Opinión Internacional

Venezuela-Cuba: ¿Paralelismos posibles?

Primera parte

Cuando en Venezuela se percataron del poco interés del
presidente que habían elegido por el respeto de las normas
democráticas, y para más pruebas, la fascinación que ejercía sobre el
aprendiz venezolano el caudillo cubano, algunos actores de la opinión
pública comenzaron a preocuparse y a emitir regularmente comentarios
en el sentido de que en Venezuela no sucedería lo mismo que en Cuba ya
que los cubanos en lugar de luchar huyeron a Miami. Otros, más
recientes, a raíz de los resultados del Referendo Revocatorio (RR),
declaraban con énfasis, su firme rechazo a la probabilidad de emigrar a Miami y tajantemente declaraban la intención de permanecer en su puesto de combate
defendiendo la democracia. Actitud ética que llama al respeto y a
aplaudir su valentía. Sabemos ya que es una tradición de la historia
venezolana que el poder social y económico termine pactando con las
dictaduras mientras que las minorías letradas, los sindicalistas, y
otras mentes esclarecidas se oponen, luchan y se sacrifican.

Pero en la medida en que se recurre al caso cubano como un
contra ejemplo de lo que puede ocurrir en Venezuela, vale la pena
recordar el contexto en que se generó el exilio masivo de cubanos a
Miami para que se puedan evaluar, de manera más precisa lo que
realmente ocurrió en Cuba, pues como bien saben los historiadores, la
reescritura de la historia es el recurso más exitoso de los regimenes
totalitarios y el cubano ha usado y abusado que da gusto.

Vale la pena entonces recordar algunos datos que sitúen el
contexto en el que ocurrió la huida de los cubanos a Miami en el
primer periodo, durante la fase de implantación del castrismo, pues es
útil estar atento al giro que vayan tomando los acontecimientos, en
particular, en lo relativo a las medidas de orden jurídico proyectadas
por el actual gobierno de Venezuela, pues no es un misterio que en
materia institucional, su fuente de inspiración está en La Habana

Tras el pacto llamado de Caracas, (20 de julio 1958)
suscrito entre todos los grupos de oposición a excepción de los
comunistas, el Frente Cívico Revolucionario Democrático, designó a
Manuel Urrutia Presidente de Cuba en Armas y a Fidel Castro,
comandante en jefe de las fuerzas armadas, y se decidió que a la caída
del dictador Batista, se realizaría el deseo más ferviente de los
cubanos que luchaban por la democracia que era reponer la constitución
de 1940, considerada como la más progresista del continente, (por
cierto, promulgada bajo el primer gobierno de Batista en 1940 cuyo
gabinete estuvo integrado por dos dirigentes del Partido socialista
popular (PSP) nombre que llevaba entonces el Partido
comunista. Sin embargo, el 10 de agosto de ese mismo año, a
espaldas del resto de la oposición, dos altos dirigentes comunistas
suscribían un pacto con Fidel Castro en la Sierra Maestra. Igualmente,
el 10 de octubre se promulgaba en la Sierra Maestra la Ley de la
Reforma Agraria. Se debe subrayar que la primera ley promulgada en la
Sierra Maestra (11 de febrero 1958) instauraba la pena de muerte por
los delitos de asesinato, rapiña o tortura. (Cabe recordar también que
la pena de muerte no existía en Cuba.) Las leyes suscritas en la
Sierra Maestra, a espalda de los otros grupos que integraban la
resistencia, anticipaban las premisas de lo que iba a ser el talante
del futuro régimen.

No bien llegados al poder los Rebeldes, el 5 de enero de
1959 se modifica la Constitución de 1940 y se delegan todos los
poderes en el Consejo de Ministros y el 10 de enero se establecía la
pena de muerte y se autorizaba la confiscación de la propiedad privada
por “delitos políticos”. El 30 de enero se suspende el derecho de
habeas corpus y las garantías constitucionales a quienes están
sometidos a juicio. Los Tribunales Revolucionarios dictan 500 condenas
a muerte por fusilamiento. El 7 de febrero se promulga la Ley
Fundamental que abroga la constitución de 1940. El 5 de abril la
Confederación de Trabajadores Cubanos abroga el derecho de huelga por
innecesario.

