Arias debería renunciar
Frente a un proceso electoral maltrecho en el que sigue imponiéndose la voluntad de (%=Link(«/bitblioteca/ycamero/miquilena.asp»,»Don Luis»)%), lo mejor que podría hacer (%=Link(«/bitblioteca/arias_cardenas/»,»Arias Cárdenas»)%) es retirar su candidatura presidencial y dedicarse a fortalecer la unidad de la oposición para que ésta libre aquellas batallas en las que pueda vencer. Es imprescindible una respuesta unitaria frente a los kinos de Miquilena-Chávez. La oposición debe respaldar a los candidatos a Gobernadores, Diputados a la Asamblea Nacional y Alcaldes con posibilidades reales de triunfo. De no lograrse esto de nada servirán las lamentaciones y de nuevo un 40 por ciento o más de los venezolanos quedarán inadecuadamente representados a la hora de elegir las nuevas autoridades del país para los próximos años.
Si Arias se libra de sus aspiraciones personales y se dedica a buscar y consolidar la unidad de la oposición en torno a los hombres y mujeres que, sin distingo de su base política, tengan las mejores oportunidades de vencer a los candidatos del gobierno, habrá logrado algo mucho más importante que su inevitable derrota electoral. Se convertirá en el líder de una oposición naciente que tendrá por tarea principal la de ponerle freno al cinismo, a la arbitrariedad y a un autoritarismo galopante. Logrando así el contrapeso necesario para que no se gasifique la democracia y exista una alternativa democrática frente a la desesperación que puede llevarnos a una espiral de violencia que sólo encontraría respuesta en un golpe militar o en una guerra civil.
El rol de inmolarse frente a un indetenible –a corto plazo – Chávez, debe dejárselo a Claudio Fermín , quien puede enarbolar las banderas del civismo frente a un militarismo desbordado.
No hay que equivocarse, el país está dividido entre los que creen que se debe y se puede jugar conforme a reglas preestablecidas y otro segmento que no cree en nada, salvo en los milagros que Chávez pueda producir. En alguna medida estamos como en un partido de fútbol en el que uno de los equipos juega según el librito, mientras que el otro lo ignora o lo adapta a sus necesidades perentorias y el arbitro, pues bien gracias….
Arias tiene que convertirse en el arquitecto del cambio, tiene que trabajar desde la oscuridad, día a día, noche a noche y demostrar y convencer que la democracia solo se preservará si los venezolanos de las diversas corrientes que se oponen al autoritarismo y a un modelo de país basado en las tesis de Ceresole “ Un caudillo, un ejército y un pueblo” , se unen, y apoyan a aquellos que estén mejor ubicados en las encuestas para así impedir la caída y mesa limpia del polo patriótico.
No hay ninguna posibilidad lógica de vencer a Chávez el 30 de julio y eso lo sabe muy bien Don Miqui. El CNE ha caído en la trampa de admitir esa fecha con la excusa de que así evita el mal mayor de la violencia incontenible, replazándolo por el mal menor de la legitimación de una vez por toda de Chávez. La próxima batalla será dentro de tres años cuando- si las circunstancias así lo convalidan- se pueda intentar un referéndum revocatorio. Mientras eso ocurra habrá que luchar mucho y seguido para formar una oposición enérgica ,consistente y responsable. Ojalá Arias entienda cual es su papel histórico y la importancia del mismo y no se deje guiar por la rabia y la impotencia que en ésta y todas las circunstancias son malas consejeras.
