A favor o en contra
No es una sutileza semántica. Ir en favor de algo es muy distinto a ir en contra de su opuesto. Ir a favor de algo es una empresa movida por el amor. Es por tanto una empresa positiva, de creación, autodeterminada y eternamente renovable. Busca abrazar y convertir en aliados a sus detractores. Y el alimento que entrega hace crecer también a quien lo da.
Ir en contra de algo es, por el contrario, una empresa movida por el odio. Es por tanto una empresa negativa, de destrucción, definida por su oponente y no renovable. Busca expulsar y aniquilar a sus detractores. Y el veneno que entrega consume también a quien lo da.
Ir a favor de algo nos hace sentir bien. Inspirados, entusiasmados y ligeros, sonreímos y hacemos cosas que no nos imaginábamos capaces de hacer. Nos descubrimos generosos, amables y pacientes. En una palabra, nos descubrimos mejores.
Ir en contra de algo nos hace sentir mal. Frustrados, traicionados y pesados, apretamos los dientes y hacemos cosas que no nos imaginábamos capaces de hacer. Nos descubrimos egoístas, agresivos e impacientes. En una palabra, nos descubrimos peores.
Proyectos colectivos
La distinción entre ir en contra o a favor no sólo aplica a los proyectos individuales, a nuestras relaciones personales, a nuestros gustos, a nuestras creencias religiosas, al fanatismo deportivo o a nuestras opiniones en distintos temas. Aplica también y de manera muy especial a los proyectos colectivos. Como seres humanos que somos, somos susceptibles de ser atraídos tanto por causas positivas y nobles como por causas negativas e innobles. Esa debilidad hace que en el mundo coexistan dos tipos extremos de liderazgo: los que nos inspiran y logran sacar lo mejor de cada uno de nosotros, y los que nos envenenan y sacan lo peor de cada uno de nosotros.
Pero por más vulnerables que seamos, somos siempre dueños de nuestra voluntad y está en nosotros detenernos por un momento a considerar qué tipo de sentimientos nos impulsan. La vida nos ofrece siempre opciones. La decisión -y con ella la responsabilidad- del camino que tomamos, es y será siempre nuestra.