El 13 de junio en una alocución pública Fidel Castro
califica de traidores a quienes critiquen la Reforma Agraria. El 7 de
julio el Consejo de Ministros aprueba la ley 425 que define los
delitos considerados contrarrevolucionarios a todo aquel que se
pronuncie como anticomunista o se pronuncie contra las medidas tomadas
por el gobierno. 26 de octubre, se restablecen los tribunales
revolucionarios, destinados a conocer los delitos contra la seguridad
del Estado y la pena de muerte para delitos contrarrevolucionarios.

A principios de 1960 se nacionaliza la prensa independiente,
y las estaciones de radio y televisión. Ese es el contexto que se
genera, en las filas mismas del movimiento que luchó contra Batista,
una inmediata y fuerte oposición contra el régimen de
castro.

La versión oficial la adjudicaba a la venganza de antiguos seguidores
de Batista, que ciertamente los había, pero era una ínfima minoría. En
realidad, el grueso de la oposición provenía de las filas mismas de
los que habían combatido contra Batista que se sentían defraudados y
engañados al descubrir cuál era el verdadero proyecto de Castro. El
mayor motivo de disgusto fue la toma del control por miembros del
antiguo partido comunista (PSP), de instancias claves del poder
mientras se alejaba y discriminaba, e incluso se perseguía, a miembros
de los movimientos 26 de julio y del Directorio Revolucionario, en
particular si eran cristianos practicantes. La presencia de los
servicios de inteligencia checos y soviéticos asesorando la creación
de los nuevos servicios que habían quedado, en gran parte, en manos de
los comunistas, no dejó dudas en cuanto al carácter del régimen. Pero
fue el apresamiento del comandante Huber Mattos por oponerse a la
orientación comunista del gobierno lo que provocó un verdadero cisma
en el seno del ejército rebelde y convence a muchos de pasar a la
oposición.

A mediados del año 1959, numerosos veteranos del propio proyecto
revolucionario, habían comenzado a unirse para organizar la oposición.

Hecho que fue seguido de inmediato por la decisión de organizarse y de
pasar a la clandestinidad en las zonas urbanas, y a organizar
guerrillas en las zonas rurales. En definitiva, emprendieron la misma
actividad que habían estado realizando hasta hacia pocas semanas. La
rapidez con la que se organizó la resistencia urbana, demuestra la
importancia que tuvieron las organizaciones urbanas y el papel
preponderante que jugaron en la lucha y caída de Batista.

Uno de los ejemplos cubanos de reescritura de la historia más
flagrantes es precisamente el papel de exclusividad adjudicado a la
guerrilla en el derrocamiento del régimen. Fue el terrorismo
practicado en la ciudad, con el claro objetivo de provocar el
terrorismo de Estado por parte del gobierno, que desgastó al régimen,
y lo minó ante la opinión pública internacional, en particular la
norteamericana por lo que el gobierno de ese país, terminó quitándole
su apoyo.

En la temprana fecha del 25 de febrero de 1959 se crea en la
provincia de Las Villas y La Habana, la Legión Democrática
Constitucional integrada fundamentalmente por miembros del Ejercito
Rebelde, que habían perdido la confianza en Fidel Castro.

El primer alzado en armas se detecta el 15 de mayo de 1959 y es
fusilado.

En julio se constituye el Movimiento de Recuperación Democrática
(MRD) y se alza un grupo en la Sierra de los Organos en la provincia
de Pinar del Río. En septiembre, Pedro Luis Boitel es descartado de la
Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), pese a ser miembro del
26 de julio, pero era católico. Murió en la cárcel tras una huelga de
hambre de 53 días el 25 de mayo de 1972.

El 15 de agosto se constituye la Legión Democrática Constitucional y
trata de coordinar varios alzamientos militares. En septiembre se
crean en La Habana las Milicias Anticomunistas Obreras y Campesinas.

El 15 de octubre se constituye el Movimiento Anticomunista Cubano.

El 22 de octubre se crean las Milicias Nacionales Revolucionarias de
obreros, campesinos y estudiantes. El 25 de octubre, Fidel Castro
anuncia la desaparición de Camilo Cienfuegos. El 28 de octubre, Fidel
Castro ataca al sector moderado no comunista del 26 de julio.

