Aquí entre nos

«El odio es la venganza de un cobarde intimidado«. George Bernard Shaw (1856-1950), escritor irlandés, ganador del Premio Nobel de Literatura.

A mí como periodista me encantan los períodos electorales: se escuchan las mentiras más colosales, se establecen competencias a ver quién da la declaración más espectacular, quién acapara con sus despropósitos más titulares de prensa. En fin, mucha tela para cortar nos dan a los analistas políticos. Pero resulta que en esta oportunidad la situación social y económica de los venezolanos no está para chistecitos malos, así que la paciencia es corta para escuchar estupideces.

Así que recomiendo mucha prudencia a los candidatos y voceros oficialistas, porque a una gente que pasa tanto trabajo como los venezolanos, le saca de quicio las risitas histéricas de Rizarra; la impacientan declaraciones de inocencia por parte de las autoridades policiales; la alteran las negativas de la Asamblea Nacional para discutir los temas que interesan al pueblo. Ahora, por primera vez desde 2002, la situación nacional y no el Comandante es la que marca las agendas discursivas presidenciales y mantienen al oficialismo a la defensiva.

Y los grandes temas son la inseguridad, la mortandad, la impunidad, el colapso de servicios e infraestructuras, la pudrición de miles de toneladas de alimentos. Esas son las banderas que la ineficiencia y corrupción gubernamental están dando en bandeja de plata a la oposición democrática. Los votos oficialistas disminuyen diariamente, lo cual (ojo) no quiere decir que el chavismo no saque sus buenos votos el 26-S, por razones obvias: tienen presupuesto, líder, autobuses que los llevan a votar, maquinaria pagada por el Estado, funcionarios complacientes, militares patria socialista o muerte… y un curioso afecto por el caudillo, que puede ser producto del fanatismo, de la ignorancia o de la interesada devoción por los billetes que caen del carro del poder.

Las cosas que dicen en defensa de lo indefendible nos hacen pedirles ¡un poquito de por favor! ¿Cómo tragar declaraciones y actitudes ostensiblemente divorciadas de una verdad que todo el país, aún el chavista, sufre?. Repasemos algunas frases de estos desesperados voceros rojos.

-«Exigir a la derecha que gobierna en siete estados del país, algunos de ellos con las más altas cifras de criminalidad, que asuman su responsabilidad de garantizar la seguridad a sus habitantes y acompañar el gran esfuerzo que hace el gobierno bolivariano». Ésta fue la declaración de los Alcaldes Bolivarianos tratando de defender la «gran labor» de su gobierno en contra de la inseguridad, echando la culpa a los gobernadores de oposición. ¡No me ayudes, compadre!.

–«Pérez Vivas es un azote para la seguridad de los tachirenses. Es un señor que ha pasado los límites, las fronteras de lo que debe ser un opositor, a un traidor de la patria». Esto lo dijo el canciller Maduro, que se unió así a la cruzada de defensa al gobierno en lugar de ocuparse de sus asuntos externos, que bien revueltos están. Después de esto, el gobernador Pérez Vivas afirmó que ni que se muden Chávez y todos sus Ministros para el Táchira, el Psuv gana las elecciones en ese estado.

-«Es difícil ocultar la mayoría del Psuv. La oposición se sintió apabullada. La militancia del Psuv se movilizó espontáneamente, el partido para nada utilizó ni autobuses ni nada para que la gente se movilizara». Lo dijo Ana Elisa Osorio, candidata roja al Parlamento Latinoamericano, quien además de todo, es ciega, porque no vio los autobuses y la movilización de los enfranelados alrededor de los centros, donde acudieron a amedrentar a la oposición, ante un Plan República tan ciego como la Osorio. ¡Por favor!.

–«De manera coordinada y con gran despliegue mediático, la reacción toda, de factura imperialista, se unió recientemente en santa cruzada, intentando socavar las credibilidad del gobierno bolivariano. Magnifican nuestras debilidades y fallas a superar, silencian los logros, maquinan sin cesar falsedades». Quien dice esto es el ex alcalde Freddy Bernal. Resulta que según él, la oposición «magnifica» las debilidades del gobierno bolivariano, aliada con los medios y el imperio. Una explicación bien simplista de quien fuera policía y por lo tanto, conocedor del delito.

– «Denunciamos como partido, este artículo que salió en el The New York Times, donde se atreven de manera inmoral y además criminal, a comparar a Venezuela con Irak. El artículo es vergonzoso y se ofende al pueblo con esas cifras». Esto lo dijo Blanca Eckout, directora de Comunicación y Propaganda de la tolda roja, refiriéndose a la información del diario The New York Times, según la cual en Irak – con igual población que Venezuela y en guerra declarada-, murieron 4.644 personas en 2009; mientras que en Venezuela el número de muertes violentas en el mismo período -y sin guerra- fue de más de 16.000. Para terminar de poner la torta, Eckout defendió al gobierno ensalzando los «esfuerzos extraordinarios por enfrentar el tema de la violencia que tiene que ver con el modelo capitalista». O sea, la delincuencia viene del imperio y del capitalismo, no de la ineficiencia, tolerancia e impunidad socialista del siglo XXI, es decir, comunista. ¡Por favor!.

-«En Venezuela existen menos niveles de corrupción que en otros países del mundo, gracias a la honestidad de la jefatura de gobierno». Esto lo dice Clodosbaldo Russian el muy independiente y autónomo contralor general de la República. ¿Menos corrupción comparado con cuáles países, Contralor?. ¿Tal vez con Zimbawe o con Haití? ¡Por favor!.

–«Los burgueses quieren sabotear, desestabilizar la revolución. Quieren ir a la Asamblea para arrebatar el futuro de sus hijos. La burguesía nació podrida. Las noticias de la pornografía mediática sobre la inseguridad son parte de un complot», vociferó en cadena nacional ustedes saben quien. ¡Por favor, un poquito de por favor!

Enfrentamos un mes de campaña, un mes en el cual no habrá «Aló, presidente» pero sí muchas cadenas, que como dijo el CNE, no serán reguladas. Así que prepárense para maratones verbales de amenazas, insultos y mentiras. Aprovechándose de su posición privilegiada, violará, tanto él como todos sus funcionarios, la norma legal que les prohíbe hacer campaña y usar fondos públicos para ello. Eso incluye oficinas, vehículos e imprentas. Se llama peculado de uso. Pero igual que siempre, no habrá quién lo sancione o poder independiente que lo obligue a respetar al país y a la Constitución . Se está jugando a Rosalinda y lo sabe. Por eso ordenó, muy democrático él, la Operación Demolición: «me los demuelen (a los candidatos contrarrevolucionarios). Esa es la orden… No podemos dejar quebrarnos la lanza por la oligarquía imperialista».

Pero ya ese discurso destructor y ofensivo mueve mucho menos a la masa que antes. Porque esa masa está sufriendo los embates de un mal gobierno, tal vez siguen creyendo en el Comandante pero no en su gobierno y en su gente. Suena contradictorio, pero la pobreza de espíritu no es coherente. Ya sin ninguna duda, gracias a las actuaciones de este gobierno completamente afines y subordinadas al castrocomunismo, más nos vale no caer en la trampa de polarizar con el Presidente. Él no es candidato a nada, estamos eligiendo nuestros representantes a un poder que constitucionalmente es independiente del Ejecutivo y que tenemos la oportunidad que de verdad lo sea con nuestro voto, eligiendo una Asamblea plural que realmente represente sin exclusiones a todos los venezolanos. Así que no se meta en esto, ciudadano Presidente, ocúpese de lo suyo que nosotros haremos nuestra parte el 26 de septiembre