Amor, confianza y respeto
El amor con sus variantes (Eros, filial, ágape o platónico), mas la confianza y el respeto mutuo, son los tres pilares que sostienen el edificio de las relaciones humanas (matrimonio, sociedad, amistad…) El amor ágape (de Dios) en su máxima expresión, es tolerante o sufrido, es crédulo o confiado, y todo lo soporta. La confianza, que es la seguridad que nos inspira creer en el otro, y, el respeto que nos recuerda que debemos detenernos en la franja amarilla donde comienza la libertad ajena, llevan impresas las huellas del amor filial y del amor ágape. De tal manera que, estos tres elementos (amor, confianza y respeto) son indivisibles aun cuando se puede avanzar sin alguno de ellos o con una o dos de las tres ruedas del vehículo. Pero, sin los tres elementos a la vez, no es imposible sostener alguna relación viable a no ser la que socialmente nos imponga la ley.
El amor
Es el mas grande gigante del alma que, a diferencia de su rival el odio, construye, edifica, ennoblece, enamora, eleva… El amor no es algo abstracto, sino pragmático. Por ello el amor esta muy por encima de cualquier sacrificio humano por mucho que hagamos para exhibir esas ofrendas ante el mundo.
La confianza
Es otro ingrediente indispensable en toda relación humana; sin la confianza no tiene caso continuar transitando a no ser por el camino escabroso de la incertidumbre. El confiar tampoco es una patente de corzo, pero como reza una máxima bíblica, la confianza nos abre el camino a la esperanza y ésta, la esperanza, no avergüenza debido a que es la chispa que nos enamora el alma.
El respeto
Debe entenderse como el respecto al derecho del otro como ser humano. El respeto es el único elemento que no puede faltar en cualquier tipo de relación humana. Cuando se pierde todo lo demás, es decir, el amor y la confianza, el respeto a la libertad del otro puede sostener el peso del edificio. En cambio, si hay amor y confianza, o en su defecto solo amor o confianza, pero no se respeta la integridad del otro, se cae en la anarquía y cualquier cosa inesperada e indeseable puede surgir en medio de la confusión.