El 2 de noviembre, en reunión mantenida con el comandante del
Ejército rebelde Ricardo Lorié y el teniente y médico Manuel Artime se
sientan las bases de la organización de mayor calibre y que
desarrollará una actividad de gran envergadura tanto en las zonas
urbanas como de guerra de guerrillas. El 12 de diciembre, se funda
formalmente bajo el nombre de: Movimiento de Recuperación
Revolucionaria 26 de julio. (MRR) El 19 de diciembre es fusilado el
“Cabo Lara”, el primer guerrillero que se había alzado contra el
régimen.

El año 1960 es cuando estalla una verdadera guerra civil que va a
durar hasta el 1966 cuando cae el último alzado. Las deserciones en el
seno del gobierno prosiguen; éstas esgrimían el argumento de que Cuba
no debía regirse ni por Washington ni por Moscú. El 16 de enero de
1960, el comandante del Ejército Rebelde Antonio Michel Yabor en carta
pública dirigida a Fidel Castro, anuncia la renuncia a su cargo en la
Fuerza Aérea como también una serie de responsables políticos,
empresariales y profesionales manifiestan su repudio al régimen. El 12
de marzo se produce el primer alzamiento en la emblemática provincia
de Oriente al mando del comandante del ejército rebelde Miguel Beatón,
fusilado el 15 de julio del mismo año 1960. Otros miembros del
ejército rebelde también se alzan contra el régimen, como el capitán
Joaquín Membibre y el comandante Plinio Prieto, igualmente, Evelio
Duque quien se convertirá en el primer jefe de las fuerzas
guerrilleras que operarán durante varios años en la zona del
Escambray. El 31 de mayo, se constituye el Frente Revolucionario
Democrático, al cual se adhieren las organizaciones que conformaban la
oposición. Se funda el Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP),
conformado por personalidades de alto nivel ligadas a la revolución.

Le 12 de octubre son fusilados: Plinio Prieto, dirigente y obrero y
comandante del ejército rebelde. Sinesio Walsh, campesino y capitán
del ejército rebelde. Porfirio Remberto “Negro” Ramírez Ruiz, capitán
del ejercito y presidente de la Feu de la provincia de Las Villas.

Fue una guerra brutal que abarcó las seis provincias de la isla,
considerada por los pocos estudiosos del caso, como la mayor campaña
militar que jamás ha tenido lugar en Cuba desde el inicio de la
República en 1902. Fue una guerra secreta pese a haber tenido 8000
hombres alzados. El número de muertos nunca se sabrá con certeza, pues
los que caían vivos, según la Ley 988 eran fusilados de inmediato y
también se realizaban fusilamientos masivos de los campesinos
sospechosos de colaboración; tampoco se escatimaba en utilizar la
tortura.

Según uno de los raros dirigentes sobrevivientes, la contienda arrojó
el saldo de 4000 muertos. Las fuerzas del gobierno, ante la voluntad
de lucha de los alzados, practicó lo que llamó la “limpia del
Escambray” y la técnica de “peinar la zona”. Más de 100.000 soldados
participaron en los combates, que el régimen llamó “lucha contra
bandidos”. En realidad, la masiva participación campesina estaba
relacionada a la arbitraria expropiación de las tierras. Los
campesinos querían ser propietarios de sus tierras y no perder su
autonomía en cooperativas del Estado.

La ironía de la historia, es que la guerrilla anti-castrista de Cuba,
fue la única guerrilla realmente campesina que se logró durante el
mismo periodo en que el régimen castrista había decretado el culto del
foco guerrillero campesino y financiaba guerrillas en todo el
continente latino-americano que nunca llegaron a ser campesinas pues
fueron intelectuales y universitarios quienes las integraban. El apoyo
del campesinado cubano fue tan masivo, que el régimen, al comprender
que la guerrilla anti-castrista nadaba como un pez en el agua en su
entorno, ordenó el desplazamiento masivo y la reconcentración en zonas
alejadas de comunidades campesinas enteras, de la misma forma que
actuó el general español Valeriano Weyler, célebre por su dureza,
durante la guerra de Independencia cubana contra España. Todavía en
1971 el régimen desconfiaba y erradicó el restante de la población del
Escambray, desplazándola a otras provincias con la prohibición de
regresar a la zona. Los Pueblos Cautivos, es el apelativo dado por los
cubanos a esa forma de concentración de población, de la cual el
organismo ad hoc de Naciones Unidas (ACNUR) jamás ha escuchado hablar.

