Alto voltaje
Luis Vicente León, director de Datanálisis, haciendo una evaluación de los motivos por los que la Presidencia de la República restituye el servicio eléctrico en Caracas, dice en el diario El Universal “que en el interior de Venezuela la gente se ha ido acostumbrando al racionamiento eléctrico y cuando la gente se habitúa, los costos son menores”.
Es caprichosa, por decir lo menos, la conclusión de este analista.
¿Conoce el señor León la provincia? Sabe de la historia del servicio eléctrico de Maracaibo y de su sentido social. Está enterado de la eficiencia que hasta hace poco tenía Enelven. Alguien le ha contado de su origen privado heredado de Maracaibo Electric Light y que Enelven fue tan o más eficiente que La Electricidad de Caracas, y a su vez Maracaibo Electric Light fue la primera empresa de luz eléctrica que existió en Venezuela. Hágase el lector, por otro lado, una idea de lo que puede pensar del argumento de León la colectividad del estado de Bolívar, sede del Guri y del gran río que la alimenta.
El analista redondea con la subjetividad de que “Caracas es una ciudad mucho más rebelde porque sus características de capital y estructura social, la convierten en una sociedad más sensible que ha encabezado las grandes movilizaciones sociales”. Dicho de otro modo, solamente a los capitalinos les trastorna la vida la carencia de energía eléctrica, a los provincianos de interior no.
Pareciera que León comulga con lo ofensivo que para el resto del país resulta el refrán caraqueño que asegura que “De Petare y Antímano hacia allá, el que no tira flechas, toca tambor”. ¿Será que León de verdad se lo cree?
Lo que piensa este articulista es que el colmo del desmadre sería que decisiones como las del Presidente de la República y afirmaciones de analistas que no analizan con óptica nacional, provoquen enfrentamientos de una región contra la otra por servicios imprescindibles como luz y agua o por el abastecimiento de alimentos. Sobre todo por comida, que en la Caracas del juicioso León se produce tanta. Me queda la impresión de que Luis Vicente Léon se electrocutó ante la opinión venezolana.
Nota: En la grafica el tranvía eléctrico de Maracaibo, inaugurado en 1917.
