Alfaro Ucero o Miquilena Chávez : la manipulación como método
Según el parecer de muchos, entre otros los chavistas, lo que hizo Alfaro Ucero de separar las elecciones del Congreso y de los Gobernadores de la Presidencial, fue el último dislate del régimen puntofijista. En efecto, Alfaro nos tenía acostumbrado a toda clase de triquiñuelas electorales y a frases tan geniales como las de » acta mata voto». Ese cinismo ante la voluntad popular, esa manipulación constante de la opinión pública funcionó por algún tiempo, pero como bien dijo el Presidente Lincoln » No se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo»
Ahora en la democracia Bolivariana, Miquilena y Chávez utilizan con renovado entusiasmos las lecciones aprendidas del caudillo de Monagas. Parece ser que es prácticamente un hecho que el Tribunal Supremos fallará «salomónicamente» separando las elecciones presidenciales de las de Gobernadores, Alcaldes y miembros de la Asamblea Nacional.
¿No se parece esto -en extremo- a la desesperación de Alfaro de detener el impulso vencedor de Chávez?. ¿No será acaso que el gobierno le teme al impulso ganador de Arias Cárdenas?. En cualquier caso si el tribunal falla » salomonicamente» no lo hará conforme a derecho, puesto que, como bien lo dice el dicho popular, no existen las semi vírgenes.O las elecciones son en agosto como lo indica la nueva Constitución, o si son en mayo, sólo podrían serlo en virtud del ese exabrupto jurídico mediante el cual se afirma que los actos de la fenecida constituyente eran supra constitucionales incluso sobre la propia «soberanísima» .
La verdad es que si el cinismo de Alfaro y de Caldera fue inaceptable, y si el país repudió los cogollos de las llamadas cúpulas podridas, entonces qué es lo que tenemos hoy con la pretendida » revolución» chavista. Un fiscal designado a dedo que no decide, un contralor también preseleccionado que evade sus responsabilidades, un congresillo escogido del mismo modo y en el cual sólo aceptaron integrarlo los más anónimos miembros de la Asamblea Constituyente, un Tribunal Supremo acomodaticio, y para colmos un CNE que es en su totalidad un engendro inventado y designado por las nuevas y únicas autoridades del país el binomio Miquilena-Chávez.
Si el régimen anterior sucumbió por la concentración del poder en pocas manos, ¿Qué le pasará a éste, que en menos de un año, ha concentrado el control del país en menos dedos de los que pueda tener una mano?. La verdad es que pareciera que Venezuela no logra encontrar el camino que la conduzca a mares de prosperidad. Basta ver lo que ocurrió en la cumbre europea para entender el tipo de respuesta que hay que darle al desafío del siglo XXI.
La retórica fue el arma preferida de los políticos del siglo XIX y gran parte del siglo XX, pero hoy en un mundo cada vez mas globalizado y en una sociedad planetaria dominada por la informática y el conocimiento, luce folclórico el lenguaje de nuestro Presidente y de una buena parte de los auto denominados nuevos dirigentes políticos. Hasta el propio Ceresole, amigo cercano del Presidente, en la entrevista que le hace Giusti en El Universal del domingo 26 de marzo, le da lo suyo a Chávez- para usar una de las expresión favoritas del comandante- al referirse a la famosa misiva a la antigua CSJ afirma que: «…me parece un disparate escrito por un aprendiz de geopolítica…. Esa carta está mal escrita, mal elaborada y mal pensada. Es típica de alguien que lee un libro , o varios, sin entender ninguno», francamente con amigos así no se necesitan enemigos.