Mientras tanto el régimen imponía lo que se podría considerar el
ámbito de excelencia de la revolución cubana: haber logrado dotarse de
un mecanismo casi perfecto que le permite el control total de la
población. Esa estructura del terror ha cercenado no sólo las
libertades públicas, sino que ha logrado apoderarse de la conciencia
de los ciudadanos, interviniendo en lo más íntimo de sus vidas.

Cualquier ciudadano cubano debe estar dispuesto, a hacer informes si
la Seguridad del Estado lo exige, sobre padre, hermanos, hermanas,
esposa, o esposo. Según un testigo que formó parte de él, el aparato
represivo edificado por Castro va más allá de lo imaginable y aunque
parezca increíble, incluso, en materia de control, supera a la Unión
Soviética.

La Dirección General de Contrainteligencia del Ministerio del
Interior, más conocida como Seguridad del Estado, cuenta con numerosas
secciones encargadas del control y la represión. A excepción de Fidel
Castro, nadie se salva de su control, ni siquiera las principales
figuras del régimen. Todo extranjero que visite Cuba, en particular
los que son invitados por el régimen, por definición candidatos a ser
reclutados por los servicios para realizar labores en el exterior,
bien sea como agentes de opinión o como agentes de influencia en
organismos privados y del Estado, o directamente informantes de los
servicios cubano, deben tener la seguridad de que han sido filmados en
toda circunstancia y sus conversaciones grabadas. Y si han incurrido
en actos “contrarios a la moral” o si se han dejado llevar por las
circunstancias y han dejado al descubierto, pese a su voluntad,
conductas íntimas que deseaban mantener secretas, deben tener la
certeza que todo está documentado con imágenes y grabaciones, por lo
que son susceptibles de ser chantajeados si se descarrían de su
fidelidad a la revolución cubana.

Cada sección de la Seguridad del Estado, tiene a miles de personas
destinadas a interceptar, escuchar conversaciones telefónicas mediante
una sofisticada tecnología, como también existe una sección encargada
de violar la correspondencia. Los Comités de Defensa de la Revolución,
(CDR) son una cortina de humo que sirve para tapar a los verdaderos
profesionales del control y de la información. Existe una red
descomunal de agentes llamados “fuentes”. Cada cuadra tiene
adjudicadas dos “fuentes” por cuadra, que deben reportar al
responsable de la manzana, designados como “VR”, Vigilantes
Revolucionarios. Estos están subordinados a los agentes M, que
controlan cuatro manzanas y que a su vez trabajan bajo la dirección de
los MM, responsables de diez manzanas. Por último está el jefe de
bloque, que recibe las informaciones de decenas de manzanas. Toda
persona bajo control tiene adjudicadas por lo menos dos “Fuentes” por
separado, para poder “cruzar la información” y comprobar la
objetividad de la información.

La rutina general del trabajo consiste en llevar un seguimiento
cotidiano de la “información” sobre cada ciudadano, pero también del
estado de la “opinión”, como también la “línea ideológica” para
controlar el desarrollo o simpatías ideológicas o verificar las
tendencias religiosas. La información se procesa mediante la Guía del
Informante. La “fuente” elabora un informe diario que se viabiliza a
través de la cadena de las instancias superiores, hasta que llegar al
Puesto de Mando de la DEM que procesa y sintetiza la información. El
procesamiento del “estado de opinión” debe realizarse el mismo día,
pues cada día se le debe presentar el informe de opinión al comandante
en jefe, en particular los comentarios favorables como desfavorables
sobre el régimen, los aspectos que irritan a la población, los chistes
sobre el gobierno y sus líderes, los criterios sobre las instituciones
del Estado, y en particular cómo es percibido cotidianamente por la
población el “nivel de brillantez del máximo líder”. Sobre todo, se
pone especial énfasis, en la evaluación de la figura del “líder
máximo” en cuanto a popularidad en la población ante otras figuras
como: de actores de cine, de teatro, líderes internacionales para
sopesar en qué medida puedan opacar o disminuir la influencia del
caudillo caribeño. En varias ocasiones han llegado hasta a suspender
series de la TV con personajes heroicos pues se consideró que habían
alcanzado demasiada popularidad y simpatía pudiendo atenuar la
presencia avasalladora del “Uno”, del “caballo” del “number one” como
lo llaman, según el grado de favoritismo, los más allegados a la
corte.

