una especie de nueva OEA, pero sin incluir a los dos países más prósperos y ricos del continente. Si la actual Organización de Estados Americanos no ha funcionado a cabalidad hasta la fecha, no es precisamente por culpa del imperio norteamericano, ni mucho menos por culpa de los siempre comedidos canadienses.
De hecho, los países que más dinero aportan a la infraestructura de la OEA, son precisamente Canadá y Estados Unidos. Anteriormente he expresado mi disconformidad con la manera tan obsoleta y presidencialista en que se maneja la OEA, el organismo se ufana de defender a los pueblos del continente, pero en la práctica lo que hace es defender gobiernos (personalidades). Se ha convertido en un club de presidentes y dictadores altaneros que no respetan ni siquiera los dictámenes del propio organismo.
La secretaría de la OEA se ha prostituido, y es así como vemos a personajes de la calaña de Insulza, alcahueteando a los hermanos Castro y al bufonesco dictador venezolano. Ningún embajador defiende a cabalidad los derechos de sus propios compatriotas, y muchos menos los derechos de los ciudadanos vecinos. A excepción de algunos casos atípicos como el del embajador Guillermo Cochez de Panamá, que ha expuesto ante el organismo los desmanes de la dictadura castrista y venezolana, el resto de los diplomáticos se han convertido en payasos de comparsa.
De manera que sin con la actual OEA no han podido, o mejor dicho, no han querido sacar al continente latinoamericano de la fosa insondable en la que se encuentra, no creo que una nueva organización de mequetrefes liderada por Chávez y pusilánimes como Lula, vaya a servir de algo. Me refiero a algo positivo, porque lo más seguro es que para hablar pendejadas, echar cuentos de camino, y culpar de todos nuestros males al “imperio yanqui”, va a ser muy efectiva.
En definitiva creo que los países latinoamericanos carecemos de moral y autoestima. Elegimos golpistas como Chávez, analfabetas como Evo Morales, pedófilos borrachos como Daniel Ortega, y urracas parlanchinas de la talla de Cristina Kirchner. Igualmente hemos alcahueteado una dictadura en Cuba por más de 50 años, y le hemos permitido a Chávez terminar de corromper todo un continente a punta de petrodólares e insultos.
Con salvadas excepciones como la de Uribe, los presidentes y dictadores del continente no creo que representen el sentir mayoritario de sus pueblos, y a veces creo que en muchos países el axioma de que los pueblos tienen los gobernantes que se merecen, no se cumple a ciencia cierta.
Parece mentira que en pleno siglo XXI Lula y Chávez se encuentren en Cuba visitando al “cagalistroso” y moribundo dictador cubano, mientras cientos de presos políticos y exiliados de Cuba y Venezuela, son ignorados por la comunidad internacional. De hecho, mientras visitaban Cuba, un preso político que llevaba más de tres meses en huelga de hambre falleció.
Así que me atrevo a pronosticar, que el nuevo club de presidentes y dictadores latinoamericanos que pretenden crear sin Estados Unidos y Canadá, no logrará nada positivo para nuestros malogrados pueblos, y al contrario, alentara el caudillismo, el clientelismo y la corrupción. Esa es, mis estimados lectores, la realidad de nuestro continente: “un continente frustrado”.
“El derecho de expresar sus pensamientos y opiniones de palabra, por escrito o de cualquier otro modo, es el primero y más inestimable don de la naturaleza. Ni aún la misma ley podrá jamás prohibirlo”
Simón Bolívar
¡Patria, Democracia y Libertad!
