¡Aleluya!, Miriam y Henrique

Entre las noticias más importantes de los 42 años de “podrida democracia”, se destacan dos eventos -sin precedentes- ocurridos hace apenas dos y tres días atrás.

El primero es el perdón público, suplicado por Eduardo-28-Semptei (ex 2do. Vicepresidente del (%=Link(«/bitblioteca/cne/»,»CNE»)%)), a Miriam Kornblith en el caso de la injuria e
difamación agraviada cometida contra ella. Semptei reveló una serie de
documentos personales y privados que encontró en el escritorio de la
primera, cuando las tropas de asalto de (%=Link(«/bitblioteca/ycamero/miquilena.asp»,»Trikimiki»)%) ocuparon las instalaciones
del CNE. La importancia del hecho radica en que, por primera vez en 42 años, un funcionario público es obligado por un ciudadano -absolutamente despreciado por este régimen arrollador y hegemónico- a pedir disculpas.

Porque, si no lo hacía, Eduardo se iba a quedar sin la camiseta y ,
ciertamente, la familia del ex empleado público no tenía porque sufrir las
consecuencias del atropello individual de Semptei, una especie de prototipo
del funcionario público ideal de este régimen. “Si el Jefe atropella y es
retrechero, yo tengo que ser más atropellador y retrechero que él”, es la
consigna regimental.

Pero en el arreglo Kornblith-Semptei hay un elemento de Justicia que induce
al optimismo: Miriam Kornblith incluyó en los términos del convenimiento, la
obligación del ex funcionario a aportar 1 millón de bolívares al Hospital
de Niños “J.M. de los Ríos”, abandonado por esta dictablanda bastarda
(“por ahora”), como si los pacientes infantes tuviesen alguna culpa en las
desviaciones (o algún mérito en los éxitos) de la 4ta República.

Ya nos dirán que la victoria de Miriam es una “victoria de la Sociedad
Civil”,… como el 25.M. ¡Mentira!. Ganó Miriam, porque su caso era
aplastante y arrollador. Por ello, su victoria es un éxito individual,
producto del Coraje Civil de una venezolana, que no se dejó amendrentar por
factores del Poder encrudecido, que caracteriza a este régimen. Y ello,
convierte a Kornblith en una referencia en la convulsionada actualidad
nacional que ahora se centra en encontrar liderazgos diferentes al afiebrado
e incomprensible personaje que –“por ahora”- sigue en Miraflores.

El Desfile

La segunda noticia fue el “Desfile de la Alegría’’ que organizó el
Gobernador de Carabobo, en desagravio a la colectividad regional, por la
grosería del Primer Pitcher de suspender el emblemático evento que tenía 60
años de tradición en el país: el desfile de las Fuerzas Armadas con motivo
de la Batalla de Carabobo, la más importante que se haya dado – y ganado- en
el continente suramericano.

El Gobernador Henrique Fernando Salas Feo, convocó a más de 300.000 mil
personas -según Unión Radio y Globovisión- al desfile, para evidenciar que
las regiones están hartas de imposiciones, de arbitrariedades, de atropellos
y de patoterismos centralistas, personificadas perfectamente por nuestro
Primer Pitcher-Locutor. Es la primera vez en la Historia de este país que la
Sociedad Civil se pronuncia de esta manera abrumadora contra la
restauración oligárquica de la Recentralización, que -habíamos pensado-
desapareció con Luis Herrera Campins y Jaime Lusinchi. El hecho es que la
comunidad de Carabobo no se quedó deprimida con la grosería patotera del
Primer Pitcher-Locutor-Viajero, sino apeló a sus recursos internos y salió
triunfante, dándole 9 arepazos al regordete que ahora decidió cubrir Primera
Base, mientras la Guerra –étnica- de Kosovo se queda chiquita con la Masacre
-fraciticida- que se desarrolla, cada fin de semana, en Chavezuela.

Ley Gestapo

Existe un consenso en la Sociedad Civil en el sentido de que la “Ley del
Sistema Nacional de Inteligencia” es la “Ley Gestapo”, aprobada en la
buhardilla de Trikimiki por el bastardo club de mafiosos paralegales que se
llama la Comisión Legislativa Nacional, electa por nadie y designada a dedo.

Algunos dicen que es el retorno de la Seguridad Nacional. Yo, que viví en
ésa época, les digo que va mucho más allá. La “S.N.” perseguía actividades
político-partidistas contra el régimen.”No te metas en política”, nos decían
en aquel entonces. Esta novísima ley-madrugadoral permite espiar desde
Fedecámaras, pasando por las Iglesias hasta la Sociedad Audubon, los
Sindicatos y Asociaciones de Vecinos y su condominio más cercano. No hay
nada tan represivo en los códigos de este Continente,…..con excepción del
prostíbulo del Caribe, Cuba, “el mar de felicidad y de la paz de los
supulcros”. La ley -vigente e inconsulta- no sólo viola el espíritu de la
“bolivariana” -¿estás despierto José Vicente Rangel?- sino también su
articulado preciso. Pero como ésa Constitución es papel toilette funcional,
pienso que el otrora -y no hace tanto tiempo- defensor de los derechos
ciudadanos y luchador anti-corrupción, piensa que para él, nosotros somos
para lo que es bueno el papel toilette. ¡Lo que hace el Poder!.

Barbas en remojo

Ayer fue el Día del Periodista,….¡para lo que nos importa!. Pero creo
que el Bloque de Prensa no debería ignorar el acoso -sin precedentes-
contra “La Razón”-Pablo López Ulacio. No deberían olvidar el Caso González
Cazorla. No debería soslayar los Casos “Petkoff” y “Blanco” (El Mundo y
Primicia, respectivamente); no debería archivar la “Ley Mordaza” (Art. 208 y
209 de la Ley de Telecomunicaciones, por lo demás impecable) ni las
implicaciones espantosas del Estado-Gestapo en el que redunda la Ley del
Servicio Nacional de Inteligencia. Y digo Estado-Gestapo, porque la policía
suele estar subordinada al Poder Judicial. Ese no es el caso con esta ley.

Ustedes, editores, directores, jefes de redacción, columnistas, conductores,
serán investigados, espiados, mironeados, calumniados y vejados, ….si
permiten que, con su silencio, la minoría inmoral y desenfrenada logre
imponer el silencio a la mayoría de la Sociedad venezolana.

Fumando lumpias

Los que tuvieron oportunidad de leer la alucinante misiva dirigida al
General Lucas Rincón el lunes pasado, publicada como aviso en los diarios de
circulación nacional, sin duda llegaron a la conclusión de que es hora de
convocar a la Junta Médica -de la que habla el artículo 233 de la
“bolivariana”- y declarar la “permanente incapacidad mental” del remitente.

Como el Tribunal Supremo de Trikimiki no lo hará, le tocaría a siquiatras
designados por la Mesa de Diálogo de la Sociedad Civil. “¡El Mambo Del Loco” se queda corto!