Tras los acontecimientos en la Embajada del Perú en 1980, cuando
miles de cubanos tomaron de asalto la sede diplomática pidiendo asilo,
inspirados en las tropas de asalto nazi SS, se creó la Brigada
Especial de Choque. o Brigada de Respuesta Rápida, (similares a la que
intervino en la manifestación de la plaza de Altamira de Caracas el
lunes de 16 de agosto, día del resultado del Referéndum revocatorio)
para lo que reclutaron personal civil, estibadores, karatekas,
deportistas, que son entrenados en el manejo de las armas y son
utilizados, para reprimir a la ciudadanos, aparentando ser ciudadanos
comunes o delincuentes que actúan por su propia cuenta. Como la
justicia es una pura fachada, esos falsos “delincuentes” si son
apresados a efectos de la opinión pública no corren el menor riesgo.

La Brigada Especial de Choque constituye un cordón de protección, en
particular, en lugares en donde la vía pública puede ser perturbada.

El objetivo es no recurrir a personal policial uniformado o al
ejército a efectos de evitar la antipatía que forzosamente se
ganarían, como es el caso de la Guardia Nacional en Venezuela. que se
ha granjeado la antipatía de la población.

Pero la sección que detenta un poder ilimitado es la Sección de
Contra-propaganda. De ella dependen absolutamente todas los medios de
comunicación del país, miles de periodistas y escritores a su
disposición, prestos a desencadenar campañas cuando el comandante en
jefe lo estime necesario o cuando decide trazar planes de emergencia
si la opinión pública está muy irritada por las condiciones de vida,
como el que ordenó en 1984, de cavar trincheras y refugios antiaéreos
ante la inminencia de una invasión americana: 200 millones de dólares
costó poner a todo al país en pie de guerra. Se trata siempre de
evitar aparecer como un poder que reprime como cualquier gobierno
militar de América Latina. En materia de represión, Castro practica la
sutileza y un savoir faireindudables.

Existen dos aparatos controlados directamente por Fidel Castro: la
“Dirección 5” integrada por asesinos profesionales que se encargan de
la eliminación física de individuos cuya muerte el jefe máximo
considere necesaria y la Dirección de Seguridad Personal, compuesta
por miles de hombres, que superan en efectivos a cualquier ejército
del Caribe, destinados a la seguridad del comandante en jefe. Esa
dirección está integrada por una Jefatura y un Estado Mayor, tres
unidades de escolta integradas por mas de cien hombres destinados a
la seguridad propiamente dicha del caudillo; una sección naval,
integrada por buzos, hombres ranas y responsables de los barcos y
yates que lo acompañan en sus pescas sub-marinas con las que suele
obsequiar a los invitados especiales como cuando va de paseo a Cayo
Piedra el cayo particular que posee en donde tiene una mansión que no
tienen nada que envidiar a la de los más poderosos de la tierra; una
sección fílmica encargada de filmar sus menores gestos y palabras; una
sección de atentados destinada al estudio y a la prevención de
posibles atentados: una sección técnica encargada de revisar comidas,
ropas, enseres, efectos personales para evitar un posible
envenenamiento o materias radioactivas; un hospital con todos los
adelantos de la tecnología, un cuerpo de personal médico y enfermeras
; una sección de tiradores de elite integradas por miles de hombres
que ocupan balcones y terrazas a lo largo del recorrido cuando el
caudillo se desplaza y una sección de contra-inteligencia encargada de
espiar y controlar los propios integrantes de la Seguridad Personal.

Lo aquí expuesto, no es ni siquiera un resumen somero de la dimensión
represiva del régimen que gobierna a Cuba. Habría que rendir cuenta de
la infinidad de condiciones que se deben llenar para beneficiar de un
puesto de trabajo o para poder asistir a la universidad. Del trabajo
infinito que significa realizar los actos más cotidianos de la vida
como es la compra de alimentos: la famosa libreta de racionamiento, es
también un a técnica de control de la población.

Volviendo al tema del exilio masivo a Miami, no fue sino en noviembre
de 1965, tras el fracaso de la lucha armada, de la invasión de Playa
Girón, de todos los planes subversivos que se pusieron en obra para
acabar con el régimen, con una población carceral que llegó a tener
50.000 presos políticos, que tras un acuerdo firmado entre Cuba y
Estados Unidos, fue que miles de cubanos pudieron abandonar la isla.

En ese entonces se calcula se trasladaron unas 300.000 personas por el
puente aéreo de Varadero a Miami. Luego vino la ola migratoria del
Mariel. Es cierto que el primer año, los empresarios y los miembros de
profesiones liberales, tras haber perdido todos sus bienes,
comprendieron que si querían salvar la vida era necesario emigrar. Se
debe recordar que Fidel Castro, siempre precavido, delegó, en Ernesto
Che Guevara, la tarea de los fusilamientos que en tanto que
extranjero ignoraba todo de la vida urbana de la isla, y no se sentía
interpelado por ningún lazo de amistad ni de familia: era impermeable
a cualquier gesto de magnanimidad. Al mismo tiempo el mundo entero
aplaudía la revolución que también se decía bonita.

La nueva estrategia revolucionaria que se perfila en América latina,
ha abandonado el modelo sierra Maestra. Inaugurada por el proyecto de
Chávez, se trata de la toma del poder mediante elecciones utilizando
las normas democráticas para instaurar regimenes totalitarios,
impidiendo así todo cuestionamiento pues su legitimidad es innegable.

La celebración de constituyentes con la finalidad de dotarse de
constituciones adaptadas a la medida del proyecto totalitario, fue el
método empleado por Pinochet en Chile, por Chávez en Venezuela, cuyo
ejemplo parece será seguido por otros países del continente. Esa
estrategia gozó en Venezuela de la simpatía de la clase media, incluso
de la burguesía, y en particular de los medios de comunicación en
general, y de cierta parte de la intelectualidad. Cuando se percataron
de cuál era el verdadero proyecto de Chávez, pasaron masivamente a la
oposición. Es la misma dinámica que hoy se observa en Bolivia con el
fenómeno de Evo Morales, líder del sindicato de los “cocaleros”: los
productores de la planta que luego se transforma en cocaína. Evo
Morales, favorito de los medios, goza del apoyo de cierta
intelectualidad, como de ciertos sectores de la clase media, que al
igual que en Venezuela, se sienten estafados por los partidos
políticos, está a la espera de la Constituyente que le permitirá
acceder al poder e imponer un régimen como el de Cuba, según
declaraciones reiteradas de su parte.

La influencia de la academia norteamericana actúa como agente de
influencia, propiciando en la práctica, las guerras étnicas que se
libran a nivel teórico en los campus universitarios desde donde se
imparten las orientaciones revolucionarias que antes provenían de
Moscú o de Praga. Según esa visión, Venezuela aparece hoy ante el
mundo como una suerte de Africa del Sur en donde se practica un
apartheid contra la población negra. Los teóricos del chavismo
propugnan la “reconciliación nacional”, al mismo tiempo que señalan a
los enemigos internos como pertenecientes a la “etnia blanca de
cultura anglosajona” Se puede cambiar de gustos culturales pero no de
color de piel, – a menos de optar por la solución a lo Michael
Jackson, a condición de tener los medios – lo que hace imposible la
reconciliación en Venezuela. En Bolivia y en el Perú, el discurso
anti-criollo, por parte de los indigenistas, propugna un regreso al
Tahuantinsuyo, la guerra contra Chile y la implantación de la pena de
muerte.

América Latina vuelve a entroncar su historia con la de los años
treinta, cuando la influencia del nacional socialismo estuvo a la
orden del día, en particular en Bolivia, Brasil y Argentina. Proceso
que fue interrumpido por la pérdida de la guerra de Alemania e Italia,
luego la Guerra Fría hizo el resto. El castrismo que por necesidades
tácticas tuvo que pactar con la URSS y se adhirió al comunismo, hoy se
quita la careta y aparece con su rostro al descubierto: el del más
puro engendro fascista. La configuración pardo-roja es el próximo
artefacto histórico que habrá de vivir el continente, productor
incansable de barroco.

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